Te contamos qué materiales necesitas y cómo armarlo para garantizar el éxito del sistema y olvidarte de regar.
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En los meses cálidos, la hidratación de las plantas es fundamental para su supervivencia, sobre todo en balcones, patios o terrazas, donde los efectos del calor, el sol o el viento sobre el sustrato de las macetas pueden resultar devastadores.
Es cierto que a veces no tenemos tiempo para regar, no podemos hacerlo porque nos vamos de vacaciones o la tarea nos resulta sencillamente monótona y aburrida. Ante eso, un sistema de riego automático puede ser la solución que nos haga evitar pérdidas de tiempo y nos garantice el buen desarrollo de las plantas.
Hacerlo en casa no es difícil, solo hay que saber qué elementos necesitamos y cómo ensamblarlos.
Hay muchas maneras y materiales para hacer un riego automático. Y a veces la presión que llega –de menos o de más– requiere la participación de un especialista.
¿Programador eléctrico o a batería?
Para responder a la pregunta sobre cuál de estos elementos conviene utilizar como fuente de alimentación de nuestro sistema de riego automático, es importante conocer las ventajas y desventajas de cada uno.
El programador a batería tiene la ventaja de no enchufarse, por lo que no necesitamos tener corriente eléctrica cerca y no se ve afectado por los cortes de luz, típicos del verano. Sin embargo, tiene como contra que cada 6 meses hay que chequear que no se haya agotado la pila y, al cambiarla, su residuo es muy tóxico para el medio ambiente.
A favor del programador eléctrico: se le puede anexar tecnología wifi que permite manejarlo desde el celular.
Para calcular con mayor exactitud los metros y cantidades de lo que vamos a comprar, es conveniente primero dibujar el circuito completo
Lista de materiales
- Un programador automático. Si elegimos el que anda a batería, entonces comprarla aparte, porque normalmente no la incluye.
- Cinta de teflón.
- Caño para riego de ½”. Tantos metros como perímetro a cubrir en todo el recorrido.
- Conexión para canilla.
- Goteros estaca regulables. Tantos como macetas queramos regar. Si las macetas son muy largas o muy grandes, calcular un gotero cada 40 cm de distancia.
- Manguera microtubo de 4 mm, tantos metros como perímetro haya que cubrir. Siempre comprar unos metros de más, porque a veces para esconder la manguerita tenemos que hacer un recorrido más largo.
- Tee de 4 mm. Comprar la misma cantidad que goteros.
- Tapones de 4 mm (5 o 6 aprox.).
- Uniones de 4 mm (5 o 6 aprox.).
- 1 punzón.
- 1 tee de ½”.
- 5 o 6 codos ½”.
- 2 terminales de ½”.
- Precintos negros.
Cómo armar el sistema
- Enroscar el programador en la canilla. (Si la canilla es con dos salidas, mejor, porque en una boca queda el programador y la otra queda libre para otros usos).
- A la parte de abajo del programador le ponemos el adaptador de canilla y, a él, el caño de media. Ajustar con precinto.
- Al caño de media lo llevamos por atrás de las macetas y, con el punzón, agujereamos donde vamos a colocar una unión entre el caño de media y el microtubo que va a subir hasta arriba de la maceta. Allí le colocamos un gotero estaca, el cual vamos a clavar a unos 10 cm de la planta.
- Antes de continuar con el sistema, abrir la canilla y poner el programador en modo manual para ver cómo sale el agua y si nos alcanza la presión. Si vemos que se escapa el agua por las roscas, entonces desenroscar los adaptadores y rodearlos con cinta de teflón. Y volver a enroscar.
- Si la maceta es larga o muy grande, vamos a subir desde el caño de media con la cantidad de microtubos que necesitemos para cada gotero que vayamos a poner.
- Las uniones, codos y tapones son para poder cambiar de dirección sin estrangular el microtubo ni el caño de media.
Por Agustina Anguita, paisajista especialista en diseño.
LA NACION