“Paramos la pelota”. Es modelo, dejó la Argentina, se mudó a Playa del Carmen en familia y planean abrir una panadería

“Vinimos a México con el plan de probar tres meses y ya llevamos más de dos años”, cuenta entusiasmada la modelo y emprendedora digital Florencia Salvioni (37), quien junto a su marido, el músico y empresario gastronómico Francisco “Panchi” Grimaldi (39), y sus tres hijos, Timoteo (7), Polonio (5) y Astro (2), dejaron la Argentina a principios de 2021 para buscar otra vida cerca del mar. “Siempre fuimos de viajar mucho; de hecho, los dos tuvimos nuestras experiencias viviendo en París, Nueva York, Milán… Así que nuestras ganas de movernos siempre fueron muy fuertes. Si bien en un primer momento pensamos en irnos a los Estados Unidos, un problema de visas nos llevó a cambiar nuestros planes y desembarcar en este mágico lugar en la Riviera Maya”, explica Panchi, uno de los creadores del restaurante Casa Babel, en Punta del Este.

−¿Cómo es la vida tan cerca del mar?

Panchi: Decimos que es una “vida descalza”. Siento que acá hay más tiempo, de repente te das cuenta de que podés vivir más liviano. La Riviera Maya tiene una energía muy profunda y te lo hace notar.

Florencia: Tiene que ver con el contacto permanente con la naturaleza y eso es increíble. Es vivir todos los días deslumbrada por lo que tenés alrededor. Como dice Panchi, son otros los tiempos y eso te lleva a parar un poco la pelota y ver qué hay más allá.

−¿Qué es lo que más disfrutan de esta nueva etapa?

Panchi: Ver a nuestros hijos crecer en un entorno así, con los pies en el mar y los ojos en la selva. Me gusta vivir con la puerta abierta, proyectar nuevos sueños y ver que se realizan… Con Flor apostamos por una vida más plena. Nos dimos tiempo para cada uno, para nosotros, para nuestros hijos. Y hoy estamos felices.

−¿Qué dicen los chicos?

Florencia: Ellos viven como en un parque de diversiones, todo es una aventura. Tanto Tulum como Playa del Carmen son lugares muy kids friendly. Siempre están rodeados de amigos, de naturaleza, de animales. Su “plaza” es un gran parque de mar y selva. Por suerte se adaptaron rápido, siempre pensamos con Panchi que nos vinimos en el momento justo para ellos porque todavía eran chiquitos y adaptarse no iba a ser un problema. Estamos muy bien acá, aunque todos seguimos extrañando la Argentina.

−Panchi, en tus redes sociales más de una vez hablás de tu familia “en movimiento”. ¿Qué significa para ustedes eso?

−Tener la familia que tenemos nos dio fuerza para dejarnos llevar y abrazar nuevos caminos. Antes que nada, somos emprendedores de la vida y eso significa que nos apasiona vivir y correr riesgos porque eso es lo que en definitiva nos define y nos completa. La realidad es que nunca pensamos en dejar nuestro país, pero nos animamos a ir tras nuevos proyectos. No es fácil mudar a una familia de país, pero si tu sueño es grande, creo que vale la pena el intento.

−Flor, a la par de tu carrera como modelo, pudiste continuar desarrollando negocios digitales en México.

−Sí, fue una verdadera transformación personal. La verdad es que no fue fácil reinventarme y encontrar un nuevo lugar dentro del mercado laboral. Siempre quise ser una mamá presente y al mismo tiempo exitosa en mi trabajo y eso lo pude concretar armando un negocio digital de productos de skincare. Para mí fue algo nuevo, salir de esa estructura tradicional de trabajo para comenzar algo a distancia y sin mucha experiencia.

−Panchi, antes mencionaste que llegaron a México con nuevos proyectos. ¿Cuáles eran y qué están planeando para más adelante?

−Vine con la idea de expandir los negocios de Casa Babel. Por eso con mis socios, Pico Mónaco y Javier Solari, creamos Babel Group. Hoy tenemos el foco puesto en desarrollos gastronómicos y hoteleros más un gran proyecto de alimentos a base de plantas que estamos trabajando en Guatemala y Estados Unidos. Y en Tulum estamos por abrir una panadería y hacer una colaboración con Casa Babel en un restaurante. Falta muy poco. Todo va saliendo a la luz.

−Después de doce años en pareja y de tener tres hijos, ¿cómo es esa relación que ustedes definen como un vínculo de amor y también de amistad?

Panchi: Creemos en el amor en todas sus formas y la amistad para nosotros siempre fue muy importante. Los dos somos muy amigueros y creo que por eso nos elegimos como pareja, para formar una familia y también para ser amigos. Después de tanto tiempo juntos con Flor logramos construir un vínculo de confianza, compromiso, empatía y complicidad.

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