Arbustos, perfumes y sutilezas para aportar color al jardín en la época más difícil del año.
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Durante el invierno también podemos tener algunas flores y perfumes en el jardín, además de las siluetas de los árboles y sus cortezas o ramas.
Es el momento ideal para disfrutar de flores con aromas y colores sutiles, que aportan vida al espacio verde.
Un arbolito
Prunus mume, damasco de flor.
Se llena de flores de un rosa furioso a medidos de julio. De crecimiento rápido y forma achaparrada, forma más “una masa” que un arbolito.
No supera los 10 o 12 metros de altura. También hay de flores blancas, pero es más frágil en sus cuidados.
Un perfume
Calycanthus praecox (= Chimonanthus praecox).
Sus pequeñas flores color ámbar pasan inadvertidas, pero su dulce perfume no.
Es un arbusto que se obtiene por estacas leñosas en primavera. Ubicarlo cerca de los accesos o ventanas. En primavera y verano es un arbusto que “no dice mucho”.
Una sutileza
Camellia japonica
Las camelias son las reinas del invierno y parte de la primavera.
Sus flores se recortan sobre su follaje verde brillante. Son de crecimiento lento y se propagan por gajos en verano.
Prefieren la media sombra y los suelos ricos en materia orgánica.
La abundacia
Chaenomeles speciosa, membrillo de jardín o de flor.
Es un arbusto caduco que, a fines de invierno, anuncia que la primavera está cerca.
Se propaga por estaca y por división de la mata. Rústico en cuanto a sus requerimientos y manejos.
Es clave podarlo por lo menos cada dos años.
Jasminum nudif lorum, jazmín amarillo.
Es un arbusto apoyante, pero si lo colocamos sobre un alambrado o muro crecerá hasta los 3m de altura.
Sin perfume como otros jazmines, pero se llena de flores amarillas en invierno. Rústico en cuanto a la ubicación y mantenimiento; se propaga fácilmente por división.