En su paso por la Ciudad Luz y mientras vive un momento profesional soñado, reconoce: “Estoy abierta al amor”
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En un tiempo, cuando recuerde los últimos meses vividos, seguramente la intensidad será el hilo imaginario que unirá sus emociones, logros, conquistas y grandes decisiones. Sólo por nombrar algunos pocos momentos que la atravesaron para bien y para mal, en septiembre de 2022 Zaira Nara (35) confirmó su separación de Jakob Von Plessen, después de ocho años y dos hijos en común, Malaika (7) y Viggo (3); y a mediados de este año, su hermana y gran confidente, Wanda, tuvo un tema de salud que, dirá ella más tarde, fue un baldazo de agua fría. En lo profesional, su carrera como modelo e influencer tomó nuevo y poderoso vuelo y, más allá de ser muy solicitada por diseñadores y marcas locales, también es requerida en los eventos internacionales más exclusivos. “En uno de los años más difíciles de mi vida, pude focalizarme y sobrellevar lo que me pasaba haciendo lo que me gusta. No me iba a quedar tirada en el sillón, un rato está bien, pero hay que reinventarse”, dice Zaira del otro lado de la línea.
Está a punto de volver a Buenos Aires después de participar del Paris Fashion Week, donde fue como embajadora argentina de Rabanne, que presentó su colección Spring/Summer 24. “Todavía no lo puedo creer. Si bien conocía la ciudad, fue mi primera vez en la Semana de la Moda. El Palais de Tokio estaba lleno de figuras, como Gala González, que la vi llegar en moto (después compartieron el front row, además, con la modelo Macarena Achaga). Fue como estar dentro de una película, todo el mundo lookeado de tal forma que valía una foto de Instagram.
–¿Cómo es la movida? ¿Hay un dress code establecido?
–Me dieron algunas pautas para todos los eventos en los que participé. Por ejemplo, para el desfile, a diferencia de lo que yo imaginaba, nos sugirieron street style, por eso elegí denim y top con espejitos y para la cena, que fue en Lapérouse, un restaurante muy sofisticado, algo más arriba. Por otra parte, Rabanne lanzó mundialmente su línea de make up, entonces estuve en la presentación exclusiva que se hizo en la boutique en Avenue Montaigne (fue una experiencia de maquillaje y fragancias), me armaron un beauty set con un camarín en mi cuarto para probar todo en primicia y hasta tuvimos una clase especial. Además, hubo un día de fitting en sus oficinas, donde pude probarme todo lo que quisiera: había seis percheros en un cuarto gigante llenos de ropa increíble, y así armamos todos los looks que iba a usar a lo largo de los días. ¡Tan difícil elegir!
–Este año tuviste varios compromisos internacionales. ¿Cómo te manejás con tus hijos?
–Es un año muy especial para mí. Siempre mi carrera se basó en la tele, pero cuando quedé embarazada de Viggo empecé a replantearme las cosas, me resultaba sacrificado como mamá ese compromiso diario que requiere mucha energía que a veces no tenés. Casi sin querer me empecé a volcar más a mis redes, a mi Instagram, que es mi propio canal. Y así surgió mi marca de beauty, pensando en algo que no me implicara estar ocupada 24/7. Mi prioridad son mis hijos, pero en mi inconsciente estaba darle un giro más internacional a mi carrera. Y eso me empezó a pasar este año, en que me están llamando de marcas que están en la Argentina y en el exterior. Es un momento soñado y para poder cumplir con esos compromisos, nos ponemos de acuerdo con el papá de los chicos con anticipación para que, por ejemplo, se vayan al campo con él y que sea un superplan para mis hijos. Él también viaja mucho, entonces de esa forma nos cubrimos. Es muy importante ese vínculo, poder encontrarle la vuelta para que cada uno pueda estar presente como padre y madre y, a la vez, se desarrolle en el trabajo que, en definitiva, es para mi futuro y el de mis hijos.
–Suena a un vínculo armónico, ¿siempre fue así?
