Pese a las diferencias con la familia real, los duques de Sussex buscan un acercamiento. El “factor Diana” puede ser decisivo en el reencuentro entre Harry y William, tras más de un año distanciados
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Poco más de un año después del Megxit –el revuelo desatado cuando los duques de Sussex anunciaron por sorpresa que renunciaban a sus obligaciones como miembros senior de la familia real–, el príncipe Harry y su mujer, Meghan Markle, volvieron a ocupar las tapas de los diarios. Su fuerte confesión por televisión frente a Oprah Winfrey se convirtió en la crítica más publicitada a la corona británica en mucho tiempo. Y, tras la entrevista, en la que el matrimonio –ahora asentado en Montecito, California– ofreció un relato personal sobre su “salida” (revelaron, entre otras cosas, que la herencia que Harry recibió de su madre, la princesa Diana, financió su mudanza y otros gastos en Estados Unidos, que están en la dulce espera de una hija, que algunos miembros de la familia hicieron comentarios sobre el color de piel que tendría Archie al nacer, y que Harry se sentía prisionero de la institución monárquica… En este punto, el menor de los hijos de la recordada Diana fue un paso más allá al afirmar que siente “una gran compasión” por su padre, el príncipe Carlos, y su hermano, William, que también están atrapados por el sistema), los cimientos de Buckingham volvieron a temblar.
Un verdadero tsunami para el Reino Unido, que durante días se mantuvo expectante de las posibles respuestas de los príncipes Carlos y William, quienes no dijeron nada sobre esas afirmaciones de Harry. Pero los que sí se manifestaron a favor del duque de Cambridge fueron sus amigos: según los testimonios de varias personas cercanas a William recogidos por The Sunday Times, él no se siente atrapado como cree su hermano, y heredó de su abuela el sentido del deber y del servicio, dado que es consciente de que algún día ocupará su lugar al frente de la corona. Además, considera que están “fuera de lugar” las palabras que Harry pronunció en el programa de Oprah, y que una de las claves por las que se siente feliz con la vida que lleva es su matrimonio con Kate Middleton, con quien el 29 de abril celebrará su décimo aniversario de boda. “Tienen una relación sólida y ella le da confianza. No hay celos, no hay fricciones, no hay ruidos. Están felices por los éxitos de los demás”, le dijo a Daily Mail un amigo del príncipe, que agregó que William logró ser el padre que siempre había soñado.
MEGHAN Y SUS “FRENTES DE TORMENTA”
A todos los desafíos que debieron ponerle el pecho en los últimos meses los Sussex, se agregan ahora algunos nuevos conflictos que la tienen a Meghan en el centro de la escena. Sus viejos enfrentamientos con la prensa (algunos derivaron en disputas judiciales) y la histórica pelea con su padre Thomas (el enojo con él impidió que la llevara al altar en su boda con Harry) parecen nada al lado del libro que acaba de sacar su hermana Samantha Markle bajo el título de El diario de la hermana de la princesa arrogante, parte 1, una auténtica bomba que va a generar más polémica en torno a la duquesa y que a ella la tiene en permanente tensión y de las acusaciones que recibe de parte de algunos medios británicos de ser la responsable de alejar a Harry de su familia. Tom Bradby, el presentador de noticias que conoce al príncipe desde hace años y que filmó el documental de su gira por África en 2019, contó que Harry está “desconsolado” por su ruptura con la corona y que los problemas con la familia real habrían dejado profundas huellas en la pareja. Según Bradby, 2020 fue un año muy difícil para los duques de Sussex y todavía existen “muchos sentimientos heridos por todas partes”. Si bien para el periodista esto no implica ningún tipo de arrepentimiento sobre su decisión, la experiencia de Harry de abrir su propio camino fue dolorosa.
EL DÍA DESPUÉS Y LA RESPUESTA OFICIAL
El comunicado del Palacio de Buckingham (emitido cuarenta y ocho horas después de la entrevista que, sólo en el Reino Unido, vieron 11 millones de personas) tuvo la clara intención de acercar posiciones, para no agrandar aún más la brecha producida en la familia desde la salida de Harry y Meghan (según se supo, fue un texto consensuado entre la reina Isabel II, su hijo, el príncipe Carlos, y su nieto, el príncipe William). “Toda la familia está apenada al conocer hasta qué punto han sido difíciles los últimos años para Harry y Meghan. Los temas que se han tratado, sobre todo en el aspecto racial, son preocupantes. A pesar de que algunos recuerdos de lo ocurrido pueden variar, se toman muy en serio y se tratarán de manera privada por la familia. Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de la familia”, dice la nota oficial. Pero, además, William fue quien tomó la palabra en nombre de los Windsor, y declaró ante la prensa (una actitud que contrastó con el absoluto silencio de su padre, el príncipe Carlos). “No somos para nada una familia racista”, dijo el segundo en la línea de sucesión cuando le preguntaron sobre la supuesta preocupación de la Casa Real por el tono de piel de su sobrino. También aprovechó para aclarar que pronto hablaría con su hermano, y así lo hizo.
