Heredó de Osvaldo Laport y Viviana Sáez su vocación artística, la confianza en sí misma y el optimismo. Se prepara para lanzar su primer disco mientras proyecta un futuro junto a Matías Paz
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Con pocas semanas de vida, Jazmín Laport (27) entró a un estudio de televisión en brazos de su mamá, Viviana Sáez (60), mientras su papá, Osvaldo Laport (66), caminaba detrás, empujando el cochecito que él mismo había hecho y que todavía se conserva, intacto, en el quincho de su casa (el video se puede ver en Youtube). Fue para su presentación en sociedad, nada menos que en uno de los programas más vistos de la época, el que conducía Susana Giménez. Un adorable debut en la pantalla chica para alguien que, pocos años después, ya tenía la certeza de que su destino era el de ser artista. Y Jazmín, que descubrió su vocación desde chica –”en los actos del colegio yo estaba para hacer las coreo, para actuar, para cantar… Siempre tuve claro que quería ser actriz, pero creo que no tan claro que quería ser cantante, porque cantar me daba más pudor. Entonces, tengo recuerdos de escribir cosas desde muy chica, pero nunca me había animado a mostrarlas”, dirá en la entrevista–, viene dando pequeños pasos, firmes y seguros, para construir un camino propio. Disciplinada y segura de sí misma, mientras proyecta su futuro profesional disfruta de un presente que la encuentra enamorada, plena y feliz. De todo eso charló con ¡HOLA! Argentina en una entrevista que permite adivinar que esta mujer de mirada serena y risa contagiosa es mucho más que la hija de Osvaldo Laport y Viviana Sáez.
–¿Qué pasó cuando les dijiste a tus papás que querías ser artista?
–Siempre me alentaron y apoyaron. Pero me hicieron ver que tenía que prepararme. “Estudiá canto, estudiá baile, estudiá teatro, formate con distintos profesores”, me dijeron. El aval y la compañía estuvieron, pero era como: “Buenísimo, querés ser artista, genial, pero preparate para que, en el momento en que te llegue una oportunidad o se te abra la puerta, puedas aprovecharla con tus propias herramientas”.
–Si tuvieras que elegir entre cantar y actuar, ¿qué elegirías?
–Encontré en la música el mejor canal para expresarme. Porque compongo mis canciones y cuento lo que tengo ganas de contar. Personifico distintos personajes en los videoclips. Canto y produzco canciones y melodías acordes con mi registro vocal. Obviamente no lo hago sola, detrás de esto hay un montón de gente, pero lo cierto es que la música me permite meter en la licuadora todo lo que quiero y obtener el resultado que quiero.
–¿Estás conforme con el camino que recorriste hasta ahora?
–Estoy feliz. Hace unos meses salió mi cuarto single, que se llama “Loca”, con un clip que filmamos en el norte argentino. Y eso me llena de felicidad. Igual, creo que uno tiene que tener su propio termómetro o su propia vara, porque siempre está en la delgada línea de la comparación, entonces estoy muy contenta porque mi termómetro, a lo que yo apunto, es a que en 2023 salga mi primer disco con todas estas canciones, con todo lo que tengo guardado y escrito y lo que estamos preparando. Ahora tengo un panorama mucho más claro de lo que quiero y adónde apunto.
–¿Estás de novia?
–Estoy de novia con Matías Paz hace dos años, y estamos construyendo un vínculo lindísimo, de mucho aprendizaje. Estamos retroalimentando constantemente nuestro amor.
–¿Te gustaría ser mamá?
–Me encantaría ser mamá, es algo que siempre quise. Yo soy hija única, entonces me coparía tener, no sé, cinco hijos. A Mati también le gustaría ser padre. Pero los dos entendemos que hay muchísimas cosas que queremos hacer antes y aún no tenemos la energía puesta en eso. Aunque a veces estamos desayunando y decimos: “Che, ¿tal nombre combina con el apellido?”. [Risas]. Son esas conversaciones que muchas veces las parejas tienen, pero que están más en el plano de la fantasía. Si tuviese el control total, que no existe, de cuándo me gustaría ser mamá, yo estoy para unos cinco o seis años más.
