Tiene 33 años, estudió en la emblemática academia Parsons y habla de la fuerte influencia de su madre y de su abuela, así como de sus raíces italianas, a la hora de descubrir su pasión por la moda
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Desde muy chica, Pía Calcaterra (33) se sintió atraída por la moda. El contacto con las telas nobles, como seda y cashmere, y la buena ropa le llamaron la atención a temprana edad, sumado a la marcada influencia artística de su mamá, la escultora María Boneo (65, nacida en Belgrado, Serbia), y el sentido estético de su padre, el empresario de ascendencia italiana Ángelo Calcaterra (66). Cuando egresó del colegio Northlands, Pía decidió estudiar Diseño de Indumentaria en la Biblioteca de la Mujer, época en la que pasaba sus tardes en la casa de su abuela paterna, María Pía Macri (hermana de Franco Macri), su principal aliada y quien le enseñó sus mejores trucos fashion. Más tarde, cursó Fashion and Design en la prestigiosa academia Parsons, experiencia que ella define como un antes y un después en su carrera. “Afuera me sentí muy inspirada por la libertad de la gente a la hora de vestirse y me di cuenta de lo importante que es diferenciarse, hacer algo distinto”, cuenta Pía a ¡HOLA! Argentina en la casa de su infancia en Recoleta, donde se crio junto a sus padres y sus dos hermanos –María, fundadora de la galería de arte MC, y Antonio, el menor–, y donde hoy recibe a las clientas de Calca, su propia marca.
–¿Tu familia fue una gran influencia en tu pasión por la moda y la estética?
–Siempre tuve claro que quería ser diseñadora porque de chica estaba muy pendiente de la ropa, las telas, los colores. En casa existía un poco esa exigencia de estar bien vestidos, impecables. La elegancia siempre predominó en mi familia y tiene que ver con nuestras raíces italianas. Recuerdo esa linda sensación al tacto de abrazar a mi abuelo y sentir el cashmere, o sus trajes de lana o de lino. Además, mi mamá es muy coqueta y me inculcó la importancia del buen corte de las prendas, que todo combine. Iba a su armario y me pasaba horas probándome su ropa y sus zapatos. También crecí rodeada por su arte, porque ella es escultora, talla sobre mármol. Cuando viajábamos, nos llevaba a mí y a mis hermanos a diferentes museos, nos enseñaba sobre historia del arte y de la moda.
–Además de tu mamá, tu abuela María Pía es una figura muy importante para vos…
–Siempre tuve la influencia muy fuerte de las mujeres de mi familia. Que me hayan llamado Pía, como mi abuela, es algo que me marcó. Siento un peso muy grande por el nombre porque lo tengo que llevar bien. Cuando cursaba en la Biblioteca de la Mujer, como queda cerca de la casa de mi abuela, iba a estudiar con ella. Nos pasábamos horas hablando de moda y me remarcaba que las mangas de las camisas tienen que estar bien pegadas y no giradas, y que los botones tienen que estar bien cosidos. Además, estaba su costurera de toda la vida y las dos me ayudaban a aprender de moldería y a coser.
–¿Cómo surgió Calca, tu marca de diseño?
–Fueron dos etapas. En 2017, a raíz de la influencia de mis orígenes italianos, empecé haciendo ropa más clásica y formal: trajes de lino, trajes de lana, camisas de seda que mi abuela me pedía, todo confeccionado con telas nobles. Tenía un showroom en Palermo donde lancé mi primera colección, que gustó mucho. Para mí fue algo nuevo y me importaba diferenciarme, hacer algo distinto, porque hay mucha competencia en el rubro textil.
–Con el tiempo llegaste a vestir a figuras como Tini Stoessel, Nicki Nicole y Oriana Sabatini, entre otras famosas.
–El salto más grande de Calca fue cuando Tini eligió mis prendas. Ella no se viste con cualquier marca, es bastante exigente, y yo al principio no la pegaba con su estilo. Le mandé ropa como cinco veces a través de su estilista, Vicky Miranda, pero me rebotaba todo. Como a mí me encanta la música, de hecho, toco el piano desde chica, mi sueño era vestir a Tini y a las principales artistas musicales del país. Finalmente lo logré para el videoclip de “High”, que hizo con María Becerra y Lola Índigo. Me la jugué con un conjunto denim moderno y ecléctico, algo distinto a lo que yo hacía, y fue un boom. Ahí fue cuando ella se enganchó con Calca y empecé a crecer a grandes niveles.
–Con tu marca, ¿seguís los consejos de tu abuela?
–Sí, soy muy exigente y detallista con las terminaciones de las prendas. Soy obsesiva con que las cosas estén perfectas, aunque en algún momento tengo que decir “ya está”; si no, no se termina nunca.
–¿Cómo definirías tu estilo?
–Me gusta mucho la ropa de hombre en la mujer, esa combinación de lo oversized y masculino con lo elegante y sexy. Por eso le robaba los suéteres a mi abuelo y los blazers a mi papá.
–Por fuera del trabajo, ¿qué te gusta hacer?
–Me gusta practicar deporte, necesito la rutina de correr todos los días y entrenar, si no se me dispara la ansiedad. También, cuando estoy muy estresada o quiero relajarme, medito tocando el armonio [un instrumento de viento con teclado originario de la India]. Otra cosa que me gusta mucho es la astrología. Con mi tía paterna nos juntábamos a tomar mate y ella me enseñó un montón. De grande hice un curso, leo mucho a Eugenio Carutti y me hubiese encantado hacer la carrera en Casa XI, pero por mi trabajo no hago a tiempo.
–¿De qué forma aplicás la astrología a tu vida?
–A todas las chicas del equipo de Calca les hice la carta astral. Me gusta analizar las energías para que haya un lindo clima laboral. Me importa que ellas estén bien, soy muy sensible e intuyo cuando alguien no se siente cómodo.
–Volviendo a tus orígenes italianos, ¿tienen la tradición de reunirse los domingos?
–¡Sí! Todos los domingos, cuando se puede, nos juntamos a comer pastas en lo de mi abuela Pía, que tiene 92 años y es la reina de la familia. Ella nació en Roma, llegó a la Argentina en barco después de la guerra y aprendió a cocinar para sus hermanos. Su especialidad son los arancini, los alcauciles, la parmigiana de berenjenas y los fideos con pesto.
–¿Heredaste su talento para cocinar?
–Fui un par de veces a aprender con ella, pero no es lo mío. [Se ríe]. Tiene un libro de recetas que es un tesoro, pero para mí ella no revela sus trucos.
–Con tus hermanos, María y Antonio, ¿cómo te llevás?
–Mis hermanos son todo, tenemos una relación muy cómplice. Cuando nos juntamos a comer, con sólo una mirada nos entendemos; tenemos el mismo humor, que es bastante particular, y hacemos los mismos chistes. Aunque cada uno tiene su vida, somos muy familieros y estamos pendientes de lo que el otro necesita.
Peinado: Natalí Pomasoncco para Sebastián Correa Estudio
Agradecemos especialmente a Agustina Cornejo (maquillaje) y Valentina Smorczewski (producción)
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