Chauvín Centro de Creación es cafetería, restaurante, rooftop, galería de arte, sala de conciertos y de teatro. Una multiplicidad de espacios y propuestas en un mismo lugar.
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Todo empieza con una idea: dar vida a una selva en pleno Mar del Plata. Dado el clima templado y las noches frescas, armar el espacio fue parte de un proyecto de diseño a medida. Con la arquitectura a cargo del estudio MPMC (Mariani Pérez Maraviglia Cañadas), junto con el propietario se planteó la necesidad de generar un oasis verde, un refugio de la vorágine de la vida urbana y un gran patio para disfrutar a cualquier hora del día. Así nace Chauvín Centro de Creación, ubicado en el barrio homónimo.
El encargado del proyecto paisajístico de Chauvín fue Ignacio Van Heden. Fue necesario trabajar junto con la arquitectura, para dar vida a este espacio multifuncional, cultural y gastronómico. El resultado está a la vida: el proyecto incluye escaleras, gradas y desniveles que permiten balconear y promover encuentros y miradas hacia los espacios interiores. El hormigón es protagonista y la vegetación logra suavizar y exaltar la materialidad.
Con la premisa del vergel urbano, el paisajista de Chauvín seleccionó los árboles y arbustos para lograr el efecto propuesto. Los primeros incluyeron especies tropicales y con color otoñal, para acentuar la estacionalidad y sumar dinamismo a lo largo del año. Por tratarse de grandes maceteros elevados, se optó mayoritariamente por ejemplares multitronco, lo que permitió “bajar” la escala del espacio.
Para el angosto cantero perimetral de Chauvín, se pensó en árboles torcidos que parecen haber crecido en el lugar y dan la idea de protección a las mesas. Los jacarandás enmarcan la escalera y generan una bóveda al circular por ella. Gleditsia ‘Sunburst’ es el árbol central protagonista. Bauhinias y más jacarandás se “despegan” de las medianeras, mientras que Rhus typhina y koelreuterias son pausas en el ascenso. Todo está acompañado con arbustos y herbáceas a sus pies. Se plantaron viburnums y brunfelsias para sumar perfumes, junto con citronela y aromáticas.
Para atraer aves, en Chauvín se ubicaron abutilones y otras especies con pequeñas flores. Las brugmansias aportan textura y flores vistosas en color rosado. Las orejas de elefante también toman protagonismo. Una vez impermeabilizados los macetones y canteros de hormigón, se completaron simplemente con tierra negra fina ya que tiene contacto en profundidad con el terreno original.
La plantación de Chauvín se realizó en etapas, a medida que avanzaba la obra. Salvo la ubicación de los árboles centrales y los principales (que se emplazaron según el plano de plantación), el resto de las plantas se fue ubicando teniendo en cuenta la zona y los futuros usos, priorizando la secuencia de floración a lo largo del año, sin olvidar el detalle de los aromas. Se plantó en alta densidad para evitar la aparición de malezas y también para lograr un efecto inmediato. Se estableció riego por goteo.
El desarrollo óptimo se debe a aa situación del patio protegido de los vientos dominantes y, al mismo tiempo, la buena ventilación. Además, se cuidó que las plantas no sufrieran estrés durante la obra. A partir de la inauguración de Chauvín en abril de 2023, la vegetación se fue desarrollando y para la primavera y el verano el patio parecía ya establecido, vigoroso y florido. La clave del éxito fue el mantenimiento a medida que avanzaban las etapas. No solo el riego fue clave, en los meses de verano, sino también el lavado del follaje del polvillo de la obra. Hoy la ciudad disfruta de este maravilloso vergel: alimento para el alma y, también, refugio de la creatividad.