Proyectos paisajísticos que responden a nuevas necesidades de sus dueños, reformulaciones o renovaciones del hogar. Ideas para proyectar y crear el ocio desde el exterior.
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1. Canteros vibrantes
En este caso, el jardín se encontraba en la parte posterior del terreno y desde ese sitio conectaba la casa y el futuro quincho a renovar. Revestido en césped artificial, el pedido de los clientes al paisajista fue lograr que el verde tuviera protagonismo, pero prescindiendo del césped, para un bajo mantenimiento.
Propuesta
La idea fue que no todo fuera visto a la vez. Se evitaron los escalones, para mantener el mismo nivel entre la salida de la casa y el ingreso al quincho. Las rajas verdes entre el solado cumplen la función de absorber el desnivel natural de la superficie. Dos canteros rectos contenidos con madera sectorizan mientras que dos paredes protegen el jardín. Las especies seleccionadas fueron gramíneas y herbáceas perennes para dar mayor movimiento: salvias, penisetum, eugenias, dietes, verbenas, stipas, abelias enanas, miscanthus, polygonum, tulbagias. solo se mantuvo es Jasminum officinale existente. La renovación, al alcance de la vista.
2. Belleza que abunda
El objetivo de este proyecto fue dar vida y exuberancia a un playón de ingreso a la casa, siempre húmedo dada su orientación sudeste. Por eso mismo, la vegetación era casi inexistente y restringida. La falta de divisores dificultaba diferenciar ingreso de entrada al estacionamiento. El objetivo de la renovación fue demarcar el acceso principal con una propuesta estable durante todo el año.
La propuesta
Lo primero fueron las lajas de color gris oscuro, que actuaron centro del proyecto de renovación, en contraste con el binder dolomita. El acierto fue pintar las paredes de negro, dado que completa el estilo contemporáneo. El muro que da a la calle fue “forrado” con jazmines de leche, sostenidos con alambres verticales tensados, para generar profundidad y aportar perfume los meses cálidos. El árbol que cubre el hueco hacia la medianera vecina, Acer palmatum, es de hojas caducas que viran al rojo en otoño.
Las cañas de bambú (Phyllostachys aurea) visten la pared de seis metros y fueron plantadas con contención para que no invadan el lugar. La base del lugar se cubrió con helechos Drypteris filix-mas, herbáceas perennes como la Anemone japonica de flor rosada, Salvia indigo ‘Blue Spire’, Liriope muscari ‘Giganteum’, y cubresuelos como Plectranthus vehrii alivianan la arquitectura moderna y renuevan el espacio de un modo natural, desestructurado y cálido.
3. Azul urbano
Renovado en su totalidad salvo en la pileta, este jardín urbano continúa al patio de acceso, rodeado de altísimas medianeras. Los dueños necesitaban ampliar y rectificar el solarium existente, incorporar una superficie de césped (dado que era seco en su totalidad), y sumar un quincho. También reemplazar los solados deslucidos y modificar los desniveles. La premisa fue evitar el uso de enredaderas contra los muros para no invadir a los vecinos. La iluminación también tuvo que ser tenida en cuenta y el azul ya era parte de la ambientación exterior.
La propuesta
El césped se ubicó detrás de la pileta, bordeando un lateral. Detrás, en la medianera de 6 metros de altura, se colocaron soportes de malla galvanizada cuadriculada, separados del muro y cubiertos de jazmines de leche (Trachelospermum jasminoides). Como punto focal desde la casa, para la renovación se diseñó una placa de metal oxidado con círculos calados y luz por detrás, que de noche se reflejan en el agua. Entre los soportes de jazmines se encuentra una tira de Dietes grandiflora.
4. Patio refuncionalizado
Un patio de acceso a cielo abierto, cuyos dueños querían sumar verde, mejorar la propuesta de iluminación y colocar algo de verde sin ocupar toda la superficie, tuvo como premisa utilizar el azul que ya prexistía y que los propietarios querían mantener.
La propuesta
Ahora techado con vidrio corredizo, para el patio se eligieron grandes contenedores de fibrocemento pintados en turquesa para plantar las Raphis excelsa con Monstera obliqua en la base. Ellas enmarcan la puerta de acceso principal. La iluminación cubre la medianera, en chapones de óxido rectangulares que parecen caminar desde lo alto, y terminan a la altura de los ojos. Dos mallas verticales fueron cubiertas con Cissus rhombifolia y Stephanotis floribunda, lo cual se repite en el jardín posterior, como efecto de continuidad.
5. Terraza silvestre
Ubicada en un piso 8, esta terraza recibe mucho viento y sufre por exceso y por carencia el sol, según la época del año. La forma en L rodea el departamento, abrazando el hall de entrada, estar, cocina y habitaciones. La premisa de la renovación fue trabajar con plantas altas y silvestres, en grandes contenedores para evitar problemas de filtraciones. Original de 1936, se buscó conservar una sensación de “plantado en la tierra”.
Propuesta
Un ingeniero especializado se ocupó de aprobar los maceteros, luego de lo cual se procedió a definir el espacio. Para la renovación se propusieron plantas altas, para “absorber” la altura de la reja, así como abrigar del viento y de miradas de vecinos. Si bien el proyecto integraba el equipamiento, los dueños diseñaron estructuras de hierro con toldos romanos rebatibles en el estar y comedor diario, para paliar el sol del verano.
Se realizaron desniveles y sectorizó con un deck de lapacho que brinda uso y circulación. La base de la reja existente marcaba el nivel al que llegaba el jardín original. Se ideó un escalonado para armar espacios hundidos en los dormitorios, y otros más altos para captar la impresionante vista de las grúas del Puerto de Buenos Aires. En la esquina, se diseñó un juego de living de madera dura contra las macetas ya plantadas.