Sofía Gonet habla de la fama, las relaciones tóxicas y los sueños por cumplir
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No nació con una cámara en la mano… pero casi. Desde muy chica, Sofía Gonet (25) se probaba ropa frente al espejo y le pedía a todo el que estuviera cerca que le tomara fotos. También pasaba horas frente al televisor mirando a Susana Giménez, a quien le quería copiar el vestuario. Pero ni siquiera entonces, en aquel mundo de fantasía en el que no existían las redes sociales, soñaba que algún día tendría más de dos millones de seguidores entre Instagram y TikTok y que compartiría la pantalla con la mismísima Su. Porque Sofía –o “La Reini”, como se la conoce– es una de las influencers más populares de la Argentina, buscada por las marcas prestigiosas de belleza y moda (“Cuando me llegan esas propuestas, salto en una pata”, dice ella) y, desde este año, también es parte del programa de su ídola de la infancia en la sección “El stream de Susana”. “Ella es divina, amorosa con todos. Yo siempre la admiré mucho. Es muy espontánea, muy graciosa. Es una diva total, tiene un aura…”, revela La Reini en su departamento de Recoleta, donde recibe a ¡HOLA! Argentina.
–¿Cómo fue que ganaste tanta fama en las redes sociales?
–Tengo cuentas en Facebook e Instagram y subía fotos desde los 14 años. Me hice un poco conocida, aunque más que nada en Ramos Mejía, el barrio donde viví casi toda mi vida, hasta que durante la pandemia conocí TikTok…
–¿Y qué hiciste?
–Al principio no me animaba a subir videos, pero en 2020 subí uno en el que reseñaba un restaurante, y se viralizó. Ahí dije: “Es por acá. Voy a empezar a subir videos todos los días”. Yo quería crear un perfil en el que se encontraran los temas que a mí me gustan: la gastronomía, la moda, la comunicación, el lujo, los lugares estéticos, viajar… Las redes sociales son mi pasión total y no me veo nunca dejando de usarlas o de consumirlas.
–También pueden ser un espacio cruel. Con tanta exposición, ¿cómo lidiás con los haters?
–Me acostumbré e intento no darle mucha entidad a eso. Me quedo con lo bueno, no me gusta enroscarme porque a veces te dicen barbaridades. Algunos me dijeron “gorda”, otros me desearon la muerte y también me amenazaron. Los leo y no me afecta, pero sí me asusto un poco cuando leo algo muy violento.
–Saludabas con un “hola, reinis” a tus seguidoras y terminaste siendo conocida como “La Reini”. ¿Cuánto hay de vos en las redes y cuánto hay de personaje?
–Ese personaje soy yo, aunque es sólo una parte de mí. Lo que muestro en redes sociales es apenas un diez por ciento de mi personalidad. Hay un montón de cosas de las que no hablo ni expongo.
–En general, en tus cuentas mostrás ropa, productos de belleza o los lugares públicos a los que vas. Sin embargo, una vez contaste algo privado, que tuviste una relación tóxica…
–Sí, cuando tenía 19 años me puse de novia con un hombre quince años mayor. Era muy celoso, controlador, violento y abusivo. Estuvimos juntos tres años, convivimos dos. Me costó separarme porque yo sentía que lo necesitaba, tenía una dependencia económica y emocional con él. Después me engañó y dije: “Esta es mi excusa para separarme”. Ni siquiera me importaba tanto el engaño, sí el maltrato. Ahí me fui a la casa de mis papás, acudí a ellos.
–¿Ellos no sabían por lo que estabas pasando?
–Yo nunca les había contado nada de lo que estaba viviendo. Hay algo de la humillación en que el otro te falte el respeto, por eso a mí también me daba vergüenza contarlo. Me separé en términos de amenaza, me decía: “Si vos estás con otro, yo me voy a enterar y te mato”. No hice denuncia, aunque tendría que haberla hecho. Me mudé y no supo más nada de mí. Por suerte pude salir de ahí. Fue una experiencia que me hizo crecer un montón por las malas. Hoy, cuando conozco a alguien, estoy mucho más alerta, no por un trauma, sino que sé detectar lo que está mal para que no me vuelva a pasar lo mismo.
–¿Ahora estás en pareja?
–No, estoy soltera. Después de mi ex, estuve de novia con una mujer seis meses. Fue mi primera relación con una mujer. No me costó volver a enamorarme. Fue otro vínculo, sano y especial. Me sentí cuidada y respetada. Era una chica de mi edad, nos queríamos un montón… Después no funcionó porque no nos estábamos encontrando. Ahí aprendí que no todos los vínculos tenían que ser horribles y violentos, que tener un vínculo sano es posible.
–Si pudieras soñar, ¿a qué te gustaría llegar como influencer?
–Me gustaría volverme internacional. No vivir afuera, pero conseguir trabajos en el exterior, hacerme más conocida en otros países. Que me inviten a grandes eventos, como la Met Gala.
Maquillaje: Joaquina Espínola @joaquinamakeupartist.
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