Te contamos por qué una de las principales plagas del jardín es tan difícil de combatir y tiene mucho para enseñarnos en temas de comunicación, lazos comunitarios y protección de la especie. ¿Lograremos controlarlas algún día?
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Las hormigas cortadoras de hojas están entre los insectos mejor adaptados, exitosos y evolucionados.
Evolucionaron al punto de poder comunicarse. Por ejemplo, las hormigas expedicionarias, al encontrar una fuente de alimento aceptable, vuelven al nido y reclutan grupos de obreras mediante señales hormonales, emanando una hormona que las conduce al lugar donde se encuentra la fuente de alimento.
Sus antenas son capaces de percibir olores y sabores, de esta manera logran discriminar los individuos que no son miembros de sus colonias o extraños
También perciben el olor de los humanos, por ello nunca hay que tocar con las manos productos que utilizaremos para su control.
Además, segregan una feromona propia de cada colonia y son capaces de regresar a su nido siguiendo el rastro oloroso que dejan las pequeñas gotas de una sustancia secretada por el extremo del abdomen.
Una plaga fuerte
Se encuentran entre las cinco plagas más importantes en siete países sudamericanos, atacan una gran variedad de vegetación, especialmente zonas de cultivos y pastizales rurales, y parques y jardines en el medio urbano.
Son una plaga de hábitos nocturnos y mañaneros que, en una sola jornada, pueden desfoliar la mitad del follaje de una gran variedad de plantas herbáceas, árboles frutales, ornamentales y hortícolas.
Desde noviembre hasta abril, las hormigas refuerzan las entradas de sus nidos con palitos, el acarreo de hojas va de mayor a menor, tendiendo a bajar en marzo, época en la cual los reproductores (reinas vírgenes y machos) se alistan para el vuelo nupcial.
Esto ocurre en las primeras lluvias del fin de verano o principios del otoño. Una vez fertilizada la reina, pasan a formar nuevos nidos enterrándose unos 25 cm en el suelo. Durante el otoño hasta la llegada de los fríos invernales, el acarreo de hojas al interior de los nidos se intensifica.
Viveza de hormiga
No necesariamente seleccionan las plantas próximas para defoliar y utilizar este material vegetativo en el desarrollo del hongo del que se alimentarán las pupas -estadio posterior a la larva-, sino que eligen primeramente las plantas más lejanas.
Esta es una estrategia que les permitirá conservar recursos alimenticios evitando una sobreexplotación de las plantas cercanas y, por otro lado, mantener su nido oculto de sus depredadores naturales.