Livings exteriores, rústicos y sencillos para disfrutar la mejor parte del verano: la sombra de algún árbol. En esta nota, te mostramos ideas simples para revalorizar espacios al aire libre.
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Los lugares para estar son lugares para disfrutar el jardín, ni más ni menos. Con pocos elementos, podemos sumar usos novedosos para disfrutar de la sombra de nuestros espacios al aire libre.
Quizás podemos aprovechar un rincón que considerábamos residual, revalorizando la sombra de los árboles, bajo cuyas copas encontramos una magia especial.
Cerca de un sector de sol del jardín, con canteros curvos de gramíneas y rosales, se repitió la misma geometría curva debajo de un gran eucalipto.
Se armó así un nuevo lugar de sombra con una hamaca de madera a un lado, dos sillones construídos en palss y una mesa de troncos de otros eucaliptos.
Para el piso se usó piedra partida gris.
Paisajismo: Fernando Bianco.
En un pequeño jardín, se armó un rincón de estar delimitado con antiguos postes de campo, cubierto con piedra bola de río.
Los bancos fueron hechos con varillas de alambrado recicladas.
Por detrás, asoman Cyperus papyrus y pasto palmera contra el fondo de Ficus repens.
Paisajismo: Fernando Bianco.
Un patio seco de sombra con un juego de solados (de baldosas y de piedra) a diferentes niveles.
La piedra se transforma en bancos o escalones hacia la orilla de un pequeño estanque.
Un cerco compacto de tablones de madera termina de contener el lugar.
Banco de acero del artista argentino Pablo Reinoso, una de las esculturas de su serie de bancos y asientos en gran escala, que cuestiona la realidad y los usos tradicionales de los objetos.
En un jardín de Villa La Angostura, un semicírculo de troncos brinda reparo de los vientos y a la vez permite ver el lago que se extiende más alla.
Todos los muebles son de madera, con una impronta rústica entre los coihues, arrayanes y radales.
Paisajismo: Liliana Detry y Ana Goñi.
En un claro entre grandes árboles, se armó un living exterior, rústico y sencillo pero adecuado a la escala del lugar.
Un árbol caído en una tormenta se transformó en el mobiliario ideal, sustentable y a tono con el resto de este jardín patagónico.
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