El árbol de jade es una de las plantas más utilizadas en decoración. Bonita y resistente, es la especie perfecta para iniciarte en el mundo de la jardinería, pero además simboliza la abundancia y la prosperidad.
- 3 minutos de lectura'
El árbol de jade, o árbol de la abundancia (Portulacaria afra), también conocido como planta elefante o árbol del dinero, es una planta apta para principiantes y personas despistadas, ya que requiere muy pocos cuidados y soporta largos períodos sin riego.
Pero además, según el Feng Shui, la filosofía china que corrige, sana y redirecciona energías para armonizar el hogar desde la decoración, simboliza la abundancia y la buena suerte.
Según el Feng Shui, la energía de la casa se traslada directamente a sus habitantes. Es por eso que el hogar debe respirar un clima de paz y armonía para que la vida de sus ocupantes pueda transitar en esa dirección. Algunos elementos —si se utilizan de forma inapropiada— pueden desequilibrar el flujo de la energía, y es en este punto en el que determinadas plantas toman el rol de armonizadoras.
Plantas que armonizan
Pero no cualquier planta es bienvenida en el universo Feng Shui. Las flores secas y las plantas artificiales suelen representar energías muertas y eso puede traducirse en muy malas vibraciones, que pueden ser invitaciones a estados de ánimo no deseados.
El Feng Shui estimula a que el hogar cuente con flores frescas o plantas de hojas verdes de aspecto redondeado. Las líneas curvas, siempre son sinónimo de armonía.
El árbol de jade o de la abundancia es originario de Sudáfrica. Es una planta tan resiliente que es ideal para los que no tienen mano verde y para cultivar en ambientes donde no hay condiciones propicias para la vegetación.
“Este árbol en realidad es una planta crasa que puede crecer 2 metros de alto si está plantada en tierra. También puede cultivarse en una maceta tipo bonsái, donde crecerá con el mismo fervor solo que más pequeña”, dice la paisajista Agustina Anguita.
Cómo se cuida
El árbol de jade pertenece a la familia de las suculentas, por eso se encuentra entre las plantas más resistentes. Sin embargo, hay algunos cuidados que se deben tener en cuenta. El drenaje es muy importante, ya que no necesitan mucha agua, y de hecho, si hay exceso, las raíces podría pudrirse.
Un indicio del exceso de riego en el árbol de jade es que se le caigan las hojas, así que hay que prestar atención. Basta con regar cada quince días en verano y una vez al mes en invierno. En cuanto a la luz y el clima, prefiere un lugar cálido y seco, en lo posible con luz indirecta durante los meses de más calor.
Para multiplicarlo, en primavera o verano se pueden cortar esquejes tanto de tallos como de hojas. Se debe dejar que el corte se seque durante un par de días y luego se planta en una maceta con suelo arenoso y húmedo. Los primeros días conviene ubicar la maceta en un espacio luminoso, sin sol directo, pero cálido.
Si se mantiene pulverizado con agua el sustrato, a las pocas semanas ya habrán crecido las raíces de nuestra nueva planta de la abundancia.
LA NACION