Una guía completa sobre cómo realizar la resiembra y qué variedad elegir de acuerdo al uso, condiciones del jardín y el césped que lo reemplazará en verano.
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Otoño es tiempo de resiembra de césped y uno de los puntos más importantes para asegurarse el éxito es la correcta elección de las especies y en esto es fundamental reconocer las características del propio jardín para garantizar la adaptación ya que una especie sembrada a pleno sol no se comportará igual en un sector de media sombra y viceversa.
A continuación, una guía para elegir la que mejor se adecua a nuestro espacio.
Es muy importante aprovechar la temperatura aún tibia del suelo, esto ayudará a la rápida germinación y emisión de la raíz primaria seminal de todas las semillas que se utilicen
Especies recomendadas
Lolium perenne (ryegrass perenne)
Es la especie más reconocida y usada en todo el mundo. Su follaje es fino, de color verde oscuro intenso y con desarrollo de entrenudos cortos. Esto permite cortarlo más bajo y, sin afectar la planta, generar mayor densidad de hojas.
Se adapta muy bien a regiones templado húmedas, donde se comporta como anual y resulta importante para el momento de elegir con qué resembrar la grama bahiana.
La transición del césped de invierno al de verano es necesario que sea gradual, armoniosa y medianamente rápida, cosa que se logra con ryegrass perenne sobre la grama.
En octubre, con el aumento de las temperaturas y de las horas de luz, se activará la grama y provocará la desaparición del ryegrass, que dejará los nutrientes, el agua y el espacio disponibles.
No tolera el estrés hídrico, requiere riegos suplementarios en épocas de sequía. Es de rápida germinación y fácil instalación
Lolium multiflorum (ryegrass anual)
Se utiliza el ryegrass anual cuando queremos lograr un efecto rápido en la instalación del césped.
Esta especie es ideal para la resiembra en espacios que no requieren cortes bajos o cuando los sistemas de corte son más rústicos (como las cortadoras rotativas, los minitractores o máquinas de empuje común).
Para determinar el momento del primer corte, se toma una hojita del césped y se tira hacia arriba; si se descalza fácilmente con raíz, no está maduro para el corte; si se fracciona la hoja, es el momento ideal de cortarlo
El corte consistirá en un despunte, para fortalecer a la plántula nueva, que así desarrolla más hojitas desde la base y activa el crecimiento de raíces secundarias y terciarias.
Los siguientes cortes no deberán superar el 30% del largo total de la hoja. El ryegrass anual tiene un color de follaje verde brillante característico.
Festuca arundinacea (festuca alta)
La festuca es muy utilizada en zonas de bajo mantenimiento, soporta muy bien el pisoteo, las zonas sombreadas y el bajo régimen hídrico. Esta última característica se la otorga su gran desarrollo radicular. Su alta rusticidad permite un manejo menos exigente.
Se la puede mezclar con el ryegrass anual (hasta un 50%) y es de manejo similar en el requerimiento de corte, nutrición y riego.
Festucas finas
Dentro de las festucas finas se encuentra la que conocemos como Festuca rubra, una especie muy rústica, ideal para sectores de bajo mantenimiento y manejo.
No requiere riegos suplementarios, tolera muy bien suelos sueltos, arenosos y con poco contenido de nitrógeno.
También tolera cortes bajos, similares a los del ryegrass perenne. Tiene una gran tolerancia al frío y a la sombra, pero no soporta el alto tránsito.
¿Cómo sembrar?
La siembra se realizará al voleo o con una máquina manual sembradora fertilizadora. Esta última nos dará más homogeneidad en la cobertura de las semillas.
Para lograr de manera manual una buena cobertura deberán realizarse dos pasadas perpendiculares o en forma de cruz: primero en un sentido y luego en el otro sentido, para lograr una mayor superposición entre una banda de siembra y la que sigue.
Es importante tener en cuenta que ya en marzo comienza a verse el rocío de otoño por las mañanas. Debe evitarse tirar las semillas si el rocío no se ha ido ya que actúa como “pegamento” sobre las hojas y no permite que lleguen a la tierra para iniciar su ciclo.
Una vez terminada la siembra podemos cubrir levemente las semillas pasando un rastrillo superficialmente (para no correr la semilla del lugar) o con arena oriental tirada al voleo (también en forma de cruz).
Se recomienda aplicar luego de la arena fosfato diamónico o monoamónico para activar los pelos radiculares (starters), en una dosis de 1,5 kg a 2 kg cada 100 m²
Las superficies recién sembradas deben mantenerse permanentemente húmedas, no encharcadas.
Durante la primera etapa, la semilla debe hidratarse (hincharse) para activar el germen y emitir las primeras raíces seminales. Este proceso necesita humedad continua. Si se deshidrata en esa primera etapa, el proceso se reinicia y tarda más en germinar.
Luego de la emisión de la raíz y primera hojita, hay que disminuir la frecuencia de los riegos y aumentar la cantidad de agua aplicada cada vez (intensidad).
De manera contraria, generamos un ambiente húmedo propicio para el desarrollo de enfermedades fúngicas.
A los 30 días de realizada la siembra, hechos los primeros cortes, se sugiere la aplicación de fertilizantes nitrogenados o equilibrados, con nitrógeno, fósforo y potasio en cantidades iguales, quelatados y de reacción ácida, para nutrir en el momento de mayor requerimiento del césped.