Estanques: ¿cómo mantener su equilibrio natural?
Para trabajar menos y disfrutar más, la mejor aliada es la naturaleza: un buen equilibrio entre las plantas mantendrá el jardín acuático en su condición adecuada.
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Juan Pablo Trinco
El paisajismo acuático, como todas las tendencias, regresa a las fuentes: imitar una laguna, y dejar que la naturaleza haga su trabajo, es la mejor opción para mantener nuestro estanque en condiciones y trabajar menos.
¿Cómo se logra esto?
En principio, es necesario cambiar el “switch” en nuestra cabeza y ejercitar la paciencia: establecer un ecosistema lleva su tiempo.
- Plantar especies con diferentes funciones, utilizando las proporciones adecuadas.
- Usar una gran proporción de especies nativas.
- No usar especies invasivas.
- Entender que con el paso de las estaciones cambia la dinámica: no siempre hay flores, a veces habrá algas, etc.
Algunas especies
Teniendo en cuenta los diferentes grupos ecológicos de acuáticas, algunos de los muchos ejemplos de las autóctonas que podemos utilizar son:
• Oxigenadoras: Cabomba (Cabomba caroliniana), elodea (Egeria densa), cola de zorro (Ceratophyllum demersum); el pinito de agua (Myriophyllum aquaticum) es más flotante y se mantiene verde en invierno.
• Flotantes: Camalote o aguapey (Eichhornia crassipes, E. azurea) con sus llamativas flores violáceas, repollitos de agua (Pistia stratiotes), mordisco de rana (Limnobium spongia).
Para espacios pequeños, las variantes de lentejitas de agua (Lemna sp., Spirodela sp., Wolffia sp.); azolla (Azolla filiculoides), acordeoncitos o helechitos de agua (Salvinia biloba). Todas estas muy invasivas; tener cuidado de no ponerlas en cursos naturales.
• Palustres: Thalía (Thalia geniculata, T. dealbata, T. multif lora), cuchareros (Echinodorus grandif lorus); pontederias (Pontederia cordata), con flores violáceas; sagitarias (Sagittaria montevidensis), totoras (Typha); cola de caballo (Equisetum giganteum), que es una versión ramificada del equisetum; papiros nativos (Cyperus prolixus).
• Ninfoides: Dan flores, sobre el agua, formando reales praderas acuáticas. Son un buen reemplazo de nenúfares. Camalotillo o estrellita de agua (Nymphoides indica), con flores blancas en forma de estrella; amapolita de agua (Hydrocleys nymphoides), muy florífera y resistente.
Las nativas pueden recolectarse en ríos o lagunas, pero conviene hacer una desinfección previa para evitar la proliferación de parásitos que afecten a los peces. Colocar la parte en contacto con el agua en una solución con azul de metileno. Si no se consigue, solo en una solución con vinagre en tres partes de agua.
Peces ¿cuáles sí y cuáles no?
- Tomar conciencia y no usar carpas.
- Podemos reemplazarlas por especies nativas que controlen los mosquitos (madrecitas).
- Si queremos especies ornamentales, podemos colocar cometas o subunkies.
- Si ya tenemos carpas, nunca soltarlas a cursos de aguas naturales.
Las carpas, una amenaza
Uno de los peores desastres ecológicos en ciernes es la liberación de carpas en cursos naturales de agua.
La carpa (Cyprinus carpio) es un animal muy destructivo para los ecosistemas acuáticos: sus hábitos ecológicos, su homogénea genética y la necesidad de desarrollar su musculatura hacen que esté todo el tiempo buscando alimentarse, lo que redunda en la deforestación de casi toda la vegetación de nuestro estanque.
En espacios naturales, además de este mismo efecto, se suma la aniquilación de los desoves de especies autóctonas, como tarariras, bogas, pejerrey.
Las guneras
Una palustre muy poco utilizada es la Gunnera. Es muy llamativa por su porte, con hojas gigantes que llegan a 1,5 m de ancho; toda su anatomía está llena de espinas.
Crece en condiciones de humedal. Tanto la especie foránea Gunnera manicata como nuestra versión local, la Gunnera tinctoria (más conocida como nalca o pangue), son muy llamativas.
La nalca crece en el sur de nuestro país y en Chile. Es una especie comestible utilizada ya por los mapuches. Su pecíolo se puede comer solo pelándolo y tiene gusto parecido al apio.
Es una especie difícil de adaptar a todas las latitudes, de difícil crecimiento y reproducción. Se pueden usar sus mismas hojas gigantes cortadas para tapar los brotes nuevos en el invierno.
Por Juan Pablo Trinco
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