En Maschwitz, Paz, Lola y Agustina revelan las claves de su impronta, sus nuevos proyectos y qué significó poner en valor la Quinta de Olivos
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Se quieren, se respetan, se divierten entre ellas y se potencian en sus diferencias. Quizás sea esa la clave para que las hermanas Lola (46), Paz (45) y Agustina (43) Caradonti hayan convertido su apellido es sinónimo de excelencia y buen gusto a la hora de decorar una casa, ambientar una fiesta e incluso poner en valor la Quinta de Olivos. Hoy, reciben a ¡HOLA! en su proyecto más personal: la casa de la menor de ellas, que, por haberla soñado juntas, en un rincón de sus corazones es un poco de las tres.
–¿De dónde viene ese sentido estético?
–Paz: De mamá (María Elena Ares), que hacía decoraciones y cuando se separó de papá puso una empresa de plantas deshidratadas, Green Gallery. Traía las plantas de Brasil y ambientaba desde las discos Mau Mau y Le Club hasta lobbies de hoteles y palliers de edificios.
–Lola: Tengo el recuerdo de ayudarla a planchar las hojas cuando había una entrega. [Se ríe] Y de acompañarla al hotel Plaza, donde hacía las decoraciones para navidad.
–Paz: Le encantaba recibir en casa, cambiar y renovar los muebles. Vivíamos en Acassuso y nos mandaba al jardín a cortar ramas para armar los centros de mesa.
–¿Eso les marcó el camino?
–Paz: No, solo a mí, que estudié decoración. Lola estudió Sociología y Agus, Derecho. Siempre fuimos muy unidas, mamá nos hizo dormir juntas hasta los quince años, ¡pero jamás pensamos en trabajar juntas!
–¿Tienen más hermanos?
–Lola: Somos siete. Después de separarse de papá, mamá se casó dos veces más y tuvimos primero un hermano y después otros dos. Papá se volvió a casar también y nos dio una hermana. Era muy divertido porque nuestros padres y sus respectivos se llevaban muy bien y pasábamos la navidad todos juntos.
–¿Cuándo decidieron armar esta empresa?
–Paz: Fue todo muy de a poco y de manera armoniosa. Cuando yo me casé armamos todo con mamá y las chicas. Lola y Agus fueron como las wedding planners solo que en ese momento no existía ese trabajo como tal. Hicimos una carpa de circo en un campo, pusimos mucho cotillón, flores y velas de colores, llevamos gente de circo… Empezaron los llamados y el catering Manos de la Tierra, de Lucas Mallmann, nos convocó para hacer centros de mesa. Primero arranqué yo con una amiga, pero ella al tiempo se abrió. Entonces llamé a Delfina “Fifi” Lecouna, hija de Raúl y Celina, y empezamos a trabajar en eventos más grandes. Celina nos llevó a trabajar con ella para hacer decorados de diferentes tiras de televisión, como Collar de Esmeraldas. Soy cero cholula pero me re divertía. Los Lecouna habían ido a nuestro colegio, Todos los Santos, y Lola está casada con Eduardo Amadeo (h), primo de ellos, así que todo era muy familiar.
–Lola: Fue toda una escuela trabajar con Celina porque tenía un ojo bárbaro en la dirección de arte.
-Paz: Creo que Carolina Stanley le pidió a Celina hacer su casamiento. Por sus amigos y por el estudio de televisión empezamos a hacer cosas grandes. Pero finalmente “Fifi” se abrió porque lo suyo era la producción.
–Un nuevo empezar, entonces.
–Paz: Sí. Ahí la llamé a Agus, que había estado viviendo dos años en Córdoba, volando en parapente… Después de vivir en La Cumbre no estaba para ejercer su profesión, por lo que le divirtió sumarse. Así fuimos creciendo y la llamé a Lola. Ella se casó a los 20 y a sus 30, con sus hijos más grandes, estaba para un nuevo desafío.
–¿Es difícil trabajar en familia?
–Paz: Me costó porque esto era como mi bebé. Pero mamá nos sugirió contratar a un counsellor que ella conocía, y él nos ordenó, nos dio roles. Y salvó la relación familiar y la empresa: en las reuniones nos matábamos.
–Lola: Nos dio reglas para discutir porque somos muy distintas. Pero aprendimos que las diferencias nos potencian. Las chicas hicieron más tele y publicidad y eso les dio un timing increíble para resolver imprevistos, que es fundamental. Yo, antes de sumarme, estuve en la parte comercial de Manos de la Tierra.
–¿Se definen como ambientadoras o decoradoras?
