En una producción exclusiva y a un mes de su debut en el talent show Bailando con las estrellas, donde se luce como conductora, cuenta cómo son sus días en España
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Cuando sueña lo hace en grande. Y no les tiene miedo a los desafíos… ni a reinventarse. Tampoco a armar logísticas que parecen imposibles para que la familia, que es su prioridad, pueda encontrarse tanto como se pueda. Tras recibir 2024 en “Finca Valeria”, su casa de Punta del Este, y después de despedirse de sus hijos –Balthazar (24), Tiziano (21), Benicio (18) y Taína (15)–, Valeria Mazza voló a Madrid acompañada por su marido, Alejandro Gravier, con la enorme ilusión de profundizar su romance con el público europeo. Desde hace un mes, y a 25 años de su primera aparición en la televisión española, la top model se luce al frente de Bailando con las estrellas, el ciclo de talentos de Telecinco que conduce desde el 13 de enero junto al reconocido presentador español Jesús Vázquez. Entre ensayos, aviones y un megashow en vivo, posa en exclusiva para ¡HOLA! a días de cumplir 52 años, y abre su corazón.
MADRID, SU NUEVA CASA
–¿Cómo es tu día a día?
–Llegamos el 10 de enero y el 13 debutamos. Al principio fueron las ruedas de prensa, grabar algunas cosas, una semana muy intensa. Pero nos fuimos acomodando. Estamos instalados en un departamento y, por lo general, de domingo a jueves viajamos. Los viernes hay reunión de producción, ensayos y el sábado es el programa, cuatro horas en vivo. Voy al supermercado, cocino, aprovecho y me lo traigo a Balthazar, que vive a cinco cuadras, y lo malcrío preparándole algo rico para comer, el té, o unos mates. El departamento tiene gimnasio, así que trato de ir para moverme un poco.
–Decías que viajaban. ¿Por dónde estuvieron?
–A los quince días de estar instalados, volvimos a Punta del Este, otra semana fuimos con Alejandro a esquiar a Baqueira, después a ver a Tiziano que tenía carreras en Francia y la semana pasada fuimos a Nueva York a buscar a Taína, que estaba allí.
–También tenés un montón de amigos en Madrid.
–Sí, tenemos muchos amigos españoles y argentinos. Como dicen por aquí, hacemos cenitas, o vamos a comer afuera, por lo general los viernes. El sábado duermo hasta que me despierte, después veo videos de los participantes para estar en tema y saber de qué hablar en el vivo. A las 18 ya estoy en el estudio.
–¿Te llevaste algún objeto personal para sentirte más en casa?
–Me traje mi mate. Pero son muchos años viajando, estoy muy acostumbrada a estar fuera de casa, pensá que empecé a viajar a los 17, así que no soy muy apegada a las cosas materiales. Mis hijos ya están grandes, no tengo ni que pensar en sus valijas, cada uno se arma la suya. Por ahí, si me lo pide, puedo darle una mano a Taína.
–¿Cuál es la regla básica para no llevar de más ni de menos?
–Es importante saber adónde vas, qué clima te va a tocar, qué actividades vas a hacer, la cantidad de días que vas a estar y, sobre la base de eso, armar equipos. Siempre se puede repetir si te vas muchos días.
–¿Se plantean con Alejandro instalarse de manera más permanente en Europa?
–No, no nos planteamos por el momento instalarnos acá. Estuvimos muchos años dando vueltas y en 2005 decidimos volver a Argentina, nuestra base es allá. Si bien esta es una oportunidad que buscamos y ojalá se repita, la segunda temporada del año tal vez hagamos televisión en Italia, o volvamos a Buenos Aires, o hagamos algo para Sudamérica. Esta es una etapa de mi vida en la que puedo disponer más de mi tiempo, mis hijos están grandes, puedo reencontrarme con mi carrera reinventada, así que estoy disfrutando mucho.
–¿Cómo llegó la propuesta del programa?
–Por una búsqueda nuestra. Estaba por cumplir 50 y le dije a mi marido que en el futuro me veía haciendo televisión. El primer paso fue hacer el documental (Valeria Mazza: un sueño dorado, por Paramount +), y después Alejandro, buscando y buscando, llegó a esta propuesta de Telecinco que es de Mediaset y están acá y en Italia. Yo he trabajado con ellos cuando vivíamos en Milán. Me ofrecieron este Bailando… que es un formato que me encanta, me permite apelar a la espontaneidad. Me gusta que sea entretenimiento y en vivo, me encanta la adrenalina que me genera y poder jugar conmigo misma y con la gente. Eso me motiva.
–¿Cómo te preparás para el vivo?
–Me informo de las parejas, de los participantes, cómo les va, qué están haciendo. No me encierro en mi camarín, sino que voy al camarín donde están todos, nos maquillamos y peinamos juntos, ahí saco temas. Entonces cuando llega el vivo ya hay un trato, una relación. Me divierto y aprendo.
–¿A Jesús Vázquez, tu coequiper, lo conocías?
–No, lo conocí dos días antes. Es un amor, muy buena gente, solidario al momento de trabajar y enseguida pegamos muy buena onda, parece que somos amigos de toda la vida. Todo es más fácil cuando tenés al lado a alguien que acompaña y no que pone palos en la rueda, como me ha pasado en otras oportunidades.
–¿Vas a a animarte a bailar?
–Sí. El primer día le dije a Jesús –que, al igual que yo, dice que es un patadura– que teníamos que intentarlo. Empezaré a ensayar un mes antes para lograr hacer algo digno. [Se ríe].
–¿Cómo elegís los looks que vas a usar?
–Tengo una estilista que me trae la ropa a casa y la probamos o vamos a los ateliers. Hacemos dos looks por programa. Nadie me lo pidió, pero se me ocurrió para no aburrirme porque estamos al aire de 22 a 2 de la mañana. Debuté con un traje de Gabriel Lage y después usé diseños españoles. Ayer a la tarde, que volvimos a Madrid por Milán, fui a ver diseñadores italianos para cambiar un poco. Estuve en Alberta Ferretti, Dolce & Gabbana, Ermanno Scervino y Genny.
–El 17 cumplís 52. ¿Cómo los recibís? ¿Hacés balances?
–Los recibo feliz, estoy donde quiero estar, muy plena. Y no hago un balance, ya lo hice a los 50 e incluso hice un documental contando cómo llegaba. [Se ríe]. Ahora disfruto día a día de todo lo que vivo.
–¿Vas a festejar? Creo que viajan tus hijos para acompañarte, ¿no?
–Sí. Tiziano llega desde algún lugar de la montaña, Benicio ya está acá y a Taína la trajimos esta semana. Los más chicos se van a quedar hasta que empiecen la facultad y el colegio. Como cae justo el día del programa, me van a acompañar en el set, llevaré torta y brindaremos todos juntos. La noche previa, además, vamos a hacer una comida en la casa de unos amigos, somos unos cincuenta.
–¿Es difícil toda esta logística familiar?
–La tecnología ayuda y Alejandro se ocupa de pasajes, organización, auto, lo que sea para poder pasar el mayor tiempo posible juntos. Además, con los chicos grandes ya no hace falta hacer tanto.
–En plan de soñar libremente, ¿qué te gustaría hacer o qué deseo te gustaría cumplir?
–Ahora que estoy en la tele me quiero quedar haciendo televisión. Podría ser una temporada en Europa y después en Argentina o Sudamérica. Estamos buscando, pero la idea es seguir teniendo pantalla al menos la mitad del año. Además, con mi marido seguimos teniendo planes juntos, poniéndonos retos y nuevos desafíos.
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