Junto a su familia, nos cuenta su nuevo proyecto y adelanta quién será su primer cliente
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“La vida hoy me regala lo más lindo que me podía dar. Después de un 2020 tan difícil, me da revancha”, dice Sebastián Estevanez (50) desde Hallandale Beach, Miami, donde disfruta de unos días de descanso junto a su mujer Ivana Saccani (37) y sus tres hijos, Francesca (13), Benicio (11) y Valentino (5). La frase hace alusión a dos momentos imborrables para el actor: el accidente doméstico que vivió en agosto pasado en el que sufrió quemaduras en su rostro, cuello y mano, y la feliz noticia del embarazo de su mujer, que transita ya el cuarto mes. La llegada de su hijo – esperan un varón para los primeros días de diciembre– admite que lo apuró a reordenar sus prioridades, a tal punto que decidió tomarse un tiempo para dedicarse por completo a su familia y alejarse de la actuación.
"Este hijo llega en un momento nuestro mucho más tranquilo, por eso lo vivimos como un volver a empezar, con nuevos proyectos que dan un poco de miedo, pero también mucha felicidad"
Sebastián
2021, UNA NUEVA VIDA
Sebastián: Vamos a ser papás de un varón, estamos como locos. Este hijo llega en un momento nuestro mucho más tranquilo, por eso lo vivimos como un volver a empezar, con nuevos proyectos que dan un poco de miedo pero también mucha felicidad. Creo que estamos listos para inaugurar una etapa distinta.
Ivana: Este año nos sucedieron cosas que no habíamos planeado, como un cuarto hijo. Siempre habíamos soñado una familia de tres chicos y de repente, nos encontramos hablando de otro bebé, que rompiera esa estructura.
–Entonces, ¿estaban en la búsqueda?
Sebastián: Hace unos meses, Diego, mi hermano fue padre después de mucho tiempo de intentarlo y creo que eso nos tocó una fibra íntima. Me acuerdo que cuando le propuse a Ivana tener otro hijo, al principio me sacó corriendo (risas). Agrandar la familia nos significaba un desafío enorme y ya teníamos tres chicos divinos… Y a los dos meses, ella volvió con el tema y yo le dije. “Pensémoslo bien, porque esto es serio. No estamos hablando de comprarnos una moto”.
Ivana: A mí me dieron ganas de ser mamá, muero por los bebés y por revivir esa etapa tan linda. La verdad es que a mí la maternidad nunca me resultó difícil ni estresante, de hecho disfruté muchísimo a nuestros hijos cuando eran chiquitos. Ser madre es lo más lindo que me pasó en la vida, por eso quise volver a intentarlo.
"Cuando éramos más jóvenes, teníamos más celos y discusiones, pero el tiempo acomodó eso. Aprendimos a confiar y a entregarnos. Todo se habla y fluye"
Ivana
¿Eligieron nombre?
Ivana: Todavía no. Ahora somos muchos para ponernos de acuerdo y vota hasta Valen, el menor.
–Sebastián, ¿estás listo para la paternidad a los 50?
Sebastián: ¡Claro! A mí me encantan los chicos y tengo energía de sobra. Para mí no hay mejor programa de fin de semana que ir a verlos jugar al fútbol o acompañar a mi hija a clases de equitación.
Ivana: Los hijos nos unieron mucho. Compartimos el proyecto de la paternidad desde el primer segundo. Cambiamos pañales, preparamos la comida, los llevamos y traemos a sus actividaes, todo lo hacemos a la par. Somos padres muy presentes.
"Quiero dedicarme a la construcción… En el fondo soy un arquitecto frustrado porque hacer casas me apasiona tanto como la actuación"
Sebastián
–Llevan veinte años juntos, ¿cuál es su secreto, su clave?
Sebastián: Hay algo mágico y simple a la vez que nos une de verdad. Con el tiempo aprendimos a comunicarnos, a hablar de todo lo que nos pasa. El diálogo fue y es clave en nuestra relación, además de que nos seguimos amando con locura: Ivana es mi vida.
Ivana: Cuando éramos más jóvenes, teníamos más celos y discusiones, pero el tiempo acomodó eso. Lo fundamental es que nos amamos mucho. Él siempre me bancó en mi carrera y yo lo respetaba de la misma manera en su trabajo. Aprendimos a confiar y a entregarnos. Hoy no hay celos entre nosotros, tengo mi teléfono abierto; él también. Todo se habla y fluye.
“NUNCA HABÍA SENTIDO TANTO DOLOR EN MI VIDA”
A fines de agosto pasado, Sebastián sufrió severas quemaduras en su rostro, cuello y mano derecha luego de intentar prender fuego en la chimenea de su living con alcohol. “Me explotó el bidón, se me prendió fuego la cara, creí que me moría”, dice.
