Tienen el poder de cubrir visuales no deseadas o tapizar de verde paredes y alambrados, pero además otorgan el plus de sus maravillosas frangancias.
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A la hora de elegir una enredadera es importante seguir algunos criterios que nos van a ayudar a elegir la más adecuada de acuerdo al lugar o una función determinada: tapar un muro, cubrir una pérgola, usar como límite sobre un alambrado o decorar.
En todos los casos, la enredadera puede ofrecernos un plus que terminará por conquistar completamente nuestros sentidos: su aroma.
Las enredaderas no siempre tienen un crecimiento parejo, por eso es necesario controlarlas por medio de la poda
Glicina (Wisteria sinesis)
La glicina es una enredadera de hoja caduca y tallo leñoso. Se distingue por su llamativa floración que se produce en la primavera colmando el aire de un perfume dulzón.
Las flores, de color lila claro, aparecen en racimos que cuelgan antes de la brotación. Las hojas forman, junto con las ramas y los zarcillos, una masa tupida, ideal para dar sombra a pérgolas y glorietas.
En el invierno caen y dan paso al sol que se filtra entre las ramas. Las glicinas son enredaderas muy resistentes y vigorosas que suelen utilizarse para formar árboles con copa (colocándoles un tutor hasta que el tronco esté desarrollado).
Jazmín amarillo (Jasminum humile ‘Revolutum’)
Este arbusto tiene follaje perenne y flores aromáticas amarillas. Las ramas son blandas cuando jóvenes y se lignifican en la madurez. Aunque tiene porte arbustivo, también puede guiarse como una enredadera.
La floración, muy perfumada, se produce desde principios de la primavera hasta fines del otoño. Necesita suelos fértiles y una ubicación a pleno sol. Puede resistir la media sombra, pero tendrá un follaje más ralo y menor floración.
Jazmín azórico (Jasminum azoricum)
El jazmín azórico es una enredadera de follaje persistente y flores aromáticas. Las flores, que crecen en pequeños racimos, son blancas y muy perfumadas, aparecen desde mediados del verano hasta el otoño y, eventualmente, en alguna otra época del año.
Aunque este jazmín puede crecer en la media sombra, la situación ideal es a pleno sol, en suelos fértiles y bien drenados.
Jazmín de leche (Trachelospermum jasminoides)
El jazmín de leche es una enredadera de follaje perenne y tallos volubles. Su nombre común responde al hecho de que su savia contiene látex que se descubre cuando se parten o podan las ramas.
Las flores, pequeñas y muy perfumadas, tienen pétalos ondulados. Aparecen en primavera-verano, según la temperatura.
Este jazmín necesita suelos bien drenados y es posible ubicarlo tanto al sol como a la media sombra. Puede funcionar como un muy buen cubresuelos.
Jazmín chino (Jasminum polyanthum)
Es una enredadera de follaje perenne y ramas volubles. Su principal atractivo reside en una floración intensa y perfumada que se produce desde fines del invierno.
Este jazmín presenta un crecimiento muy vigoroso y se enreda fácilmente a tutores, alambrados o cualquier tipo de sostén que encuentre cerca. El único inconveniente es que las flores ya marrones quedan en la planta después de marchitarse, lo que produce un efecto muy desprolijo. Por eso, se recomienda podar la planta después de que esto suceda.
Jazmín del país (Jasminum officinale)
Este jazmin es un arbusto apoyante, de follaje perenne y tallos leñosos en la madurez. Las hojas están compuestas de entre 5 y 7 foliolos que miden entre 1,5 y 3 cm de largo. Las ramas, que son blandas y flexibles cuando jóvenes, pueden guiarse con alambre sobre paredes o en pérgolas.
Las flores son blancas, con un ligero tinte rojizo en la base, y muy perfumadas. Aparecen en racimos durante el verano y el otoño. El jazmín del país debe plantarse a pleno sol y en suelos muy bien drenados, al reparo del frio. Es una planta bastante sana que, en ocasiones, puede sufrir el ataque de la arañuela roja.
Madreselva (Lonicera periclymenum ‘Belgica’)
Es una enredadera de follaje semiperenne o caduco y tallos lignificados. Tiene unas flores muy vistosas, de color rojo purpúreo por fuera, que se van tornando amarillo rosadas. Aparecen en distintas épocas del año y son muy perfumadas durante la noche.
Aunque es un poco más exigente respecto de las condiciones de cultivo, esta variedad presenta dos ventajas: el atractivo colorido de sus flores y no ser invasora.
Necesita suelos fértiles y bien drenados, así como una exposición a pleno sol o media sombra
Rosa banksiana (Rosa banksiae ‘Lutea’)
Dentro de los rosales trepadores, la rosa banksiana resulta una de las mas vigorosas y resistentes. En comparación con otros rosales, éste presenta la ventaja de poseer ramas casi inermes (sin espinas) y de crecer muy velozmente.
Las flores de esta especie, pequeñas y dobles, son de color amarillo pálido. Aparecen en racimos compactos, en la primavera temprana. La floración se produce una sola vez por año.
La rosa banskiana debe plantarse a pleno sol, en suelos ricos, fértiles y bien drenados. Es muy apta para cultivar en pérgolas y glorietas, ya que sus ramas blandas y arqueadas se apoyan rápidamente sobre las estructuras produciendo sombra.