PRIMER ACERCAMIENTO
Según confesó Gayle King, periodista de televisión y amiga de los duques de Sussex, Harry tuvo una primera conversación con su padre y su hermano, en un intento por recuperar la unión. “Lo que Meghan y Harry me dijeron es que esas charlas no fueron muy productivas, pero que están satisfechos con que, al menos, hayan iniciado el diálogo”, aseguró Gayle, una de las invitadas al Baby Shower de Archie, quien también contó que después de la explosiva entrevista se esperaba que el primer paso lo diera la Reina, para tomar las riendas de la situación, pero que fueron Carlos y William quienes se esforzaron por conciliar posturas. Aun así, la periodista aseguró que la pareja siente en el alma que la familia real todavía no se haya contactado directamente con Meghan, después de que ella explicara cómo se sintió durante el tiempo que vivió en Palacio, y agregó que Harry y Meghan también quieren terminar con la distancia familiar. “Amo a William, él es mi hermano, hemos pasado juntos por el infierno, tenemos una experiencia compartida, pero estábamos en caminos diferentes”, explicó Harry.
Entre tanto, se truncó la posibilidad de un posible encuentro en Londres en el mes de junio, dado que Isabel II se vio obligada a cancelar un importante acto al que los duques de Sussex estaban invitados. Se trata nada menos que del Trooping the Color, una ceremonia muy significativa porque es cuando la Reina celebra oficialmente su cumpleaños, prácticamente dos meses después de soplar las 95 velitas (nació el 21 de abril de 1926). Si bien todos los preparativos para que la familia real se reuniera tras más de un año alejados estaban en marcha –y esto incluía la presencia de Harry y Meghan–, habrá que tener paciencia para el esperado reencuentro de los Sussex con los Windsor, puesto que la soberana suspendió el desfile militar por segundo año consecutivo debido a la pandemia de Covid. “Tras consultar con el gobierno y otras partes relevantes, se acordó que Trooping the Color no se celebrará en su forma tradicional en el centro de Londres. Se están considerando opciones para un desfile alternativo en el castillo de Windsor”, explica el comunicado de Buckingham.
Asimismo, también en junio –el día 10– el duque de Edimburgo cumplirá 100 años, otro gran momento de alegría familiar y acaso una ocasión para que los Sussex vuelen a Londres. Pero por ahora no hay información de si habrá festejo oficial para este centenario o, por el contrario, el marido de la Reina –que se retiró de la vida pública en el verano de 2017– festejará en la intimidad de su hogar, donde se recupera tras un mes de internación en dos hospitales (King Edward VII y St Bartholomew) y una cirugía cardíaca.
¿PRÓXIMO ENCUENTRO?
Se sabe que la muerte de su madre, Diana de Gales, marcó profundamente la vida de Harry. De hecho, el príncipe escribió el prólogo de un libro –Hospital by the Hill– dirigido a chicos que perdieron a sus padres a causa del Covid-19 (“Si estás leyendo este libro es porque has perdido a alguno de tus padres o a un ser querido, y además de que desearía poder abrazarte ahora mismo, espero que esta historia puede ayudarte a saber que no estás solo”, escribió el hijo menor de Carlos de Inglaterra, para empatizar con el dolor de los chicos, como le pasó a él cuando a los 12 años tuvo que despedir a su madre, tal y como recordó en ese prólogo: “Cuando era un niño, perdí a mi madre. En ese momento no quería creerlo o aceptarlo y dejó un enorme vacío dentro de mí. Sé cómo te sientes y quiero asegurarte que con el paso del tiempo ese vacío se llenará con mucho amor y apoyo”. También contó varias veces que necesitó años de terapia para superar semejante pérdida y, en la entrevista concedida a Oprah Winfrey junto con Meghan, abordó el tema del recuerdo de su madre y explicó el miedo que le producía observar algunos paralelismos entre la historia de Diana y la de Meghan. “Mi mayor preocupación fue que la historia se volviera a repetir”, aseguró, y destacó lo difícil que tuvo que ser para la princesa romper con la monarquía. “Estoy realmente aliviado y feliz de estar sentado aquí, hablando contigo, con mi esposa a mi lado, porque no puedo ni empezar a imaginar cómo debe haber sido para ella (Diana) pasar por este proceso sola hace tantos años. Porque ha sido increíblemente difícil para los dos, pero al menos nos tenemos el uno al otro”, reconoció.
Pero no es el único que extraña a su madre. William también. Y les inculca a sus tres hijos el amor y el respeto por Diana. Como quedó claro el 14 de marzo, Día de la Madre en el Reino Unido, una celebración en la que los principitos George, Charlotte y Louis hicieron gala de su creatividad para dar forma a tres dibujos que, curiosamente, no tenían como destinataria a su mamá, Kate Middleton, sino a Granny Diana. Aunque los pequeños no la conocieron, porque la princesa murió en 1997, gracias al relato y los recuerdos de su papá la tienen muy presente.
El próximo 1 de julio Lady Di cumpliría 60 años y se espera que William y Harry asistan a la inauguración de una estatua en su honor creada por Ian RankBroadley que se colocará en los Jardines de Kensington. Se dice que los dos están decididos a ir y, según Penny Junor, biógrafa real, “hay muchas posibilidades de que en ese momento puedan hablar bien las cosas. Son hermanos, eran increíblemente cercanos y su vínculo parecía inquebrantable. Creo que no es imposible que, reunidos en Kensington nuevamente, en el mismo lugar donde crecieron, puedan sanar las heridas”. Acaso sólo el espíritu de Diana, y el amoroso recuerdo que William y Harry atesoran de ella, siempre cómplice y compañera de sus hijos, tenga el poder de unir otra vez a los hermanos.
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