Te contamos cómo darles recursos a tus plantas para que puedan defenderse de plagas y enfermedades.
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En algunos momentos del año, las plantas están más propensas a sufrir enfermedades y plagas asociadas al aumento de la humedad.
La buena noticia: las plantas poseen, de forma natural, un eficaz conjunto de mecanismos defensivos contra plagas y enfermedades.
La mala, es que en condiciones de estrés –como las que producen la falta o el exceso de agua y de nutrientes– bajan las defensas naturales de las plantas, por lo que se debilitan y enferman.
Por eso, es muy importante adoptar métodos para ayudarlas a prevenir enfermedades y lo ideal es hacerlo antes de la llegada del frío (si sos una persona muy previsora, podes comenzar a finales del verano!).
Si el verano fue muy caluroso, la vegetación ha sufrido situaciones de estrés que hacen que durante el otoño las plagas sean más severas
Leves deficiencias o excesos prolongados de humedad causan en el subsuelo la muerte de bacterias y hongos benéficos que conviven con la raíz y la protegen del ataque de hongos patógenos que habitan en el suelo
Por eso es necesario recuperar el suelo antes de la estación fría. Hay dos tareas recomendadas para esta época del año.
1. Hacer un aporte generalizado de compost al suelo
Con una herramienta de mano, debemos “romper” la tierra alrededor de las plantas para facilitar la incorporación del compost en el suelo.
Este puede aplicarse al voleo, en líneas rodeando macizos, o colocando una capa alrededor de cada planta.
Esta práctica devolverá al suelo la diversidad de microorganismos perdida durante el verano, lo que aumentará los niveles de aquellos benéficos de manera significativa.
2. Realizar una fertilización foliar quincenal durante dos meses
Cada quince días, deben realizarse cuatro pulverizaciones foliares -esto es, sobre las hojas- a todo el jardín, en un momento en que no le dé sol directo al follaje.
El fertilizante se aplica en las hojas y se absorbe, entrando al floema de manera rápida, por lo que sus resultados se visualizan rápidamente.
Hay que evitar usarlo en días nublados o lluviosos.
Existen fórmulas y recetas caseras para preparar fertilizantes foliares y también se pueden adquirir productos industrializados que contengan boro, cobre, calcio, hierro y zinc.
LA NACION