–Una noche que no olvidarán…
Ivana: Yo estaba cocinando y él estaba prendiendo la chimenea para después comer cerca del fuego. De repente escucho una explosión y lo primero que pensé es que se había caído un mueble. Fui corriendo al living y estaba todo oscuro; él pasó al lado y no le di importancia porque me distraje buscando una botella de agua para un pequeño fuego que había en el sillón. En ese momento aparece Sebas que me dice, “llamá a una ambulancia”. Cuando se da vuelta veo que todavía tenía el pantalón una llama y ahí caigo en lo que había pasado. No gritó nunca.
Sebastián: Lo primero que hice fue empezar a ponerme crema para quemaduras que teníamos en la heladera, pero se me acabó enseguida. Le dije a Ivana: “Conseguime más porque me muero”.
Ivana: La ambulancia le dio los primeros auxilios y un vecino nuestro, el cirujano plástico Gustavo Sampietro, nos ayudó con las primeras curaciones. Como entendimos que no eran quemaduras de gravedad, decidimos que no se internara en un hospital, todavía estábamos en plena cuarentena y eso nos pareció lo mejor.
Sebastián: Al día siguiente cuando me desperté, me miré en el espejo y no me reconocí. Tenía el ojo hinchado, la cara llena de ampollas, se me había caído el pelo, estaba como si me hubieran molido a trompadas. Era un monstruo. Los chicos no podían mirarme porque les daba impresión.
–¿Cómo fue el tratamiento?
Sebastián: Primero hicimos varias consultas por zoom con médicos del Instituto del Quemado y entendieron que podía continuar el tratamiento desde casa. Ivana y Francesca me ponían cremas con antibióticos, máscaras de colágeno para regenerar la piel y me sacaban la piel muerta… el dolor era tremendo. No podía dormir. Nunca sentí tanto dolor en mi vida, fue una tortura de dos meses. Tengo tanto que agradecer…
–¿Ivana fue clave para tu recuperación?
Sebastián: Ella es lo mejor que me pasó en la vida. Es la madre más amorosa que pude elegir para mis hijos y un espectáculo como pareja. Es compañera, buena mina, familiera, sensible, simple, no se enrosca. Y para mí eso es un montón.
Ivana: Él también es el amor de mi vida. Admiro mucho su optimismo, siempre tira para adelante. Tiene un corazón gigante, está dispuesta a ayudar a quien lo necesite, es un hombre espectacular.
–Y ahora Sebastián, ¿tomaste la decisión de dejar en puntos suspensivos tu carrera de actor?
–Siento que estoy en otro momento de mi vida, ya no me veo trabajando en una telenovela que tiene una gran demanda horaria. Después de trabajar 25 años en esto quiero estar más tiempo con mis hijos. Fui feliz, la pasé bárbaro pero me parece que ya no es momento de estar tanto tiempo afuera, ya estoy grande. Meter treinta escenas por día te liquida. No voy a negar que a veces me da nostalgia saber que no voy a laburar más, pero al mismo tiempo siento una satisfacción enorme pensar que mi vida será más tranquila.
–¿Te costó dar el paso del retiro?
–Ya venía madurando la idea desde hace unos siete años, pero cada vez que pensaba en tomarme un descanso, me acercaban un proyecto que me costaba decir que no.
–¿Qué planes tenés?
–Estar en casa con mi familia y dedicarme a un sueño que vengo trabajando desde hace un tiempo y tiene que ver con la construcción. Siempre me gustó el tema de reciclar casas: ver propiedades, refaccionarlas, ayudar a un amigo a construir su casa desde cero. Creo que soy un arquitecto frustrado.
"Marley me llamó para que lo ayude a hacer su nueva casa. Quiere que el diseño esté inspirado en el Feng Shui"
Sebastián
–¿Qué es lo que más te gusta de construir?
Sebastián: Me encanta el proceso: imaginarme el interiorismo, la iluminación, las terminaciones, si el piso va a ser de piedra o de madera. Con Ivana estamos todo el día mirando y aprendiendo, a ella también le copa, por lo que formamos un equipo. A veces dibujamos los planos, pero como no somos arquitectos, nos juntamos con alguno y trabajamos juntos.
Ivana: A mí me gusta, me divierte acompañarlo en ese camino.
Sebastián: Lo que a otros los estresa, a mí no. Mis amigos me cuentan los proyectos de sus casas y yo les digo, “te ayudo”. Marley me llamó para que lo ayude a hacer la casa. Él va a hacer un reality sobre su vida y ahí va a estar el tema de la construcción de su nuevo hogar con un estilo inspirado en el Feng Shui. Ya me reuní con el arquitecto y todo. Estamos a full.
Ivana: Si algo aprendimos en esta pandemia y con el accidente de Sebas, es que todo puede cambiar de un momento a otro. Yo valoro mucho lo que él está haciendo de abrirse a nuevas oportunidades, de ser feliz en otro rubro.
Sebastián: Hay que salir de lo cómodo y animarse a más.
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