En Villa Aldobrandini, un impresionante palacio en las afueras de Roma, se casó con Michael Lewis
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A un año y medio de comprometerse, Lady Kitty Spencer (30) le dijo “sí, quiero” al magnate de la moda Michael Lewis (62). El sábado pasado, celebraron su casamiento en Villa Aldobrandini, un impresionante palacio considerado una joya arquitectónica del siglo XVI en la ciudad de Frascati, en la provincia de Roma, que decoraron para la ocasión con flores rosas y blancas y jarrones de piedra en los balcones.
Para su gran día, la novia –que durante la semana se despidió de la soltería con sus amigas en Florencia– confió en el talento de Dolce & Gabbana, marca de la que es embajadora desde hace tiempo, además de ser amiga de los diseñadores, Domenico Dolce y Stefano Gabbana. Si bien es cierto que la sobrina de Diana Spencer no tiene título de princesa, la maison italiana de alta costura se ocupó de que luciera como si lo fuera, con un romántico traje de encaje de inspiración victoriana, que a algunos les recordó el que lució Grace Kelly el día de su boda con Rainiero de Mónaco, y además le hicieron otros cuatro que fue luciendo a lo largo de la velada.
“Una de las inspiraciones es definitivamente su amor por Italia. Kitty está enamorada de nuestro hermoso país y de su rica historia, arte y cultura”, dijo Domenico. Y Stefano agregó: “Pero también es una chica muy apegada a sus orígenes, a Inglaterra; a su herencia de la gran época victoriana. Y, como todos los ingleses, tiene una gran pasión por todo tipo de flores”.
Si bien no trascendió la lista de invitados, se sabe que la novia estuvo rodeada por sus hermanos Louis, el vizconde Althorp y Samuel Aitken, que se cree que la llevaron al altar, y sus hermanas, las gemelas Amelia y Eliza, además de un numeroso grupo de amigos entre los que se encuentran la estrella de la televisión británica Mark Francis Vandelli, la DJ Marjorie Gubelmann, la cantante Ellie Goulding y la estrella pop Pixie Lott con su novio, el modelo Oliver Cheshire. No estuvieron los primos de la novia, los duques de Cambridge, William y Kate, y de Sussex, Harry y Meghan y tampoco el padre de Kitty, el conde Charles Spencer con su mujer, Karen Spencer.
EL AMOR, POR ENCIMA DE TODO
Para algunos, no era poco lo que separaba a la modelo del empresario, pero la pareja demostró que sus sentimientos son más fuertes que las diferencias. Además de las edades –él le lleva treinta y dos años–, también practican distintos cultos. Según informó el diario The Times, Kitty, cuya familia es anglicana, tomó la decisión de convertirse al judaísmo, religión del empresario (Lewis incluso donó una fortuna a la Universidad de Oxford para financiar una Cátedra de Estudios Israelíes).
Michael, el flamante marido de Lady Kitty Spencer, nació en Sudáfrica (aunque tiene ciudadanía británica) y es director de la empresa textil Foschini Ltd y fundador de una empresa de biotecnología en Israel. Se estima que posee una fortuna de unos 94 millones de euros y tiene tres hijos adultos fruto de su matrimonio con su ex mujer, Leola. Sin dudas, este fin de semana se convirtieron en los protagonistas de una de las bodas más espectaculares y románticas del año.
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