María Emilia, María Eugenia y María Laura se transforman en Meme, Coca y Iaia, un supertrío de abuelas divertidas y malcriadoras
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Olvídense por un rato de María Emilia, María Eugenia y María Laura, porque acá, en esta tarde de caos, juegos, carcajadas y caramelos, sólo existen Meme, Coca y Iaia. Las Trillizas de Oro (61), esas rubias que conquistaron el mundo de la mano de Julio Iglesias y después brillaron como trío independiente, las que animaron a tantos chicos con su música, las que se casaron jóvenes con tres polistas y tuvieron diez hijos en total, las que ríen y también sufren y lloran, son aquí y ahora, abuelas. Y se convierten en las caciques de una tribu de oro, conformada por catorce nietos (en días nace el número quince) con los que posan en exclusiva para ¡HOLA! por primera vez.
-Dicen que nada se compara con ser abuela. ¿Lo sienten así?
María Emilia: Ser abuela es lo más. A través de los nietos revivís esa emoción increíble de tener un bebé en brazos y que sea una prolongación de tu vida y la de tus hijos. Hoy las abuelas tenemos mucha relación con los chicos, somos muy piolas, muy modernas, además con estos aparatitos (señala su celular) siempre estamos en contacto. De mis cinco nietos, dos viven lejos, así que nos hablamos por Zoom. Y da lo mismo si son nietos de parte de un hijo o una hija, la relación es igual.
María Laura: Los mimás, los malcriás, les das todo lo que no les diste a tus hijos. Y lo bueno es que los esperás cuando te los traen y te encanta cuando se los llevan.
María Eugenia: Los disfrutás sin esa responsabilidad de mamá, entonces permitís mucho más.
–¿Qué comparten con ellos? ¿Alguno heredó la veta artística?
María Emilia: Siempre me encantó llevarlos al cine, al teatro, hacer programas juntos. Pero son chiquitos para decir si realmente heredaron la veta artística.
María Laura: Durante mucho tiempo no tuve a mis hijos ni a mis nietos en el país. Mi hija Paulina vivió afuera casi ocho años, pero por suerte la pandemia me la devolvió y así pude disfrutar más los nietos que nacieron en Inglaterra. Y hoy a los hijos de Bárbara y a los de Ernesto, que también pasan mucho tiempo afuera, los disfruto y aprovecho cuando están en Argentina. A mi nieta mayor, Paz, le encanta cantar y con los varones comparto cosas bien distintas: me enseñaron a subir a los árboles, a poner zapatillas de arco para jugar al fútbol, a colocar los autitos de tal forma que no se vayan de la pista de los mosaicos de mi galería… Me divierte mucho jugar con ellos.
María Eugenia: Tengo una relación muy especial con mis nietos. Todos los fines de semana duermen en casa y hacemos todo juntos: desde cocinar panqueques a la mañana, hasta ver películas y disfrutar del aire libre.
–¿Cantan sus canciones?
María Emilia: Sí, cuando eran más chiquitos cantaban “La locomotora”, entre otras.
María Laura: Con Paz hacíamos rondas con mamá y papá y jugábamos en el living a El Club de Mickey. Y con los varones cantábamos “A zarpar, a zarpar, en un viaje por el ancho mar, marineros atentos…”. Entonces hacíamos la venia, marchábamos y se hacían los que tocaban la batería o el piano…
–Hoy los chicos son más tecnológicos. ¿Cómo se adaptan a eso?
María Emilia: El mío más grande tiene 10 años, así que todavía no tienen teléfonos. ¡Pero obvio que me voy a adecuar!
María Laura: Paz les pone música a los videítos, me enseña cómo filmarla para TikTok.
María Eugenia: Con Cala nos pintamos y hacemos TikTok juntas. Y César me enseña mucho de tecnología. Por ahí me mira como diciendo: “Coca, ¿no sabés?”. [Se ríe].
–¿Reconocen algún aspecto de ustedes en ellos?
María Emilia: Soy muy movediza, muy pum para arriba, muy campanita. Mis cinco nietos salen al abuelo (Clemente Zavaleta), que es muy tranquilo, tiene sangre tucumana….
María Laura: En mi caso, los varones son todos muy deportistas y yo, cero. Y las dos mujercitas no juegan a las muñecas, que es algo que a mí y a mis hijas nos encantaba.
María Eugenia: Veo mi timidez en César. Y yo digo que Cala es la trilliza. Ella no pudo venir hoy a la producción porque estaba con gastroenteritis. Me dio mucha lástima, ya que estaba muy contenta de participar.
–¿Se acuerdan de cuando fueron abuelas por primera vez?
María Eugenia: Fui la primera, tenía 47 años. Fue una emoción muy grande, ya que todo el embarazo de Geñi (quien murió de cáncer en 2018, a los 34 años) lo controló mi médico, que fue el que la trajo al mundo a ella, hasta el anestesista fue el mismo. Todo salió perfecto y César fue el primer nieto de las tres.
María Emilia: El primero es el primero. Fue un domingo 8 de mayo. Clemente estaba terminando de jugar un partido de polo. Cuando se bajó del caballo le dije: “Sacate la botas porque estamos de parto”. Llegamos a las 11 de la mañana a la Trinidad de San Isidro, estábamos todos. A las 13.30 nació Belisario. Mi yerno le mandó a Clemente una foto desde la sala de partos con el bebé en brazos. Casi me muero. Mili fue la primera en tener parto normal. Lo que sufrí, pero ¡qué bendición!