–Soy una persona que no confronta, me gusta encontrarles siempre la solución a las cosas; conmigo es muy difícil pelear. Desde un primer momento priorizamos que los chicos sufrieran lo menos posible. Obviamente que en una separación con hijos tan chiquitos es casi imposible que no haya un temblequeo en la familia que aún somos y siempre vamos a ser, pero supimos llevarlo de manera de que los chicos lo sientan lo menos posible. La realidad es que ellos estaban muy acostumbrados a que el papá viajara porque trabaja muchos meses en la Patagonia y también hace safaris por África. Yo antes no viajaba tanto, recién este año me pasa. Y siento que lo pudimos hacer porque nos corrimos de ser nosotros la prioridad y salimos del ego de cada uno como ex pareja. Pensamos en la familia, en nuestros hijos y en qué es mejor para ellos. Comparado con otros casos que tengo alrededor o conocidos, lo pudimos llevar bastante bien. [Piensa]. A veces es más fácil llevarse bien como padres que en el día a día como pareja. En mi caso las cosas se acomodaron y están bien así.
–Me das pie para preguntarte cómo está tu corazón hoy. En el verano te vimos con el polista Facundo Pieres, después creo que se encontraron en Inglaterra, más tarde confirmaste que estabas sola y ahora se dice que están juntos otra vez. ¿Es así?
–Desde que me separé soy muy clara con mis hijos. Mali o sus amigas ya tienen una edad en que pueden escuchar cosas. Entonces cuido mucho mi vida privada, no quiero que se enteren de algo por una revista o un portal, sino por mí. Obvio que si hay una foto caminando, como pasó en el verano, no soy una negadora, pero nunca dije nada que fuera un título. Para mí no es fácil sentarme frente a mis hijos y decirles ciertas cosas cuando todavía están procesando otros temas. Soy respetuosa y cuidadosa con ellos. Es por eso más que nada que no hablo. Quiero resguardar mi intimidad y, además, tego un presente laboral muy bueno del que puedo contar muchas cosas. Después, si no, la que termina lastimada soy yo, o peor aún, mis hijos. No tengo que dar explicaciones.
–Pero hay gente que se interesa genuinamente por vos, sos un personaje querido, las mujeres te admiran. Por eso te preguntaba si se están viendo otra vez o si estás cerrada a estar con alguien.
–Estoy muy bien, pero me costó muchísimo pasar por todo lo que pasé el año pasado. No es que me separé y “chau, listo, sigo para adelante”. Si bien fue un año laboral muy bueno, fue difícil desde lo personal, con muchos cambios, y tuve que aprender a entender que mis hijos no son sólo míos. Es cierto lo que decís, me siento muy querida por las mujeres y es muy lindo. Pero nunca falta la que te pone un comentario tipo “¿donde están sus hijos?” cuando subo una foto en la que estoy sola. Entonces, aprendí a no exponerlos tanto y a resguardarme. Tengo más claro lo que quiero en una relación y estoy abierta al amor; sigo creyendo en el amor, pero también creo en la intimidad y en el respeto de los sentimientos. No tengo que contarle al mundo mi situación personal o amorosa. Si yo estoy con alguien o dejo de estar, me interesa que confíe en mí y sepa que estoy con él. Hay un montón de cosas que todavía no estoy preparada para afrontar, quizás por eso no quiero hablar del tema. Me pegó así.
–¿Pero tenés ganas de armar una pareja?
–Sí, pero también me pasa que soy muy independiente, todo lo que tengo lo tengo por mí y no cualquier hombre puede estar con una mujer tan independiente. Sin embargo, cuando encontrás a alguien que entiende a una mujer independiente es muy valorable. No hay muchos hombres así.
–¿Te recriminaron alguna vez tu independencia?
–Me la han elogiado, pero después yo me doy cuenta de que no es fácil en la diaria. Incluso, sin que nadie me lo pidiera, me fui postergando. De todas maneras, no me cuesta estar en pareja, pero me gusta encontrar una persona que me valore y potencie.
–¿La encontraste o la estás buscando?
– [Se ríe]. No sé, sólo te puedo decir que existe.
SU HERMANA, SU GRAN CONFIDENTE
–Este año, además, tu hermana contó con pocos detalles que tiene un tema de salud. ¿Cómo la acompañás a la distancia?
–Fue un año de altibajos. Estuve muy contenta y emocionada de tenerla en Argentina cuando ella estaba en MasterChef, después en un momento que viajé, pasé todo esto que contás y lo recibí como un baldazo de agua fría. Ella está muy bien, fue más un gran susto y al toque pudo atenderse con los mejores médicos y entender un poco la situación. Hizo muy bien en rodearse con médicos increíbles que tenemos en Argentina y nos tranquilizó a todos. Ahora, después de París y antes de volverme a casa, me vine a Estambul a saludarla y ver a mis sobrinos.
