No todas las plantas tienen las mismas necesidades ni todos los espacios les ofrecen las mismas condiciones. Conocer sus requerimientos te va a ayudar a elegir mejor dónde ubicarlas.
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Las plantas se volvieron un objeto decorativo por excelencia a la hora de darle vida y calidez a nuestras casas u oficinas. Suman encanto y crean entornos más saludables, ya que muchas de las especies que habitualmente usamos para cultivar puertas adentro, tienen la capacidad de purificar el aire. Pero para verlas lindas y sanas, es preciso encontrarles el lugar indicado, ya que no todas las especies tienen las mismas necesidades ni todos los ambientes de la casa ofrecen las mismas condiciones.
¿Cómo saber cuánta luz necesita una planta? Es un valor imposible de generalizar, pero hay dos datos que te pueden ayudar a tener un indicador aproximado y a proporcionales el lugar adecuado.
- La luz necesaria para el crecimiento de una planta que tolera la baja iluminación es el equivalente a la luz necesaria para la lectura de un libro en un ambiente doméstico.
- Las plantas con hojas totalmente verdes toleran menos luz que las variegadas o con bandas en blanco o amarillo. Cuando más oscuro es el color verde de una hoja mayor es la tolerancia a la falta de luz.
En esta nota, te mostramos diferentes propuestas para que elijas qué rincón destinarles según la cantidad de luz y humedad que reciben tus espacios.
Ambientes muy luminosos
Schefflera: cultivada en interiores, suele ser un arbusto de tallos largos como cañas, con hojas palmadas de color verde oscuro brillante. En general es fuerte y no presenta inconvenientes de manejo. Precisa luz intensa pero filtrada y en verano requiere un ambiente húmedo, sin corrientes de aire. Dejá secar el sustrato entre cada riego y comprobá que el exceso de agua salga bien por los orificios de drenaje. Cuando caen las hojas inferiores, suele ser por falta de luz y si aparecen hojas amarillas y caedizas puede deberse a un exceso de riego.
Ficus pandurata: es conocido como “árbol lira” por la forma de sus hojas, grandes, verdes brillantes, con las nervaduras oscuras bien marcadas. Si se cultiva en interior, puede alcanzar los 2 metros. Es de crecimiento lento y requiere un ambiente luminoso pero sin estar directamente expuesto al sol. No debe ubicarse en sitios con corrientes de aire, y hay que mantener la maceta alejada de las fuentes de calor ya que no tolera los ambientes con baja humedad. Necesita un sustrato liviano, bien drenado y riego frecuente en verano y semanal en invierno.
Spathyphyllum: el “lirio de paz”, como se lo suele llamar, es de crecimiento rizomatoso y sus hojas son de gran tamaño, verdes oscuras, brillantes y con los bordes algo ondulados. Durante todo el año produce inflorescencias con flores muy pequeñas y ligeramente perfumadas pero la floración dependerá de la luz que reciba. Necesita riego frecuente sin encharcamiento y agradece la humedad ambiental. También puede cultivarse en kokedama.
Ambientes luminosos y húmedos
Fittonia albivenis: de hábito rastrero, es reconocida por la belleza de sus hojas verde oscuro con vetas blancas, rojas o rosadas según el grupo. Necesita sustrato de turba y material liviano, con luz indirecta. Por su porte y crecimiento, conviene cultivarlas en macetas anchas y bajas. Necesitan un ambiente cálido y agradecen la humidificación del ambiente o ser colocadas sobre un cuenco o plato con piedritas y agua. No toleran corrientes de aire y se propagan fácilmente por esquejes de tallos.
Bromelias: cultivadas en interiores prefieren los ambientes húmedos y cálidos. Crecen desde una roseta de hojas de tonos variables según el cultivar, con bandas plateadas, rosadas, variegadas, oscuras. Florecen una sola vez; luego la planta muere pero deja en la base numerosos retoños que permiten multiplicarla. Es clave la humedad atmosférica: durante el verano deben recibir agua en las axilas de las hojas y la roseta central. Sin embargo, el sustrato debe estar apenas húmedo. Un exceso de agua, en especial durante el invierno puede favorecer la aparición de hongos y la consecuente putrefacción.
Ambientes con luz media
Dracaena fragans: el famoso palo de agua es una de las plantas más rústicas para el interior de las casas y espacios laborables. Suele florecer en interior y requiere temperaturas templadas-cálidas, sitios con luz pero no con sol directo y sustrato bien drenado, húmedo pero no encharcado. Si lo vas a ubicar en sitios con poca luz, que tolera, dejá secar el sustrato entre riegos. Con los años, la planta crece y puede necesitar que la cambies de maceta.
Rhapis: es una palmera de pequeño porte, con tallos múltiples agrupados como cañas de bambú. Es una especie rústica, que se adapta a condiciones variadas, aunque prefiere la ubicación a media sombra. Necesita suelos de neutros a ligeramente ácidos con buen drenaje. Requiere riego regular, con mucha menos frecuencia en invierno.
Pilea: conocida como “planta china del dinero”, es una especie de muy fácil mantenimiento, con un follaje atractivo, de hojas redondeadas y porte pequeño que le da una versatilidad única para que la ubiques en cualquier rincón de tu casa, incluso en terrarios. En interiores, ubicala en lugares con buena luz pero que no reciba el sol directo en ningún momento, porque le quema las hojas. Necesita sustrato suelto y liviano, bien drenado. En verano necesita riegos frecuentes; en invierno un riego semanal suele ser suficiente, siempre que dejes secar el sustrato entre riegos para evitar que la tierra se empape o permanezca húmeda constantemente. No tolera temperaturas bajas ni corrientes de aire.
Ambientes poco húmedos y con luz media
Sansevieria: es ideal para interiores poco iluminados y con bajo mantenimiento, es sensible a las bajas temperaturas en invierno y requiere ambientes secos y sustratos ligeros, bien drenados. Evitá el riego en exceso: en invierno alcanza con que la riegues mensualmente; en primavera y verano, cuando el sustrato está completamente seco. Admiten posiciones sombrías, aunque en estos casos se vuelven menos suculentas.
Experta consultada: Gabriela Benito, ingeniera agrónoma.