Se pueden cultivar en la huerta y tienen efectos para retrasar el envejecimiento neuronal.
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A medida que envejece, el ser humano va perdiendo capacidades físicas. El proceso de deterioro comienza entre los 40 y 50 años: se pierde masa muscular, la visión se vuelve menos aguda y las articulaciones comienzan a fallar.
En el cerebro ocurre algo distinto. Los circuitos cerebrales, responsables de las conexiones que nos permiten aprender, razonar y recordar, cambian radicalmente. Esto se debe a que los circuitos se conectan más con las redes que manejan los temas generales y no los específicos, como ocurre en los años previos.
Resistencia al envejecimiento
Al ser la optimización de los nutrientes una de las razones del cambio radical en el conexiones del cerebro, la principal recomendación para mantener un cerebro saludable a la vez que envejecemos es mantener una dieta saludable y hacer ejercicio. En particular, se recomienda el consumo de tres tipos de alimentos:
- Nueces (Juglans regia): Contienen numerosas vitaminas y minerales entre los que destaca su alto contenido en vitamina E, con un alto efecto antioxidante. Asimismo, es una rica fuente de ácidos grasos poliinsaturados como el omega 3 y el omega 6, esenciales para la función neuronal y el sistema nervioso central.
Los antioxidantes son sustancias que protegen a las células y tejidos de otras sustancias oxidantes susceptibles de provocar enfermedades como el cáncer o el alzhéimer. Así, introducir alimentos que nos aporten antioxidantes permitirá a nuestro organismo contrarrestar los efectos de los agentes oxidantes.
Las nueces, además, contienen ácido fólico, que impide que aumenten los niveles de homocisteína en sangre, disminuyendo así el riesgo de enfermedades cerebrovasculares.
Las nueces ayudan a desarrollar la memoria y favorecen el aprendizaje, además, son un antidepresivo natural ya que su alto contenido en omega 3 favorece la producción de serotonina, sustancia que aumenta la sensación de bienestar y felicidad.
- Palta (Persea americana): La plata también tiene un alto contenido de omega 3, que favorece la producción de serotonina, sustancia que aumenta la sensación de bienestar y felicidad.
La palta contiene vitamina B, esencial para el buen funcionamiento del cerebro y capaz de aumentar la energía cerebral, el crecimiento celular, la capacidad de comunicación e incluso la resistencia a las enfermedades.
Además, la palta contiene un antioxidante llamado luteína que desempeña un papel importante en nuestro funcionamiento cognitivo y visual a lo largo de toda la vida.
- Verduras “verdes”: Los alimentos de color verde como las espinacas, el brócoli, la lechuga y otras son ricos en vitamina K, un nutriente fundamental para el cerebro.
Además, las verduras contienen luteína, ácido fólico y el betacaroteno, sustancias que pueden ayudar a retrasar el deterioro cognitivo.