Algunas especies son extremadamente tóxicas y exponen, tanto a los chicos como a las mascotas, a riesgos domésticos; te contamos cuáles son para poder identificarlas y evitar problemas
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En el mundo existen más de 700 especies vegetales reconocidas como potencialmente tóxicas, tanto para humanos como para mascotas. De esa cantidad, unas 468 especies usamos como ornamentales, es decir que están entre nuestras preferidas para decorar interiores, patios, balcones y jardines.
“La intoxicación por plantas constituye entre el 10 y el 15% de todas las intoxicaciones que afectan a los animales de compañía”, según la Asociación Argentina de Medicina Felina.
En general, las intoxicaciones se producen porque los dueños de perros y gatos no están informados sobre la toxicidad de las plantas y las colocan en lugares de fácil acceso para las mascotas.
“Los gatitos son muy curiosos con los objetos que tienen a su alcance y todo lo exploran con su boca. Si también tenemos en cuenta que el período de cambio de dentición genera un comportamiento constante de mordisqueo, aumentará considerablemente el riesgo de intoxicación”, según fuentes de la Asociación Argentina de Medicina Felina.
Es habitual que los gatos se sientan atraídos por alguna planta nueva y tengan la costumbre de masticar en forma constante algún vegetal ornamental. A veces la comen y otras veces no. También pueden tomar agua de floreros, en los que algunas flores pueden difundir sustancias tóxicas, como por ejemplo, el laurel de jardín (Nerium oleander), que contiene un glucósido cardiotóxico.
Este tipo de plantas, también representan un peligro cuando el animal quiere satisfacer su necesidad de purgarse, un comportamiento que en general ocurre en animales adultos.
La sintomatología varía de acuerdo con la sensibilidad del animal, su especie, raza, sexo, edad y también depende de la especie vegetal, de la cantidad y la parte del vegetal ingerido.
Los signos de intoxicación pueden ser leves, como decaimiento y vómitos esporádicos, o más graves y variados.
A priori, hay que considerar que todas las plantas que están en los hogares pueden ser potencialmente tóxicas
Azaleas
Se ha demostrado que las azaleas, Rhododendron, tienen sustancias altamente tóxicas y la ingestión de una pequeña cantidad podría provocar grandes daños e inclusive la muerte del animal, ya que contienen sustancias que generan despolarización celular provocando debilidad, falla cardiorespiratoria y dolor abdominal entre otros signos.
Lilium
Otra especie de gran toxicidad para los gatos es el lilium (Lilium longiflorum).
El tóxico actuante aún es desconocido, pero está comprobado que la ingestión de pequeñas cantidades de esta especie genera un cuadro de insuficiencia renal aguda.
Todos los lirios son extremadamente venenosos para los gatos: sus flores pueden producir una intoxicación grave y vómitos. De hecho, todas las partes de la planta son tóxicas y hay casos documentados en los que la exposición al polen, por sí sola, ha causado insuficiencia renal aguda que podría incluso provocar la muerte de nuestro querido amigo.
Marihuana
Dependiendo del tipo de planta y de sus activos psicotrópicos, puede ser más o menos tóxica para los gatos, pero todos los tipos de marihuana pueden hacerles daño.
En pequeñas dosis, aparecerán los típicos síntomas de envenenamiento como depresión prolongada, vómitos, falta de coordinación, somnolencia o excitación, hipersalivación, pupilas dilatadas, presión arterial baja, temperatura corporal baja, convulsiones o coma.
Begonias
Aunque la intoxicación por begoñas no suele ser mortal, puede producir algunos síntomas de enfermedad bastante evidentes en tu gato.
Los más habituales son excesiva salivación, llagas en la boca y rechazo por la comida y agua.
Lo normal es que los síntomas desaparezcan en 48 horas, luego deuna dieta blanda de líquidos que lo ayudará a expulsar los cristales de oxalato de calcio de su sistema digestivo.
Ave del paraíso
La Strelitzia reginae es una flor muy llamativa y también muy tóxica para las mascotas. Si la ingieren, la reacción inmediata es el vómito, pero también es probable que después continúen las nauseas y el mareo, causado principalmente por las semillas.
Un truco: colocar cáscara de limón en la tierra de la maceta donde queremos evitar que se acerquen. Los felinos odian el olor a cítiricos, de esta manera los educamos y alejamos del peligro
Especialista consultado: Carlos Boschi, ingeniero agrónomo, magister en producción vegetal, profesor adjunto de la Facultad de Agronomía (UBA)
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