Renuncia a sus privilegios. La princesa Mako de Japón rechaza 1.35 millones de dólares para poder casarse

El gobierno japonés aceptará el pedido de la princesa Mako (29) de no recibir la asignación que el Estado otorga a las mujeres de la familia imperial que dejan la Casa Real al casarse. La sobrina del emperador Naruhito rechazará la tradicional ayuda económica –1,35 millones de dólares– y se casará por Civil el 26 de octubre con su prometido desde 2017, Kei Komuro.

El matrimonio de la princesa con un plebeyo conlleva su desvinculación de esta institución, según la Ley de la Casa Imperial, que también concede de forma exclusiva a los varones los derechos sucesorios al Trono de Crisantemo. Esta boda generó gran revuelo por una supuesta disputa financiera que afectó a la familia del prometido e hizo que se postergara dos veces: la ex expareja de la mamá de Komuro afirmó que ella le debía más de 4 millones de yenes (unos 36 mil dólares), por lo que el joven se ofreció a saldar la deuda, pero el escándalo provocó que abandonara el país para estudiar en Nueva York.

Finalmente, el príncipe Akishino, heredero del trono, dio su aprobación en 2020 a la boda de su hija, y puso como condición solucionar este asunto, algo por lo que fue muy cuestionado. Según People, tanta presión repercutió en la salud de la novia, que acaba de ser diagnosticada con estrés postraumático. Ahora, planean casarse sin seguir el rito imperial y sin recibir la asignación. De confirmarse, sería la primera mujer de la familia imperial en saltarse ambas tradiciones en el Japón de posguerra. La semana pasada, el novio volvió al país tras dos años para empezar con los preparativos, según publicó The Japan Times. Una vez que den el sí, se mudarán a Estados Unidos y ya algunos medios los definen como “los Harry y Meghan de Japón”.

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