Cómo cortar los tallos, qué materiales necesitás y cómo hacer para que duren más tiempo: te contamos los secretos para dar los primeros pasos en el diseño con flores.
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La composición floral es un arte efímero, pero con intuición y algunas reglas básicas se pueden lograr diseños sorprendentes. Hay que detenerse primero en los colores, después en las formas y luego en las texturas; así percibe el ojo humano la belleza de los arreglos florales.
Y aunque la primavera es la estación óptima para las flores de jardín, el clima benigno del centro y norte del país nos da inviernos y otoños con frutos y hojas muy aprovechables. De filodendros, alocasias, hiedras, aspidistras son algunas de las hojas que usamos, también frutos y semillas de jacarandá, liquidámbar, piñas, bellotas.
Además de los elementos naturales, los contenedores pasan a formar parte del arreglo, como un componente importante. Los de vidrio transparente son perfectos para las flores de tallo limpio, como las calas, anémonas, marimonias o tulipanes. En cambio los contenedores hechos con palitos de poda, cortezas u hojas pegadas son ideales para bouquets, y se eligen de acuerdo con el diseño que se va a realizar.
Los arreglos florales de hoy son cada vez más descontracturados, asimétricos y naturales, con un estilo silvestre en el que se busca destacar la forma de cada flor y cada elemento usado en el diseño.
Dónde conseguir el material para hacer un arreglo floral
- Mercado de flores: Las flores y follajes que se consiguen allí vienen de productores (magnolias, pitosporum, abelias, laurentinos, etc.) y de recolectores (gramíneas, hojas de lirios, juncos, etc.). En Buenos Aires, el lugar especial para conseguir flores naturales y plantas en flor es la Cooperativa Argentina de Floricultores (calle Olavarría, Barracas) y también el Mercado de Flores de la ciudad de La Plata.
- El jardín: antiguamente desde los fabulosos castillos hasta las casas más sencillas tenían en sus huertas espacios para flores de corte. Hoy es una tendencia que vuelve: tener una huerta y flores en casa. Pero un jardín no brinda solo flores sino también gran variedad de follajes, frutos, bulbos, semillas que permiten realizar diseños únicos.
- La naturaleza es fuente inagotable y generosa, provee un material de lo más variado, pero hay que ser respetuoso y consciente al momento de cortar: solo un 10% de lo existente evitaría problemas ecológicos o de extinción de especies. Recordá que hay insectos y aves que se alimentan de esas plantas y que sus flores y frutos también son sus órganos de reproducción. Las flores secas y ramos secos son furor en nuestro país. La pandemia y las tendencias que vinieron desde Europa llevaron a hacer nuevamente esos arreglos vintage, que traen recuerdos de hace muchos años. Son varias las formas de secado y de conservación de estas plantas; hay también varios proveedores que se especializan en este tipo de material seco. Es un tipo de arreglo que volvió para quedarse, pero siempre con un toque diferente y más actual.
Los primeros pasos antes de armar un arreglo floral
Limpiar e hidratar son los primeros pasos al recibir las flores del mercado. Si son de jardín, deben cortarse muy temprano en la mañana o a la tardecita, y rápidamente colocar en agua. Luego hay que eliminar todas las hojas inferiores de los tallos, las que quedarían sumergidas, para que no contaminen rápidamente el agua y los arreglos duren más tiempo. Si se agregan cuatro gotas de lavandina y cuatro gotas de vinagre blanco por litro de agua, se ayuda a evitar la proliferación de bacterias.
Para que un arreglo dure más tiempo es importante cambiar el agua del florero lo más seguido posible, por lo menos cada dos días.
Cómo preparar los tallos
La preparación de los tallos para hidratar se realiza con una navaja de florista o una tijera bien afilada para no apretar los capilares de absorción. Pero según la especie con la que estés trabajando, el corte varía.
- Tallos tiernos de bulbos: cortar la parte inferior blanca porque no absorbe agua, como en jacintos (Hyacinthus orientalis), narcisos, etc.
- Tallos débiles: cortar en diagonal e hidratar en el recipiente envuelto en papel de diario porque tienden a inclinarse, como en tulipanes, anémonas, etc.
- Tallos que desprenden látex: conviene cortar y cauterizar para que dicho látex no se pierda y lograr más duración, como en estrella federal (Euphorbia pulcherrima), zinias (Zinnia elegans), proteas, etc
Qué materiales se necesitan para crear un arreglo floral
- Espuma floral: se comercializa en las casas de insumos para floristas. El más usado mide 25 x 12 x 5 cm y hay que sumergirlo en un recipiente con agua. Sirve para mantener hidratadas y para fijar las flores. La desventaja es que no se degrada.
- Barro de floristería (arcilla húmeda): es interesante para el sostén de ramas y flores pesadas, pero tienen corta duración frescas. Admite introducirle tubitos con agua.
- Pequeños tubos de ensayo: se consiguen en droguerías y son ideales para atar en estructuras y contener las flores. Se llenan y vacían de agua con una piseta.
- Alambre tejido: la malla de gallinero (existe una muy liviana y de color verde) es muy útil para los recipientes no traslúcidos. Debe introducirse una pequeña esfera en el recipiente y así se consigue sostener ramas y flores en el lugar deseado.
- Kenzan o pinchaflores: es un elemento tradicional de sostén que se coloca directamente dentro del florero con agua.
- Musgo húmedo: sostenido con alambre tejido cumple dos funciones: sirve de anclaje a tubitos para flores y mantiene húmeda la fronda verde.
- Latas, recipientes plásticos o de telgopor: pueden ser reciclados, enmascarados con palitos de poda, pintados, forrados con sisal y se usan para contener flores y verdes.
- Recipientes de vidrio o de cerámica: con sus distintas formas, todos son aptos para flores. Si la boca del recipiente fuera muy grande y los elementos florales pocos, una grilla de cinta engomada sostenida de los bordes servirá de perfecto sostén.