–¿Qué hacen juntas las Nara?
–Mi hermana es mi gran confidente y yo de ella. Cada vez nos acompañamos más. Ella quería que conociera Estambul, así que me vine tres días. Es una ciudad con una mística increíble y todo es distinto, todo es atractivo. Fuimos a un templo muy lindo, el de Santa Sofía, que es mágico. Fue una convivencia muy linda; la verdad es que la extraño un montón. Pero, aunque estamos lejos, estamos muy presentes en la vida de la otra.
–Hablando de amigas y compinches, fue muy público el distanciamiento que tuviste de Paula (Chaves) a raíz de Facundo. ¿Pudieron limar asperezas? Ella habló de códigos.
–Yo entiendo que todo esto que está pasando entre nosotras no tiene nada que ver con lo qué pasó con él. Así que me parece que es más lo que se generó alrededor de lo que está bien o mal con respecto a estos temas.
–Ellos salieron hace trece años.
–Exacto, por eso desde un primer momento entre nosotras ese no fue un tema. Realmente después no entiendo qué pasó. Muchas de las cosas me las entero por la prensa. Yo prefiero no seguir con el tema. Por otro lado, me duele la palabra “código”, porque si hay algo que me define y no me gustaría que se juzgue son mis códigos. Pero a veces es preferible callar. Es un tema delicado, no subo y bajo amistades, es muy doloroso. Fue una gran pérdida, por decirlo de alguna manera. No estaba preparada para afrontar mi separación y no tener alguien tan importante a mi lado. Va a pasar lo que tenga que pasar en el momento que tenga que pasar.
–Recién me hablabas de tu Instagram y de algunos ataques. ¿Las críticas duelen menos con los años?
–Es muy difícil que no te molesten. No me preocupa lo que cada uno diga, pero cuando dicen algo distinto a la realidad me angustia y me duele. Por eso te digo que cuando tengo algo lindo que contar, intento guardarlo para mí, y si se trata de mis sentimientos, para mi círculo íntimo, porque no sé cuánto se va a alegrar el resto.
–Aclarame: si estás en pareja, no lo vas a contar, pero si te vemos está todo bien...
–Exacto. Estoy en un momento en el que no me escondo. Es decir, no me escondería, para nada, no dejaría de hacer un plan, pero no saldría a hablar del tema.
ENTRE LO PÚBLICO Y LO PRIVADO
–¿Cómo es tu día a día?
–Me levanto con los chicos, desayunamos con mucho tiempo, los dejo en el cole, voy al gimnasio, a veces si está muy lleno me quedo en el auto hasta que haya menos gente y aprovecho para responder mensajes ya vestida para el deporte. Me llevo el mate y trabajo en el auto. Trabajo bastante con mi marca de maquillaje y otros proyectos y colaboraciones. Todo lo pongo en horario escolar, salvo los días que están con el papá. Capaz tengo un lanzamiento, o una campaña, pero cuando salen del cole pongo mi atención a full en ellos: salimos a pasear, Mali lleva la patineta y Viggo la bicicleta, y ese es el momento de bajar. Verlos disfrutar de lo más simple es mi cable a tierra. Entonces, los miro y digo: “Estamos haciendo las cosas bien”.
–¿Cuán coqueta sos en lo cotidiano y cómo te cuidás?
–No estoy todo el día como me ven en Instagram, sino natural como cualquier mamá. Voy al cole con el jogging ancho y una remera, después, la moda es un juego. Con los años encontré la seguridad en ponerme lo que me hace sentir bien. Por otra parte, siempre fui saludable en mis elecciones, no me gusta salir ni ir al boliche. Soy diurna, como sano y duermo bien y eso me ayuda a no tener que hacer demasiados esfuerzos.
–¿La maternidad es un tema cerrado o tendrías más hijos?
–En momentos de saturación he dicho “nunca más”. [Se ríe]. Soy muy obsesiva, me cuesta delegar. Aunque me vean espléndida caminando por París, me angustia dejarlos. No sé si podría volver a ser mamá porque me pondría en pausa y justo ahora estoy volviendo a disfrutar de tener otra vez mis tiempos. Hoy te diría que no... pero nunca se sabe.
Fotos: Gerson Lirio (Gentileza Rabanne)
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