–Tener cerca un modelo de pareja como el de tus padres, que llevan juntos más de cuarenta años, ¿te condiciona de alguna manera?
–No, para nada. No pienso que, si se corta un vínculo de pareja, es un fracaso. He tenido varias parejas y cuando se terminaron, jamás lo viví como un fracaso. Mis padres llevan cuarenta y tres años juntos. ¡Es un montón de tiempo! Yo siento que está buenísimo, pero creo que es más el modelo o el plan de esa generación. Cuando se conocieron mi mamá tenía 16 años.
–Eso del amor para toda la vida no es para vos…
–No sé si creo tanto en el amor para toda la vida. Para mí es más como gente que se va cruzando en tu camino y que sí estás lo suficientemente despierta para entender que vienen a sumar y a aprender, sintonizás con esa persona. Y, por ahí, después de ese aprendizaje, el vínculo se rompe, y no tiene que ser dramático. No sé, creo más en eso, y creo que así uno anda mucho más liviano por la vida.
–¿Matías te apoya en tu carrera?
–Mati es modelo hace doce años, modelo de profesión, vive del modelaje. No es que es arquitecto y no entiende de esto. Fue quien me hizo volver al modelaje, que yo había dejado. Y me estuve coacheando mucho con eso. A él le interesa también la actuación, entonces me apoya en todo lo que hago y me motiva, y yo estoy siempre pulgar para arriba con todo lo que él hace. A veces vamos a castings juntos. Hace poco, en un día, fuimos a tres castings juntos.
–¿Cómo se lleva él con tus padres?
–Superbien. Hay un lindo vínculo, mucho más adulto que lo que pudo haber sido con algún que otro novio mío. Yo también tengo una buena relación con sus padres y con su familia, que es grande y hermosa.
–¿A quién te parecés más, a tu mamá o a tu papá?
–Para mí esta gente dijo: “Vamos a agarrar la licuadora, meter 25 y 25, y que el otro 50 sea lo que sea”. No sé, a veces me siento muy parecida a mi vieja, y a veces me siento muy parecida a mi viejo, y a veces me molesta ser tan parecida a alguno de ellos dos, porque capaz que les quiero echar algo en cara y no puedo porque yo hago lo mismo. Hasta físicamente soy una mezcla de ellos.
–¿Cuál es tu cable a tierra?
–Soy fan de la terapia holística, las constelaciones familiares, y esas cosas. Para mí son distintas herramientas que funcionan ciento por ciento como una red de contención y yo las empecé a agarrar hace varios años ya, sin querer, con la intención de hacerme cargo de un montón de cuestiones y dejar de culpar a papá y a mamá, y dejar de pensar: “¿por qué a mí no?”, y “¿por qué esto no?”. Esta red de contención me ayudó a hacerme cargo y a entender que uno tiene que tomar las riendas de su propia vida, tengas la edad que tengas.
–¿Cómo te imaginás en quince o veinte años?
–Estoy muy segura de que voy a estar con mi propia productora o sello discográfico. Tengo esa idea. Por eso me gusta meterme en todo y, aunque es algo que no está tan bueno, me cuesta delegar. Cuando craneo cosas, si vienen los chicos de iluminación, por ejemplo, quiero estar encima, pero para aprender de ellos, es como que me voy formando en todas las áreas. Y sé que el fin es ese. Y me gustaría ser madre. Antes te dije que quería tener cinco hijos, ¿no? Me parece que es mucho, mejor tres. [Risas].
Producción: Paola Reyes Maquillaje y peinado: Joaquina Espínola Agradecimientos: Sidonia, Anushka Elliot, Compañía de Sombreros, Melocoton, Justa Osadía, Luna Garzón y Polola Shoes.
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