El final del invierno abre el capítulo más esperado en el jardín: el comienzo de la época de mayor floración. Estas cuatro especies no te van a decepcionar.
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El clima cálido trae una recompensa al trabajo que demanda el jardín a lo largo de todo el año: las plantas comienzan a desarrollarse de forma notable y nos asombran con su crecimiento y sus flores.
Nuestras editoras seleccionaron cuatro especies que vale la pena cultivar por sus flores: algunas tienen una floración espectacular o prolongada, otras una floración multicolor y otras aportan colores que no son tan comunes en las flores de verano.
Physostegia virginiana
Se trata de una herbácea perenne vivaz, de entre 60 y 90 cm de altura, con hojas opuestas y flores blancas o rosadas que se presentan en largas y vistosas inflorescencias.
Es una especie muy florífera. Las flores son muy visitadas por mariposas y abejas. En invierno pierde las hojas y rebrota rápidamente a comienzos de la primavera. Crece mejor a pleno sol y en suelos drenados. Se reproduce por semillas y por división de matas.
Dahlia spp.
Las dalias son plantas bulbosas con raíces reservantes, de entre 40 y 150 cm de altura, perennes y vivaces. Sus bellas flores abarcan una amplia gama de colores y son ideales para corte.
Brotan a mediados de la primavera y florecen en verano y otoño, con grandes capítulos multicolores. Crecen a pleno sol o a media sombra, en suelos bien drenados. Se propagan por división de matas, cuidando que las porciones de raíces queden unidas a una porción de tallo con yemas.
Si se las cultiva en suelos pesados será necesario levantarlas, conservar tallo y raíces en un lugar seco y oscuro y volver a plantar en primavera, pero si los suelos tienen buen drenaje no es necesario realizar esta operación.
Cosmos bipinnatus
Es una herbácea anual de entre 60 y 100 cm de altura, con hojas finamente divididas y capítulos de varios colores en el ápice de las ramas.
Se la siembra directamente en los canteros en primavera y florece profusamente durante el verano y el otoño. Se resiembra muy fácilmente.
El cosmos es interesante para aumentar la floración de canteros y atraer mariposas
Persicaria amplexicaule
Es una planta herbácea perenne, de entre 50 y 70 cm de altura, con hojas anchas, hastadas, con una nervadura blanca muy marcada.
Las flores son pequeñas, rosadas y se presentan en largas inflorescencias terminales. Requiere suelos bien drenados, pleno sol o media sombra. Se propaga por división de matas y en canteros se la puede combinar con salvias y gramíneas.
LA NACION