Daniel Marquiegui es un estudiante de Biología salteño que ya es coautor de tres especies de echeverias argentinas
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Daniel Marquiegui es un joven salteño estudiante de Biología que ya es coautor de tres especies argentinas de Echeveria y de cinco especies peruanas. Todo comenzó en unas vacaciones, pero los viajes se transformaron en exploraciones botánicas en busca de reconocer y proteger la flora argentina.
Su amor por las plantas comenzó de chico, pero el descubrimiento de las suculentas se volvió el puntapié inicial para su camino de vida. En 2018 Daniel Marquiegui viajó a Perú solo con la idea de vacacionar, pero mientras recorría los valles sagrados de Cuzco empezó a observar las suculentas que crecían de manera silvestre, y le llamó especialmente la atención una especie de las llamadas Echeveria. Al volver a su Salta natal decidió investigar más sobre estas plantas, esta vez con una mirada más científica, y averiguando encontró que había al menos una especie de Echeveria descrita en nuestro país que figuraba como Echeveria peruviana.
“En una exploración que realicé a finales de 2018 (había hecho más de una decena durante ese año), pude al fin encontrar echeverias por los valles de Salta y la emoción fue enorme, poder ver una maravilla así en nuestro país”, comenta Daniel. “Hasta antes de ver las de Perú, pensé que eran solo mexicanas como mucha gente pensaba, ya que la mayoría de las especies ornamentales son originarias de allí. Cuando volví a mi casa me contacté con el experto en suculentas de Perú Guillermo Pino Infante, e increíblemente en 7 días ya estaba en Salta. Lo llevé al verlas en hábitat, y cuando las vio aseguró que no era la conocida E. peruviana”.
Con las referencias de herbarios que les proporcionó a él y a un colega investigaron y encontraron otras echeverias también en Salta y Jujuy. Hicieron las disecciones y mandaron el material para hacer una secuenciación, lo que les permitió determinar tres especies en el país. Fueron bautizadas Echeveria argentinensis, Echeveria kieslingii y Echeveria saltensis y dadas a conocer al mundo en un artículo científico en la BioOne en 2019 y a través de Facebook, con mucha repercusión.
A partir de 2021, inició un proyecto en Argentina para las tres especies nuevas y además otras suculentas nativas poco conocidas, para ser cultivadas desde semillas por cerca de 40 expertos de todo el país. Así, busca incorporar estas especies a los viveros para que puedan estar disponibles en colecciones sin necesidad de depredarlas de su hábitat. Una manera de evitar la práctica ilegal y de promover que la gente pueda tenerlas en sus hogares aportando a su conservación.
Conocé las tres especies nativas
Echeverria argentinensis
Es nativa de la Quebrada de Humahuaca en Jujuy, aunque también está presente en Salta, en el departamento de Iruya. Crece entre los 2.800 y 3.500 metros, en valles y cornisas. Sus raíces son muy napiformes (tuberosas) y pueden ser más grandes que el resto de la planta; allí almacenan agua y nutrientes que les servirán en épocas más desfavorables (puede estar 9 meses al año sin recibir una gota de agua en sitios donde el calor del verano puede superar los 30°C y las noches de invierno menos de 0°).
Entra en un período sin actividad metabólica de crecimiento llamado dormancia, sumamente raro en echeverias, por lo que la planta puede perderse totalmente de vista sobre el nivel del suelo en invierno. Sus hojas son de color verde, a veces con los bordes con un color rojizo. Su inflorescencia surge desde mediados de diciembre hasta finales de febrero, con flores de color rosa intenso, asalmonado o naranja claro con puntas amarillas.
Echeveria kieslingii
Es una especie solo endémica de las quebradas del oeste de Salta hasta el momento. Es una bella Echeveria blanquecina bajo cuidados y también en hábitat si no recibe fuertes lluvias de manera directa que laven la pruina de sus hojas; si no, su color queda de un verde brillante. Sus flores son de un amarillo intenso (aunque también las puede haber de color rosa anaranjado).
En cultivo parece presentar dificultades debido a su período de dormancia hasta recién entrado el verano. Esta particularidad se debe a que en su hábitat puede estar de 8 a 9 meses sin recibir agua. En cultivo, puede ir perdiendo esta dormancia paulatinamente mientras la planta se intenta adaptar al cuidado humano. No se recomienda demasiada agua y las temperaturas que aguanta son desde los 18° hasta aproximadamente los 35°C.
Echeveria saltensis
Es una especie microendémica del sur de la provincia de Salta. Es decir que solo se encuentra en un área restringida entre el Valle de Lerma. Por esta misma razón se considera una especie vulnerable y en peligro de extinción.
El color más particular de sus hojas es de un bello tono violáceo, aunque también las hay de un color amarronado, verde y algunas algo rojizas. Florece entre mediados de diciembre y finales de febrero, y sus flores son de un color rosa claro con puntas amarillentas.
A diferencia de las demás especies de echeverias argentinas, no tiene raíces tuberosas, lo que facilita el cuidado hogareño, aunque requiera un poco más de riegos. Se adapta a temperaturas que van desde los 18° a 30°. Con los proyectos de cultivos actualmente en marcha, y debido a la relativa facilidad de su cuidado y propagación de semillas, es posible que en los próximos años sea una de las echeverias más populares y comunes del país