Un vegetal que va en sopas, ensaladas, salteados y hasta se lo puede rellenar. Se lo reconoce por su tallo grueso y es muy popular en países europeos
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El colirrábano (Brassica oleracea var. gongylodes) fue creado por cruces seleccionados de diferentes brasicáceas. Posee un tallo engrosado y carnoso, que forma una esfera del tamaño de un pomelo. El interior es pulposo y tierno. Muy popular en Alemania, Suiza y Austria, donde se lo llama “kohlrabi”.
Existen dos variedades con semilla comercial: White Vienna y Purple Vienna.
Consejos para sembrar este vegetal
Sembrar en almácigo al finalizar el verano. Las semillas germinan entre los 7 y los 10 días.
Hacer un repique cuando las plantitas tienen dos hojas verdaderas.
Cuando el plantín esté bien armado, trasplantar a un sector a pleno sol. Prefiere suelos profundos, ricos en materia orgánica y con buen drenaje.
La distancia entre plantas es de 0,30 m y la separación entre líneas de 0,35 a 0,40 m. Puede soportar el calor si no le falta riego. Si aumenta mucho la temperatura, todas las partes de la planta se endurecen.
Las coberturas de paja protegen el suelo y la base del tallo. Cuando el tallo alcanza el tamaño de un pomelo pequeño, es el momento perfecto para cosecharlo.
Se descalza toda la planta, tomándola con las dos manos desde la base. Las hojas y los tallos se consumen cocidos; y el “bulbo”, crudo y rallado o también cocido.
Los más chicos se cocinan enteros y los de 5 a 7 cm es conveniente pelarlos. Se almacenan perfectamente en la heladera en bolsitas agujereadas por más de una semana. Para congelar los bulbos hay que pelarlos y blanquearlos previamente.