–Agustina: No hay una palabra que nos defina, somos un multitask de lo estético, aunque lo primero que sale es lo de ambientadora.
–Lola: Me gusta ese concepto, nos define adaptar la estética de cada cliente y darle una vuelta de tuerca. Transformamos espacios, pensamos el uso, su funcionalidad. Esta casa la hicimos juntas de cero. –¿Cuál es la historia? –Agustina: No quería construir, ví más de cien casas pero a todas les quería cambiar algo. Hasta que mi marido dijo basta. Entonces armamos este proyecto junto a los arquitectos Pablo Vodopivec y Silvia Colotto, con una planta muy abierta porque nos encanta invitar, que todo funcione acá, que se viva toda la casa. Más ahora, en esta etapa pandémica, hay que aprovechar cada espacio. A mí me encanta llenar la casa de verde, me hace sentir que la vivo.
–Paz: Eso es algo que nos enseñó mamá, los mejores platos no se guardan, se usan, y así con todo, se disfruta.
–Acaban de abrir un showroom de venta de objetos y muebles. ¿Fue una forma de reconvertirse ante la baja de eventos que trajo la pandemia?
–Agustina: Es algo que profundizamos, porque ya lo veníamos haciendo, sólo que con pop ups.
–Lola: Ahora, en la parte de adelante de donde está nuestro estudio montamos un showroom permanente con objetos únicos y de estilos diferentes, cosas elegantes pero con un toque de rock. También estamos diseñando y mandando a hacer prototipos, desde lámparas, sillones, floreros, hasta almohadones.
–Su trabajo cobró aún más notoriedad cuando pusieron en valor la Quinta de Olivos para que viviera el ex presidente Mauricio Macri y su familia.
–Agustina: Eso nos ayudó en decoración porque en eventos ya estábamos posicionadas.
–¿La conocían a Juliana Awada?
–Paz: Le hacíamos eventos en su casa. Ella tiene muy claro lo que le gusta, pero quería que alguien la ayudara a producir lo que ella imaginaba, acompañamos el proceso. En Olivos, el objetivo fue la puesta en valor.
–¿Qué hicieron?
–Paz: Con la ayuda del arquitecto Jorge Cermesoni y en tiempo récord, hicimos una lavada de cara, primero, a la casa de invitados. El parque estaba abandonado y la casa principal era la que en peor estado estaba. Por ejemplo, no había cocina dentro de la casa. Juliana cocina todos los días y para ellos era un lugar principal como familia, así que se la sumamos. Igual, ya conocíamos algo de Olivos porque cuando trabajaba con “Fifi” y con Celina le hicimos en el quincho la fiesta de 15 a Florencia Kirchner. Trabajamos una semana entera adentro de la quinta.
–Agustina: Lo tomábamos como una decoración más, pero a medida que pasa el tiempo me doy cuenta de que formamos parte de algo que es historia.
–Lola: También participamos en algunos eventos, como los side–events de los partenaires del G–20, en Villa Ocampo y del Malba, o la visita de los Reyes de España. Lidiar con Secret Service, la Casa Militar, fue toda una experiencia y aprendimos mucho porque el protocolo varía según el país.
–Agustina: Juliana se involucraba un montón, tiene un gusto muy net, muy definido. Si poníamos astromelias, por ejemplo, tenían que estar cerradas.
–¿Tuvieron alguna devolución que las emocionó especialmente?
–Paz: Sí. Cada vez que terminaba un evento, Juliana nos mandaba un mensaje de agradecimiento y felicitación. Cuando vinieron los Obama, se los agasajó en el CCK, que es divino. Pero antes de entrar debían pasar por un túnel. La premisa siempre fue acomodarnos al presupuesto acotado, entonces le pedimos a Juliana si podíamos usar unos buxus que se habían encargado para Olivos y que todavía no habían entregado. Quedó tan lindo que Michelle le preguntó quién había ambientado y le pidió dos veces que nos felicitara de su parte.
–¿Juliana las llamó para su casa nueva?
–Paz: Sí, le hicimos algunas cosas. Y viene un montón al showroom.
Suena el celular de una de ellas. Es María Elena, la mamá de las Caradonti, que quiere saber cómo fue el shooting. Alguna vez trabajaron juntas, pero hoy las sigue de cerca, orgullosa, sabe que vuelan solas y bien alto.
Maquillaje y peinado: Joaquina Espínola (@joaquinamakeup_)
Agradecimientos: @hermanascaradontihome; @biu.fit (esteticismo); @Boycapelvintage (ropa)
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