Cultivar alimentos en espacios urbanos, es posible y abre una oportunidad para disfrutar de toda la magia que se da durante el proceso. Florencia Gallino, fundadora de Sitopia Cultivo Urbano, nos comparte sus consejos para lograr una huerta eficiente en la ciudad.
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El cultivo de alimentos en espacios urbanos reducidos no sólo es posible, sino que es una tendencia con muchos beneficios.
Por un lado, las huertas urbanas garantizan la posibilidad de obtener productos frescos de estación cultivados con nuestras propias manos y, por otro, constituyen una oportunidad para disfrutar de toda la magia que se da durante el proceso.
Siempre que se pueda, es mejor comenzar a cultivar de semilla que de plantín, ya que con la semilla garantizamos el cultivo de la planta sea totalmente orgánico.
Cultivar desde semilla también nos ayuda a dimensionar los verdaderos tiempos del alimento, cuánto tarda una planta desde que germina hasta que llega a nuestro plato, brindándonos perspectiva sobre el valor de la comida y los recursos que son necesarios para producirla.
Durante marzo y abril se siembran las variedades que se cultivarán en la huerta durante el otoño y el invierno, como habas, brócoli, repollitos de bruselas, kale, rabanitos, rúcula, espinaca, lechugas de invierno, acelga, zanahoria, cebolla, caléndula, repollo, puerro, rúcula.
Macetas con rueditas
Incorporar rueditas en las macetas de la huerta permite reubicarlas a lo largo del año para aprovechar mejor los rayos del sol.
La luz que recibe la mayoría de las terrazas y los balcones de la ciudad cambia mucho durante las diferentes estaciones del año.
Las rueditas permiten también distribuir mejor el peso de las macetas en la terraza o balcón. No hay que olvidar que la capacidad máxima de carga de un balcón es de 300 kilos por m²
Materiales reciclados
Los contenedores para cultivar pueden ser desde macetas muy elegantes hasta recipientes en desuso, como baldes de pintura.
Las condiciones son que tengan agujeros para el drenaje y que respeten volúmenes y profundidades mínimas según la especie que se esté cultivando.
- Frutos: Más de 20 litros o 40 cm de profundidad (tomate, pimiento, habas).
- Hojas: Más de 15 litros o 30 cm de profundidad (lechuga, espinaca, acelga, kale).
- Raíces cortas: Más de 10 litros o 20 cm de profundidad (rabanitos, cebolla, remolacha).
- Aromáticas: Más de 5 litros o 15 cm de profundidad (menta, albahaca, tomillo).
Macetas colgantes
Muchas veces las paredes son los lugares que más sol reciben y las macetas colgantes nos permiten maximizar estos rincones de luz.
Algunos de los cultivos ideales para macetas colgantes son:
- Frutillas (Fragaria sp.)
- Romero rastrero (Rosmarinus officinalis ‘Prostratus’)
- Tomillo (Thymus vulgaris)
- Menta (Mentha spp.)
- Capuchina (Tropaeolum majus)
- Orégano (Origanum vulgare)
- Ciboulette (Allium schoenoprasum)
Macetas livianas
Las macetas geotextiles vienen en varios tamaños, tienen mucha capacidad de volumen, son livianas, económicas y no necesitan orificios de drenaje porque evapotranspiran a través de la tela. Esta última característica hace que las raíces sean favorecidas por el paso del oxígeno y evita el anegamiento del sustrato.
Las macetas geotextiles son una gran alternativa para comenzar a cultivar en la terraza
Maximizar los espacios combinando cultivos
Para maximizar el espacio de la huerta puede utilizarse el cultivo biointensivo.
Se trata de dar a cada planta el espacio mínimo necesario para desarrollarse y combinarlas con otras que potencian su desarrollo y las protegen de plagas.
Algunas combinaciones de cultivo ideales son:
- Tomate + albahaca + copete
- Maíz + poroto + calabaza
- Lechuga + zanahoria + cebolla
- Pimiento + cebolla + mejorana
- Pepino + rabanito + girasol
Proteger el suelo
Si se cultiva en macetas, hay que garantizar que tengan buen drenaje y que el sustrato sea ligero y no se compacte.
Para conservar la humedad y proteger el suelo de la huerta, se agrega mulch o cobertura, que es una capa de algún sustrato seco que protege el suelo, mantiene la humedad y previene el crecimiento de plantas espontáneas.
Como mulch puede agregarse paja, hojas secas, chips de madera o cartón cortado.
Hay todo tipo de aves en la ciudad, algunas se alimentan de frutos, otras de animales pequeños –como gusanitos y lombrices– y otras de semillas.
Hay varias formas de evitar que afecten tanto la huerta, desde espantapájaros hasta palitos clavados en el sustrato y CDs colgados. Sin embargo, la más efectiva resulta el uso de redes sobre los cultivos.
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