María Laura: Me acuerdo perfecto que estaba en el supermercado, eran las 12 del mediodía y me llamó Bárbara. Me dijo: “Mamá, no te preocupes, pero a las 4 empecé a tener dolor de parto, estoy en el Otamendi, ya me internaron, así que vení tranquila”. Dejé el carrito lleno y le dije a Trotz (su marido): “Nos vamos”. Finalmente, la gorda nació a las 11 de la noche, por cesárea... De las tres fui la segunda en ser abuela, estaba muy nerviosa. A mis 49 años sentía que era la mujer más feliz del mundo.
María Emilia: Eugenia nos daba los tips y nos advirtió: ojo que con el primero una no es abuela, es mamá en potencia, y hay que ubicarse, hay que ser abuela.
–De uno a diez, ¿cuán malcriadoras son?
María Emilia: Diez. Los malcrío con lo que quieran, no pongo límites. Les pregunto qué quieren comer, y si no quieren comer, no les insisto. Me los traen, me los dejan, que no me vengan a decir qué es lo que tienen que comer ni a qué hora… Están en la casa de los abuelos. [Se ríe].
María Laura: Si les preguntás a mis hijos te dicen 10, pero yo te digo 8 porque sé que hay algunas cosas que a ellas no les gusta o que coman o los horarios, así que más o menos la piloteo, prefiero que no se enojen.
María Eugenia: Sería un nueve y medio. No pongo muchos límites… [Se ríe].
–¿Tuvieron en sus abuelas un ejemplo a seguir?
María Emilia: Éramos chiquititas cuando murió la mamá de papá, en cambio Memé, la de mamá, que además era mi madrina, hasta nos vio casarnos. Era muy cariñosa, pero era más como nuestra segunda mamá porque vivía con nosotros, así que nos malcriaba hasta por ahí nomás.
María Laura: Fue muy presente, se ocupó mucho hasta que cumplimos 8, cuando mamá dejó de trabajar, así que no es referencia porque al vivir en casa era diferente.
María Eugenia: Nos crio con mucha ternura y amor, claro que sacamos mucho de ella.
–¿Qué les sumó el abuelazgo a sus matrimonios?
María Emilia: Me dio un amor increíble por estos nietos, que no sabíamos que estaba. Y los horarios de nuestro matrimonio cambiaron porque vienen a dormir, a estar tres días, los buscamos en el colegio o vamos al acto de fin de año. Mi marido iba a los actos del colegio de nuestros hijos, pero siempre estaba con su trabajo, con su polo. A los de sus nietos no faltó nunca. Eso suma mucho.
María Laura: Una siempre tiene para dar amor, y a veces, con el nido vacío, te queda ese amor, por eso la naturaleza es sabia, esperando por los nietos.
María Eugenia: Nos sumó poder compartir cosas que con los hijos no estábamos tan relajados.
–¿Se sienten un poco abuelas de los nietos de sus hermanas? ¿Alguna vez las confundieron?
María Eugenia: Obviamente. Todos saben que cuentan con nosotras siempre, no importa quién es nieto de quién. Todos nos tiran los brazos cuando nos ven.
María Laura: Lo mismo que fuimos tías, pero también mamás suplentes, ahora somos tías abuelas con título, pero abuelas suplentes. Y sí, nos confundieron, y a nosotras nos divierte.
–Eugenia, tu hija Pilar está por ser mamá. ¿Cómo lo vivís?
María Eugenia: Después de ocho años de tener sólo dos nietos y haber sido la primera en ser abuela, vivo con mucha ilusión este bebito. Nos va a traer mucha felicidad.
María Emilia: ¡Estamos todas en llamas con la llegada de León! Además, ahora también se casa Laurita. Muchas alegrías juntas para los “Lapri” y para todos.
María Laura: El nacimiento de un bebé siempre trae mucha emoción, mucha juventud, amor, unión, y en el caso de León, se cuatriplica.
–Hablando de juventud, están espléndidas. ¿Cómo se cuidan?
María Emilia: Claro que comemos verduras, tomamos agua… Pero, sobre todo, lo de adentro se ve reflejado afuera. En mi caso, vivo en un lugar que me hace feliz, al aire libre. Siempre tuve ese privilegio por el trabajo de mi marido, acá encontré mi lugar en el mundo. Después, Adrián Mobilia nos cuida la piel, nos pone productos y cositas porque tenemos 61 años.
María Laura: Tenemos una genética que nos favorece, heredada de mamá. Yo, además, hago gimnasia por mi osteoporosis, con Hernán, mi personal trainer. Y después, a esta altura, es lo que hay. [Se ríe].
María Eugenia: Camino todos los días, juego al tenis, Adrián nos cuida y de tanto en tanto puede aplicar un poquito de botox, no mucho más.
–¿Sueños, proyectos?
María Emilia: Me encantaría hacer algo en televisión. En lo personal, estoy feliz con mis hijos, mis nietos. No vivo la vida de ellos, vivo la propia, pero sí disfruto de lo que ellos disfrutan. Y quisiera más nietos, ¡los amo con toda mi alma!
María Laura: Quisiera seguir cumpliendo mi sueño, el de seguir juntas profesionalmente.
María Eugenia: A mí me gustaría hacer un reality, al estilo del de Ellen de Generes. La tele está difícil pero quién sabe….
Los nietos reclaman a las Trix, se hizo tarde. Entonces, mientras una reparte lápices y hojas, la segunda lleva a la plaza a parte de la banda y la tercera se sube al auto con los mayores para ayudarlos a cumplir sus propias agendas. Una nueva cara de tres monedas casi idénticas.
Producción: Sergio Barbaro (@sergio.barbaro)
Maquillaje: Elizabeth Flecha
Peinado: Raquel Quintans para Sebastián Correa Estudio con productos Givenchy, Schwarzkopf Agradecemos a Blue Sheep Buenos Aires, Portsaid; Compañía de Sombreros; @peekaboo.bk (ropa de los bebes) y muy especialmente a @pijamadas_tribumagica (www.tribumagica.com.ar)
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