A partir de una hoja o un segmento de tallo de suculenta podemos formar nuevas plantas, te contamos cómo hacerlo para no fracasar.
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Las células vegetales son asombrosas: un día pueden ser una hoja, pero si eso no les funciona bien, pueden fácilmente transformarse en una raíz o en un tallo. Y los cactus y suculentas resultan especialmente hábiles en esta tarea. Suena raro, pero para los cactus es muy simple: si un cactus o suculenta pierde un trozo de su cuerpo, con un poco de ayuda, este puede rápidamente transformarse en una nueva planta.
“Las células del tejido meristemático pueden volverse hojas, tallos o raíces de acuerdo a la posición que ocupen y los estímulos externos que reciban _exlica Sebastián Ojeda, ingeniero agrónomo especialista en gestión de espacios verdes_ si por ejemplo la célula recibe humedad y oscuridad se va a diferenciar como raíz, si recibe luz se va a diferenciar como hoja”.
Como plus, es un trabajo fácil, incluso para principiantes, y permite tener plantas gratis de manera ilimitada. Sólo hay que tomar algunas precauciones porque, por más indefensos que parezcan, los cactus suelen tener espinas, a veces muy pequeñas y difíciles de sacar.
¿Decapitar o no decapitar?
“Con el tiempo, las hojas se concentran en la punta de tallos largos y llega el momento de despuntar”, señala Sebastián Ojeda.
Con esta acción logramos que la cabeza forme nuevas raíces y se forme una planta nueva. “Del tallo remanente se desarrollan varias rosetitas que podrán desprenderse y hacer nuevas plantas.
Es importante dejar secar los cortes unos días antes de colocarlos sobre el sustrato para su enraizamiento
“Con temperaturas moderadas siempre se obtienen mejores resultados en la multiplicación, ya sea por siembra, esquejes de tallo u hoja o división de matas”, agrega Ojeda.
Es importante que mientras trasplantemos busquemos raíces muertas o infectadas para con nematodos, gusanos microscópicos que forman agallas en las raíces, donde se esconden estos seres que no son perceptibles al ojo humano. En caso de encontrar, se cortan las raíces y se descartan.
En el momento del trasplante o multiplicación también debemos retirar las hojas secas ya que suelen esconder cochinillas. Las plantas infectadas se pueden separar y exponer a algunas lluvias, esto ayuda notablemente.
De hoja a planta
Otro tipo de multiplicación muy fácil y efectivo es por hoja. Consiste en sacar, simplemente con la mano, las hojas más fuertes y grandes. Son las que están en la base de la roseta.
Se apoya la hoja en el sustrato para suculentas (la parte del corte) y se empuja levemente para asegurar un buen contacto con el sustrato. También se puede embeber el corte con hormona de enraizar, para acelerar la brotación.
De una sola hoja van a brotar muchas rosetitas más y formarán una nueva planta muy ornamental, rústica y noble
Para formar una nueva planta debemos elegir una hoja o un segmento de tallo sano de la suculenta. En el caso de que sean hojas, conviene selecciona una que esté completamente madura y sana. Si se hace a partir de un tallo, hay que asegurarse de que esté libre de enfermedades y de plagas.
LA NACION