Las flores son capaces hasta de enamorar a una población. Muchas de ellas se volvieron emblema o tienen un lugar privilegiado en el espíritu de pueblos y culturas.
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Las flores se visten de colores para llamar a los polinizadores, y unas pocas quedan guardadas en los sentimientos de un país. ¿Qué hace que una nación adopte una flor entre sus emblemas, formal o informalmente? El reconocimiento de sus habitantes a plantas valoradas por usos ancestrales, por la historia tejida en torno a ella o por las leyendas que la han tenido como protagonista. En general, se trata de plantas nativas de la región, aunque no necesariamente.
El ceibo, insignia argentina
Nuestra flor nacional es el ceibo, seibo o suinandí, un pequeño árbol que tiene flores rojas, de un color tan intenso como nuestra idiosincrasia. Es nativo y se distribuye desde el norte de la Argentina, hasta Catamarca por el oeste y –por el este– baja por Santa Fe y la Mesopotamia hasta Buenos Aires. La especie es Erythrina crista-galli var. Crista-galli.
La madera de este árbol se ha utilizado ancestralmente para la construcción de balsas, sus flores para teñir telas y también como insumo medicinal.
Una leyenda guaraní relacionada con el ceibo narra la historia de Anahí, una mujer de espíritu guerrero que se enfrentó a los conquistadores. Finalmente fue apresada y, luego de su martirio entre las llamas, se convirtió en un ceibo en flor.
De estirpe sagrada
Una flor sagrada de la India (también su flor nacional) es el loto, Nelumbo nucifera, notable y arcaica especie acuática. El loto sagrado tiene grandes y poco usuales flores, generalmente de un rosa leve y con centro amarillo. Desde hace 5.000 años se lo considera un símbolo de abundancia, de belleza y especialmente de pureza espiritual, porque puede crecer en aguas turbias, barrosas, pero la flor emerge limpia por la particular morfología de su epidermis. El loto sagrado del Nilo es un nenúfar azulino con perfume, Nymphaea caerulea, al que se le atribuyen propiedades psicoactivas.
El emblema imperial del Japón, desde el siglo XII, es un crisantemo estilizado con 16 pétalos. Además, el trono japonés se llama Trono del Crisantemo. Según la leyenda, del collar de Izanagi –el padre de todos los dioses– surge el crisantemo. Para el pueblo japonés esta flor representa la alegría, la felicidad.
En Corea del Sur la flor nacional es la rosa de Siria, Hibiscus syriacus, que a pesar de su nombre común tiene origen en el sudeste asiático. En China es la peonía, Paeonia suffruticosa, y en Taiwán es el Prunus mume, con su deliciosa floración invernal.
Un continente en flor
- Chile tiene por flor nacional la del copihue, Lapageria rosea, una liana de hasta 10 metros de altura, que crece en los bosques al amparo de la sombra y en suelos húmedos. Las flores tienen forma de campanas rojas o blancas. También hay variedades de flores rosas. Una leyenda indígena da cuenta de una historia de un amor encendido entre una chica y un chico de tribus enfrentadas, que se resuelve con violencia. Los familiares escandalizados y enojados los matan de forma cruzada. De ese amor trágico nace una planta, que se enreda sobre los árboles como los enamorados fallidos se abrazan: el copihue.
- Brasil tiene como emblema floral al ipé amarelo, un lapacho amarillo (Tabebuia speciosa) de llamativas flores. Su madera se usa en carpintería y se le atribuyen propiedades medicinales. Es también nativo de la Argentina y el Paraguay.
- México. La dalia es nativa de este país y su flor nacional. En épocas precolombinas, las flores de la dalia o xicamaxóchitl se utilizaban en rituales y sus raíces y sus pétalos como alimento.
- Cuba. El fragante Hedychium coronarium o caña de ámbar es la flor nacional de la isla, donde se la llama mariposa. Es una planta asiática, pero es tan apreciada en este país que se impuso sobre otras flores como emblema.
- Perú y Bolivia. El arbusto Cantua buxifolia, de pequeñas hojas, genera gran parte del año unas flores acampanadas de unos 7 a 8 cm de largo y 1 cm de diámetro, rojas. Es la llamada flor sagrada de los incas o cantuta, y antiguamente se ofrendaba al sol o Inti. Sus flores se utilizaban en rituales religiosos y políticos, entre ellos, uno donde los jóvenes se convertían en guerreros. Su forma se reproducía en textiles y en alfarería incaica. Es actualmente la flor nacional del Perú y también de Bolivia y es muy valorada como planta ornamental. Bolivia también tiene otra flor nacional: la imponente inflorescencia de la selvática Heliconia rostrata.
- Ecuador tiene como flor nacional una que no es indígena, pero sí de un valor universal: la rosa. Tradicionalmente, este es un país de grandes y eficaces cultivadores de rosas, plantas que encuentran en las laderas de las montañas condiciones para una floración deslumbrante. En Estados Unidos una rosa es su formal flor nacional.
Europa floral
Una rosa es también emblema de la heráldica inglesa: la rosa Tudor es una rosa ficticia, bicolor. Luego de la “guerra de las rosas” por el trono de Inglaterra, ocurrida en el siglo XV, se unificaron la casa Lancaster (cuyo emblema era una rosa roja) y la casa York (una rosa blanca) gracias a un matrimonio. El símbolo de la unión de ambas casas fue una rosa roja y blanca que aparece en el escudo del Reino Unido.
La flor nacional de Escocia es el cardo (posiblemente el Cirsium vulgare o cardo negro, naturalizado en nuestro país). El origen de tal identificación es remoto; entre los antecedentes hubo una antigua Orden del Cardo, que tenía por lema “nadie me ataca con impunidad”.
España adoptó el clavel, con sus pétalos como volados de vestido, Francia tiene como emblema el lirio, en la forma estilizada de la flor de lis, que desde el siglo XII se convirtió en insignia de la realeza al ser adoptada por Luis VI.
En Suiza, edelweiss (Leontopodium nivale), una pequeña planta de altura que crece espontáneamente a más de 1.500 metros sobre el nivel del mar. Tiene la particularidad de que sus flores están cubiertas por unos pelitos que las protegen del frío y la nieve con su capa aislante.