Como cada mes de julio, mientras los jardineros ponen a punto las plantas del Parque Tres de Febrero, los porteños pueden ir a retirar los esquejes. El año pasado, por las restricciones sanitarias, se sortearon por redes sociales.
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La temporada de poda de los ocho mil rosales plantados en el corazón del Parque Tres de Febrero en Palermo ya comenzó y hasta el viernes 23 de julio los vecinos y vecinas podrán ir a buscar de forma gratuita los gajos (o esquejes) para reproducir y atesorar un pedacito del emblemático Rosedal porteño en su jardín. La entrega se realiza de martes a viernes, de 13 a 17, en el sector de la pajarera, a pocos metros de Avenida Iraola y Avenida Presidente Pedro Montt.
Como todos los meses de julio, los jardineros del parque más grande de la Ciudad de Buenos Aires se ocupan de podar las 93 variedades de rosales, entre ellas Híbridas de té, Floribundas, Trepadoras, Miniaturas, Antiguas o Inglesas, para que florezcan sanas y fuertes y alcancen el máximo punto de desarrollo a fines de octubre y principios de noviembre, meses en los que se pueden ver entre 18 mil y 20 mil rosas.
“Esta es nuestra 8va edición. Antes, en las podas, se tiraba todo y aquellos vecinos que sabían cómo reproducirlas por esquejes iban a los containers y los recogían. Así fue hasta que en 2014 comenzamos a organizar un sistema de entregas. Hoy, a cada persona que se acerca, le damos cinco gajos y un folleto con instrucciones de cultivo. El año pasado no pudimos hacerlo por la pandemia pero en las ediciones anteriores se acercaron entre 10 mil y 12 mil personas”, cuenta Martín Cantera, presidente de la Comuna 14 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Debido a las restricciones sanitarias, en 2020 se realizó un sorteo virtual a través de las redes sociales para quienes querían recibir los esquejes y en solo 48 horas se anotaron 12.800 personas. Finalmente, un equipo conformado por la Comuna 14 y el Ministerio de Espacio Público porteño se ocupó de ir casa por casa y hacer la entrega a 200 familias que, además, incluía un folleto instructivo y un kit inicial de jardinería para, de algún modo, seguir con la tradición.
“Yo era de las que iba a buscar los esquejes al container hasta que en 2016 empecé a participar como voluntaria. Hoy me ocupo de recibir a los vecinos y explicarles lo que van a recibir: los gajos y el nombre de la rosa, de qué color es, si tiene perfume o no. Les cuento cómo cultivarla y lo que van a necesitar para hacerlo, que en realidad es muy poco: una hormona de enraizamiento y tierra negra con perlita. Solo con eso van a lograr que su esqueje se convierta en una hermosa rosa del Rosedal”, dice con entusiasmo Connie Moreno Quintana, vecina de la Ciudad de Buenos Aires y socia de la Asociación Argentina de Rosicultura.
Para aquellas personas que no conocen El Rosedal ni sus alrededores, esta puede ser una excelente oportunidad para descubrirlo. Un recorrido posible, de menos de un kilómetro, puede iniciarse en el Patio Andaluz, donado por el Ayuntamiento de Sevilla en 1929, y desde allí caminar hacia El Rosedal donde además se encuentra El Jardín de los Poetas con los bustos de famosos escritores como Alfonsina Storni, Antonio Machado, Federico García Lorca, Jorge Luis Borges , entre otros. A pocos metros de allí se puede cruzar el lago por el famoso Puente Helénico o Puente Griego y conocer el Museo Sívori. Por último, una buena opción es caminar hacia el ex Paseo de la Infanta donde se encuentra un polo gastronómico, ideal para sentarse a almorzar y disfrutar al aire libre del invierno en Buenos Aires.
LA NACION