Sus carreras en el mundo del espectáculo mexicano los cruzaron desde jóvenes, pero hace un año el amor hizo de las suyas y se volvieron inseparables. De visita en Buenos Aires, se confiesan y hablan del presente de plenitud que viven de a dos
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Él es una de las grandes estrellas del espectáculo mexicano. Una generación de mujeres en la Argentina sucumbió ante su galanura en novelas como El derecho de nacer (1981) junto a Verónica Castro. Hoy, además de actor, Humberto Zurita (70) es un gran productor y director teatral. Su relación con la Argentina comenzó también en la década del 80 cuando se enamoró de la actriz argentina –radicada en México– Christian Bach, su mujer durante treinta años y la madre de sus dos hijos, Sebastián y Emiliano. Ella, Stephanie Salas (53), cantante y actriz, pertenece a una de las familias artísticas más reconocidas del país azteca. Su abuela es la legendaria actriz Silvia Pinal; su padre, el reconocido músico Mike Salas; y su madre, Silvia Pasquel. Mamá de dos hijas, Michelle –modelo e hija del cantante Luis Miguel– y Camila –actriz y heredera del músico Pablo Valero–. Cuando Humberto sintió que la vida era injusta por haberle quitado a la mujer de su vida, y tras cuatro años de duelo, el amor volvió a presentarse en su vida de la mano de Stephi (como él le dice a Stephanie). Hoy, viven esta nueva etapa de plenitud acompañándose mutuamente, combinando trabajo, familia, viajes y relax.
–¿Cómo fue este encuentro tan lleno de amor?
Humberto: Yo a Stephanie la conocía desde que era pequeña. Ella era muy amiga de Christian y trabajó con nosotros en alguna oportunidad. De hecho, a su hija Michelle la conocí cuando era muy niña. Tiempo después de la muerte de Christian –nosotros mantuvimos en silencio su enfermedad porque así lo quiso mi mujer–, me llamó, hablamos muchas veces. Yo estaba como bastante aislado y ella me dijo: “Humberto de deberíamos encontrarnos, somos familia”. Y me encontré con una mujer maravillosa, que había criado a dos hijas sola de una manera impresionante, una gran madre. Con valores como los míos. Y se dio la magia.
Stephanie: ¡Volver a enamorarse en esta etapa de la vida es maravilloso! Él es un gran hombre, no sólo como padre, sino también como profesional. Yo ya lo admiraba de chica y cuando lo volví a ver fue ¡guau! A pesar de la diferencia de edad entre nosotros, nuestros hijos tienen la misma edad y se llevan exactamente los mismos años entre ellos. Yo fui madre a los 19, siempre digo que soy como el personaje de Benjamin Button, porque siento que viví al revés. Ahora a los 53 me siento en plenitud, jovial, vivo la vida intensamente, disfruto el momento. Soy una mujer capaz de entender la vida.
–Y sus hijos, ¿cómo tomaron esta relación?
Stephanie: Mi abuela quiere a Humberto de toda la vida. Mi madre siempre desea lo mejor para mí y me ve tan bien que está feliz. Mis hijas están súper contentas.
Humberto: En cuanto decidimos estar juntos se los conté a mis hijos. Habían pasado cuatro años desde que había muerto su madre, y yo medio me había recluido en una casa en la montaña en Polanco, en las afueras de la ciudad. Creo que ellos ya estaban preocupados por mi soledad. En febrero pasado, celebramos el cumpleaños de Stephi todos juntos, sus hijas, mi hijo. Emilio fue el único que no pudo estar porque estaba trabajando en los Estados Unidos.
Stephanie: Christian siempre va a vivir en mi corazón. Cuando tuve a Michelle ella me cuidó mucho. Me protegía. Jamás voy a olvidar eso de ella.
EL AMOR DESPUÉS DEL AMOR
Tras casi 30 años de pareja, en 2016, Christian Bach recibió el peor pronóstico: cáncer en los huesos. Su decisión fue retirarse de la vida pública y pasar el resto de tiempo que le quedaba refugiada en su casa de Los Ángeles junto a su marido y sus dos hijos. “En el duelo pasas por muchas etapas. Primero, el dolor; después el enojo y la rebeldía ante las creencias que puedes tener. Estás enojado porque no entiendes cómo Dios se lleva a una persona tan sana como ella. Fue de un día para el otro. Ahora disfruto de cosas que antes no pude por trabajar. Stephi es una mujer muy libre, inteligente, tiene una gran cultura musical, viene de una familia de artistas, tiene muchas semejanzas con Christian. Es como la misma persona vuelta a nacer. Me amigué con la vida. Si hay algo de lo que me di cuenta es que la vida sin amor no tiene sentido”, afirma Humberto.
–¿Tus hijos vinieron alguna vez a la Argentina, el país de su madre?
–Sí. Mis hijos son mitad mexicanos y mitad argentinos. Antes veníamos mucho a ver sus abuelos que vivían en Recoleta. Hace dos años vinimos con los chicos a pasar Navidad, después nos fuimos a Calafate y al glaciar Perito Moreno. Fue como una manera de homenajear a su mamá. También trabajé mucho aquí. Hice una película con Federico Luppi en Iguazú y cuando trabajé para la RAI (Italia) filmamos la serie Terra ribelle acá casi durante nueve meses. Me encanta esta ciudad, su gente. Son súper atentos, solidarios, los taxistas son grandes filósofos y siempre fueron muy adelantados. Sin ir más lejos, Christian era muy adelantada para su época, ella se plantaba de igual a igual con un hombre. A mí me costó un poco la relación al principio, pero fuimos amigos durante tres años y nos educó a mí y a nuestros hijos.
–Ya hace un año que están juntos. ¿Cómo es la convivencia?
Stephanie: Cada uno tiene su casa, pero estamos la mayor parte del tiempo juntos. Respetamos mucho nuestros espacios. –¿Qué planes tienen para el futuro? Stephanie: En la pandemia yo empecé a cocinar y a hacer vivos en Instragram. De niña pasaba tiempo con mi bisabuela porque mi abuela y mi mamá trabajaban mucho, y ella me enseñó a cocinar. Eso me llevó a participar de Masterchef Celebrity en México. No gané por una pizca de sal. Me gustaría más adelante tener un emprendimiento gastronómico de cocina fusión de diferentes culturas. También me gusta “pinchar” discos. Soy DJ. Humberto ama la música, así que compartimos esa pasión por ir a ver musicales y conciertos. Nos gusta hablar de proyectos, trabajar juntos. Humberto: Quizás el año que viene nos instalemos en Miami por un tiempo.
DOS MEXICANOS EN BUENOS AIRES
Humberto pasó quince días en la capital argentina porque vino a presentar el programa de History Channel Inexplicable Latinoamérica, que en esta segunda temporada lo tiene como conductor. Stephi es la primera vez que visita nuestro país. “Me parece increíble que con el lazo que tenemos los mexicanos con la Argentina recién haya venido ahora. Cuando comencé mi carrera como cantante estuve a punto de venir y no se dio, después otra vez y así. Bueno, ahora conozco esta maravillosa ciudad de la mano de este hombre, que además conoce tanto”. La pareja combinó sus días de trabajo con turismo: paseo, buena gastronomía, teatro y un viaje relámpago a las Cataratas del Iguazú. “¿Viste amor? Te traje a Buenos Aires”, le susurra Humberto al oído entre carcajadas mientras posan súper enamorados.
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