Esta raíz alivia los síntomas respiratorios. Te contamos cómo consumirla en esta época que empieza el frío.
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La raíz de jengibre se usa tanto en la cocina para darle un toque de picor y aroma a las preparaciones, como en tratamientos cosméticos y de salud. Entre sus muchas propiedades, resulta ideal para ayudarnos a combatir el resfrío y aliviar problemas respiratorios.
Un té de jengibre, solo o combinado con otras hierbas o jugo de limón, es ideal para aliviar resfríos, catarros y gripes, aunque también se emplea para tratar trastornos digestivos, circulatorios y hasta dolores menstruales y náuseas.
El jengibre es un energizante natural. En la cocina se usa como infusión o como condimento en ensaladas, salsas y salteados, para marinar carnes o pescados o incluso para aromatizar aceites.
Infusión de jengibre
Ante una gripe o resfrío no hay nada más reconfortante que una bebida caliente y suave, por eso un té de jengibre, limón y miel es una de las alternativas más efectivas.
Además de las propiedades antivirales del jengibre, el limón aporta vitamina C y ayuda a combatir la congestión, mientras que la miel es antibiótica, antibacteriana y expectorante. Estos tres ingredientes juntos son muy potentes para combatir el malestar.
Otras maneras de usarlo
También se puede usar el jengibre para llevar a otro nivel un jugo o licuado. En este caso, se toma un trozo de jengibre, se pela y se añade en la licuadora a algún jugo o limonada, que se puede endulzar con miel y aromatizar con algunas hojas de menta o albahaca.
Esta refrescante combinación también actuará sobre tu garganta y estado gripal, aliviando los síntomas.
Para disminuir la congestión nasal y respiratoria, se pueden poner rodajas de jengibre en agua hirviendo y usar para hacer vahos con esta raíz, con cuidado de no acercarse demasiado a la fuente de calor para no dañar las fosas nasales.
El jengibre en comprimidos o tintura madre está indicado para aliviar náuseas, mareos y problemas digestivos.
¿Cómo se cultiva el jengibre?
- Antes de cultivar jengibre, es imprescindible determinar el lugar donde se va a colocar. Tanto en interior como en exterior, es importante que no reciba el sol directo, porque un exceso de luz y calor pueden dañarlo.
- La temperatura óptima para que crezca bien es entre 10ºC y 20ºC.
- Se prepara el terreno del jardín o la maceta, asegurando que el drenaje sea adecuado y añadiendo un puñado de compost por cada tres puñados de tierra.
- Luego se entierra un trozo de raíz de jengibre superficialmente, hundiéndola un poco en la tierra mezclada.
- Se debe regar sin tocar directamente las raíces y, si se trata de una maceta, conviene dejarla a la sombra y al abrigo de las heladas.