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Las casas del sur de Francia y todo el encanto de la Provenza inspiraron el diseño arquitectónico del hogar, del que estuvo a cargo Ricardo Pereyra Iraola. También la naturaleza de esa región, amada por viajeros de todo el mundo que llegan atraídos por su paisajes y sus extensos campos de lavanda, planta a la que, precisamente, se le rinde homenaje con el color de las paredes. Combinado con piedra cascarón de Córdoba y persianas de hierro verde agua, el conjunto de espacios intermedios, conformado por el patio de tránsito, el patio de recibimiento y la galería de acceso, adquiere personalidad propia.
El diseño paisajístico, a cargo del estudio de paisajismo Stewart-Murray, incluyó tonos de la misma paleta y blancos para acompañar la escena. El solado de acceso vehicular es de piedra bola cementada y luego se usó mármol travertino. El banco de mampostería con respaldo redondeado resuelve un sector de espera y le da sentido al patio de tránsito diseñado para el frente.
Una bignonia violeta (Thunbergia grandiflora) “ablanda” la arquitectura y jerarquiza la entrada. Para cerrar el lateral, los paneles de chapa oxidada calada evitan el uso de alambrados. Por delante, asoman Dietes grandiflora y Glandularia sp. rastreras, de follaje color verde brillante que persiste en los meses invernales.
Acompañando lateralmente la galería de acceso, un gran cantero con sombra que proyecta la casa vecina fue resuelto con alpinias, jazmines kimura, dietes, vincas y un jazmín del país contra el arco de piedra.
El piso fue resuelto con mármol travertino y una flor de guarda de mármol negro. Los limoneros en portamacetas de madera combinan con el estilo del portón de acceso y encuadran el patio.
La puerta rústica de madera da paso a un “túnel” de palos de eucaliptos que conduce hacia el patio de recibimiento. Allí se quiso lograr que el acceso tuviera un recorrido para generar intimidad y sorpresa hasta llegar a la puerta principal de hierro forjado. Los utensilios y antiguas maquinarias de jardinería son esculturas en los muros.
Así, elementos individuales seleccionados cuidadosamente y agrupados a consciencia, evoca exitosamente el espíritu sureño de Francia y el encanto de la campiña provenzal.