Gracias a una remodelación integral, el espacio pasó de tener curvas y lomadas a líneas puras, francas y rectas, con protagonismo de los desniveles y una variedad de especies limitada.
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Antes de comenzar con la remodelación del espacio interior y exterior de esta casa ubicada en Del Viso, provincia de Buenos Aires, el jardín estaba planteado en la zona más cercana del hogar, sin alejarse ni aprovechar las visuales abiertas hacia la frondosa arboleda del campo de golf vecino.
Con el plan de modernizar y bajo la premisa del cliente de trabajar sin restricciones, la propuesta de las paisajistas Agustina Oromí y Valeria Burgos incluyó de tres cambios significativos: mover la pileta del lugar donde estaba (bien cerca de la casa), tomar el jardín “prestado” de la cancha de golf y sectorizar el jardín en diferentes áreas con distintos usos o funcionalidades para que todos los miembros de la familia se sintieran tentados a salir.
El desarrollo
El acceso principal de la casa fue despojado, para remarcarlo y darle más prestancia. Se cambió el ingreso de autos para que, de este modo, quedaran muy definidos los sectores, también se compensaron los niveles con la altura de la casa mediante una plantación con bastante altura y tamaño. Las especies elegidas fueron strelitzias, alocasias y salvias.
Con el plan de modernizarlo, el jardín mutó de un diseño de curvas planteadas con algunas lomadas hacia otro de líneas puras, francas y rectas.
La pileta se alejó, pero siguiendo la línea de la casa. Además, un sector de sombra ganó lugar debajo de unos árboles con la idea de invitar a atravesar el jardín para llegar a esta zona fresca y reparada. A través de las escalinatas hacia la cancha de golf se logró incluir ese paisaje prestado. Los árboles existentes –Magnolia grandiflora, Ginkgo biloba– fueron elegidos como puntos focales: se despejaron para guiar la vista hacia ellos y se reforzaron con buena iluminación para la noche.
El lateral de servicio y la entrada diaria se trabajaron con la idea de que quedaran prolijos, fáciles de mantener, siempre verdes y con algunos colores y perfumes que generaran una buena sensación, ya que también se ven desde el interior de la casa.
Finalmente, el estilo, sin tanta variedad en la plantación pero optando por acentuar más el diseño que la diversidad de especies, marca un ritmo y repetición a lo largo de todo el jardín con espacios bien definidos que invitan al disfrute y a la contemplación de un paisaje siempre verde e infinito.