La sincronización de las actividades de jardinería con los ciclos lunares promueve un crecimiento más armonioso y sostenible de las plantas.
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Las fases de la luna pueden ayudarnos a obtener mejores resultados en el desarrollo de las plantas. La influencia de los ciclos lunares en los cultivos es una práctica antigua, pero en la actualidad, algunos especialistas se basan en el calendario biodinámico para decidir cuándo plantar, cosechar o trasplantar para obtener mejores resultados.
La sincronización de las actividades de jardinería con los ciclos lunares puede ayudar a trabajar con los ritmos naturales de la planta, promoviendo un crecimiento más armonioso y sostenible.
Siguiendo las fases lunares, es posible maximizar los recursos naturales disponibles para las plantas. La luna tiene una influencia significativa en las plantas, ya que controla la distribución del agua y, por tanto, la cantidad de humedad disponible para los cultivos.
Además, su fuerza gravitatoria y su luz influyen en la fisiología de las plantas, el crecimiento de su sistema radicular, la fotosíntesis, la producción de brotes y el nivel de germinación de las semillas.
Sin embargo, la evidencia científica sobre el impacto de los ciclos lunares en las plantas es limitada hasta el momento. Los efectos observados pueden variar según el tipo de planta y las condiciones ambientales.
La mejor manera de determinar cómo afectan los ciclos lunares a tus plantas es observar y registrar los propios resultados y experiencias en el jardín
Luna nueva
Durante la luna nueva, se cree que la savia de las plantas se concentra en las raíces. Se considera un buen momento para sembrar y plantar especies que se desarrollan bajo tierra, como raíces y tubérculos.
También es visto como un período de descanso y preparación para el crecimiento, lo que puede ser favorable para preparar el suelo o realizar trasplantes.
Cuarto creciente
Durante la luna creciente la luz de la luna aumenta. Esta fase se considera óptima para la plantación y el trasplante. La savia se dirige hacia arriba, lo que favorece el crecimiento de las partes aéreas de la planta, como hojas y tallos. Se cree que las plantas crecen más vigorosamente y se desarrollan mejor durante esta fase lunar.
Es un buen momento para sembrar plantas que producen partes aéreas comestibles o para cualquier actividad que implique estimulación del crecimiento.
Luna llena
Durante la luna llena, la savia tiende a concentrarse en las partes aéreas de la planta. Aunque puede ser menos ideal para la siembra y trasplante, algunos jardineros consideran que esta fase es buena para la cosecha, ya que la planta está en su punto más alto de desarrollo.
Es un buen momento para cosechar plantas que están listas, así como para realizar tareas de mantenimiento, como podar.
Cosechas abundantes: algunos jardineros creen que las cosechas en luna llena resultan de mejor calidad y más abundantes debido a la concentración de savia en las partes aéreas de las plantas
Cuarto menguante
Durante el cuarto menguante, la savia se dirige hacia las raíces. Es considerado un buen momento para cosechar y podar, ya que la planta puede recuperarse más rápidamente y concentrarse en el desarrollo de nuevas raíces.
También es considerado un momento propicio para realizar tareas de preparación del suelo, mejorar la estructura del sustrato antes de la siguiente fase de crecimiento activo y eliminar malas hierbas.
LA NACION