Las culturas asiáticas hicieron una gran contribución con verduras saludables que no conocíamos en occidente: te contamos cómo se cultivan y por qué son muy nutritivos el daikon, el pak choi, hakusai y jengibre. Te contamos como cultivarlos para que los tengas en agenda cuando llegue la época ideal.
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No hace mucho, un nuevo grupo de vegetales se sumó a los platos argentinos. Se instalaron de la mano de cocineros y chefs, de viajeros sibaritas o de horticultores audaces.
Muchos trascendieron las cartas de los restaurantes o las pantallas de los programas de cocina por TV y se arraigaron al menú diario de las familias locales. Originarios de China, India o Japón, algunos ya son viejos conocidos, como el jengibre, y otros, nutritivos vegetales que vale conocer y, por qué no, sumar a la huerta en casa. Te contamos cómo se cultivan y cómo se consumen.
Daikon - lo bok
(Raphanus sativus var. longipinnatus)
El rábano chino o japonés, como se lo conoce también en otros países de habla hispana, es una verdura de la familia de las Brasicáceas que se puede cultivar en la temporada otoño-invierno.
Daikon en japonés significa “gran raíz”, ya que algunos ejemplares alcanzan más de medio metro de longitud. Las hojas son angostas, largas (30 cm) y muy divididas. La raíz es gruesa, de 5 a 10 cm, cilíndrica y puntiaguda, de color blanco.
Se puede consumir crudo o cocido. Sus hojas son comestibles y con un sabor similar a la mostaza. También se comercializa el daikon rallado lactofermentado en frascos.
Cultivo. Se siembra directamente en el cantero, a una profundidad de 0,5 a 1 cm y en línea, haciendo un surco. Primero hay que humedecer el fondo del surco, aplicar compost maduro y sobre esta capa poner las semillas.
Es conveniente no sembrar muy densamente para evitar el raleo posterior. Si fuera necesario, dejar una separación de 15 a 20 cm entre plantitas. Esta distancia permitirá el desarrollo de raíces voluminosas y turgentes. Prospera en suelos sueltos, algo arenosos y con buen drenaje. Estas plantas prefieren una exposición a pleno sol, aunque soportan algo de sombra.
La cosecha. Desde la siembra, son 50 a 60 días. A simple vista se ve la raíz engrosada, hay que tomarla con cuidado desde la base y descalzar toda la planta. Es importante no demorar mucho la cosecha ya que el aumento de peso de la raíz es a expensas de su calidad (pierde jugosidad).
Acelga china - pak choi
(Brassica chinensis)
Su origen es oriental y hay registros de su cultivo en China desde hace más de 1.500 años; en Japón recién se la conoció a fines del siglo XIX.
Es una planta anual con raíz compacta, gruesa y poco ramificada. Sus hojas son erectas, de unos 20 a 25 cm de largo, de color verde oscuro y con borde liso. Los pecíolos son gruesos y carnosos. Las hojas no se “arrepollan”, sino que se disponen libremente formando una copa.
Las hojas de la acelga china son muy ricas cocidas al vapor, salteadas al wok y asadas como las endivias o en papillote.
Cultivo. Se siembra en almácigo. La primera siembra se puede hacer en la última semana de febrero y hasta la última de julio. Germina con rapidez.
Estos plantines requieren humedad constante para evitar el estrés. Se trasplantan de 30 a 40 días luego de la siembra, deberán tener tres o cuatro hojas verdaderas y una altura de entre 10 y 12 cm.
Trasplantarlos a 0,20 m entre plantas y de 0,20 a 0,30 m entre hileras. Prefiere una exposición soleada, suelo profundo, rico en materia orgánica.
Antes del trasplante, es importante que el suelo esté bien preparado: horquillado en profundidad, desmalezado y con compost incorporado. La temperatura ideal para su desarrollo es entre 13 y 18º C. Requiere riegos frecuentes.
La cosecha. Se corta con un cuchillo filoso por debajo del nacimiento de las hojas, en la base de la “copa”.
Hakusai
(Brassica rapa subv. pekinensis)
También se trata de un cultivo de otoño-invierno, y al igual que los dos anteriores, también pertenece a la familia de las Brasicáceas.
Originaria de China, es una planta que, según la variedad, forma un cogollo o cabeza alargada o redondeada. Las hojas internas son de color verde claro, onduladas y con repliegues. Las externas son de un tono verde más oscuro. Una gran nervadura central blanca es característica de esta verdura oriental. Son plantas grandes y voluminosas, que alcanzan los 3 kg de peso.
El hakusay se puede consumir de distintas maneras:
- Crudo: en ensaladas aporta, además de su particular sabor, volumen y saciedad. Los numerosos repliegues de sus hojas las hace muy crujientes al consumirlas en ensaladas.
- Cocido: se lo incluye en sopas, guisos e infinidad de preparaciones orientales.
- En la cocina occidental puede reemplazar al repollo en ensaladas y platos cocidos.
- En Oriente se lo encurte tipo chucrut.
Cultivo. Se siembra en almácigo. La primera siembra se puede hacer en la última semana de febrero y, la última, al finalizar julio.
Estos plantines requieren humedad constante. Se trasplantan de 30 a 40 días luego de la siembra. Deberán tener tres o cuatro hojas verdaderas y una altura de 10 a 12 cm. Es importante no excederse de ese período ya que los plantines disminuyen significativamente el crecimiento.
Prefiere una exposición soleada, suelo profundo, rico en materia orgánica.
Previo al trasplante es necesario tener el suelo bien preparado: horquillado en profundidad, desmalezado y con compost incorporado.
Hacer un hoyo más profundo que el practicado para los plantines de otras hortalizas. De esta forma quedarán cubiertos hasta el primer par de hojas.
La temperatura ideal para su desarrollo saludable es entre 13 y 18º C. No se recomienda su cultivo en macetas. Cuidado con el pulgón del repollo y el ataque de caracoles y babosas.
La cosecha. El momento ideal para cosecharlo es cuando el hakusai está compacto. Eso sucede a los 70-75 días después de la siembra. Se corta con cuchillo por debajo del nacimiento de las hojas.
Jengibre
(Zingiber officinale)
En China e India se lo utiliza desde hace miles de años con fines medicinales y gastronómicos. En Europa aparece mencionado en libros de medicina del siglo X y ha gozado de popularidad en la gastronomía desde la Edad Media. Más tarde, en el siglo XVI, los españoles lo trajeron a América. Es una herbácea rizomatosa de 1 m de altura. Sus flores son muy aromáticas. Kión es otro de sus nombres.
El jengibre se puede consumir, al menos, de tres formas bien distintas:
- El rizoma fresco se agrega para dar un sabor picante y aromático a los platos.
- El polvo fino de jengibre se utiliza tanto en repostería como en sopas de carne o pescado.
- El extracto de jengibre sirve para aromatizar una bebida muy apreciada en los países anglosajones, la ginger-ale.
Cultivo. Se multiplica por división de matas o trozos de rizomas. Se cortan fragmentos de rizoma con un cuchillo bien afilado y se plantan en un suelo o un sustrato suelto.
Prospera en clima tropical húmedo. Requiere un suelo fértil, profundo y con buen drenaje. Se puede cultivar en un sector húmedo y protegido del frío en la huerta. Es muy ornamental.
Cosecha. La recolección de los rizomas tiene lugar de 6 a 12 meses después de la plantación. Cavar cuidadosamente y retirar algunos rizomas.
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