Con madera y algunos elementos fáciles de conseguir, se puede armar una casita que servirá de nido a las aves. Te contamos cómo armarla, dónde conviene ubicarla y otros detalles para tener en cuenta.
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Atraer aves silvestres a nuestro jardín nos dará infinidad de beneficios. Además de disfrutar de sus cantos y colores, ellas nos prestarán un servicio ecológico como control biológico de plagas, “poda natural” en algunos casos y polinización, entre otros.
"Debemos colocarla evitando el sol directo, a una altura de 2,5 a 3 metros, en un lugar que sea tranquilo, fuera del alcance de los gatos"
Susana Gómez, médica veterinaria especialista en registros de fauna autóctona
Las plantas nativas, a veces llamadas yuyos o malezas, darán alimento y refugio a las aves, y necesitan poco mantenimiento. También podemos sumar un estanque, con un recipiente bajo, donde mantendremos agua limpia y disfrutaremos de los largos baños que se dan las aves en todas las estaciones.
Muchas especies, como la ratona común, necesitan huecos para anidar y quizás les resulte complicado conseguir un lugar. Recomiendo hacerlas de madera rústica, sin pintar (madera de palets).
Es bueno tenerla instalada a fines de agosto, o comienzos de la primavera, antes de la época de reproducción.
Un detalle importante
Debemos vaciar la caja nido una vez terminada la época reproductiva (una vez al año), y por eso es muy importante que el techo se pueda abrir.
Una forma práctica de poder abrir el techo: usar una tira de cámara de bicicleta o tela gruesa como bisagra entre el techo y la parte trasera; y para que no se abra con el viento, haremos dos agujeros en los costados laterales, por donde pasaremos un alambre que sostendrá el techo a las paredes (y de aquí también podremos sostenerla para colocarla en un árbol).
Mejor no pintarla
No es recomendable pintarla ni por fuera ni por dentro. Si se quiere proteger la madera pueden pasarse dos manos de aceite de lino o “linaza” para impermeabilizar.
Las aves tardan un tiempo prolongado en localizarlas, descubrirlas, acercarse, y, una vez que adquieran confianza, empezarán a usarlas.
Armar una casita puede ser una actividad divertida para compartir con los más pequeños de la familia, una experiencia que no olvidarán.
Aquí va una forma de hacerla, pero se puede improvisar también.
Vas a necesitar
- Una tabla de 20 cm por 1,50 m de largo
- Alambre blando
- Taladro con broca de 30 mm (para hacer la entrada)
- 1 pedazo de tela gruesa o cámara de bicicleta para la bisagra
- Clavos
- Cola para madera
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