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Ingrediente protagónico de un plato de pastas al pesto, infaltable en una ensalada Caprese y esencial en preparaciones con pescados, sopas, salsas e incluso en tragos y cócteles, la albahaca es una de las plantas aromáticas fundamentales de la huerta que alcanzan su esplendor en verano.
Ocimum basilicum, tal su nombre científico, pertenece a la familia de las liliáceas y es una de las especies imprescindibles de la temporada estival por la frescura de su aroma, diversidad de usos y su propiedad de repeler insectos.
Albahacas hay muchas y sus características difieren. Existen más de 150 especies del género Ocimum y numerosas variedades de O. basilicum muy diferentes entre ellas, tanto desde el punto de vista químico como morfológico; a la hora de cultivarlas para aprovecharlas en la cocina, vale la pena tener en cuenta al menos estas tres:
- Albahaca minette o griega (Ocimum basilicum minimum) tiene hojas pequeñas y una estructura que recuerda a un pequeño arbusto. Su aroma es exquisito y sutil.
- Albahaca púrpura (Ocimum basilicum purpurascens), con un ligero aroma a canela.
- Albahaca limón (Ocimum basilicum ‘Citriodora’), con notas cítricas. Es una especie anual. Su siembra puede realizarse en almácigos, en noviembre-diciembre. Es muy sensible a las bajas temperaturas; para sembrar es conveniente esperar a que ocurra la última helada de primavera. Se trasplanta al lugar definitivo cuando alcanza los 10-12 cm de altura. En macetas es posible la siembra directa, es decir no trasplantamos. Crece bien en suelos fértiles, con buen drenaje; evitar lugares arcillosos y bajos. Requiere buena exposición al sol y preferentemente situarla en lugares con buena circulación de aire. Tiene alto requerimiento en agua; por lo tanto, es importante prestar atención a las plantas en macetas o contenedores: los riegos deben ser frecuentes. Para usar las hojas frescas en la cocina, es posible ir cortando solo las que vamos a utilizar, así no se deteriora la planta. Las flores, que aparecen en verano, son blancas o ligeramente rosadas, se sitúan en la parte superior del tallo o en los extremos de las ramas.
Además de su uso culinario, esta planta de aroma tan característico tiene también bondades medicinales. Es analgésica y sedante, antiséptica y antiinflamatoria. En verano, es ideal para tratar resfríos. Además, se la usa en infusión para terminar con los dolores de cabeza asociados a problemas digestivos.
Dos consejos a tener en cuenta
- Una técnica para lograr que la planta prolongue su vida útil es cortar las flores a medida que van apareciendo. Así no dejamos que se produzca la fructificación y evitamos el final del ciclo.
- Para tener hojas disponibles todo el año, una buena opción es cortar las hojas, lavarlas, embolsarlas y colocarlas en el freezer.