Los primos del príncipe heredero se muestran incondicionales al príncipe heredero para apoyarlo en su momento más difícil
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Un gesto vale más que mil palabras. Por eso, cuando el martes 21 el príncipe William fue el anfitrión de una de las tradicionales “garden parties” que cada año la familia real británica organiza en el Palacio de Buckingham, verlo rodeado por sus primos Beatriz y Eugenia de York, Peter Phillips y Zara Tindall dejó un claro mensaje: en medio de la adversidad, los Windsor apoyan de forma incondicional al príncipe heredero.
La convalecencia de Kate y su ausencia forzosa por motivos de salud hacen, además, que sea cada vez más necesaria la participación de integrantes de segunda línea en eventos oficiales, aunque eso implique que trabajen a tiempo completo para la institución. Así lo aclaró Emily Nash, editora de realeza de HELLO!: “Las princesas Beatriz y Eugenia y sus otros primos estuvieron en la fiesta de jardín para apoyar al príncipe de Gales porque la princesa aún continúa con su recuperación, pero no asumirán roles oficiales. Participaron en compromisos reales en el pasado, a veces asistiendo a la difunta Reina, por lo que podrían aparecer en otros eventos durante el verano como miembros de la familia del Rey”.
En el caso de las princesas de York, durante años su padre, el príncipe Andrés, intentó que tuvieran funciones oficiales a tiempo completo, pero su aspiración quedó trunca cuando Carlos III acotó la monarquía y el propio duque de York se vio implicado en el Caso Epstein y salió de la vida pública. En cuanto a Beatriz, la mayor, aunque no cambiará su status, participará en algún acto cuando Carlos III reciba a los emperadores Naruhito y Masako, irá al desfile militar Trooping the Colour, las carreras de Ascot y otros eventos, siempre supeditado a la disponibilidad de otros royals, como la princesa Ana o los duques de Edimburgo.
SUS HIJOS, SU PRIORIDAD
Tal como dejó claro Kate en el discurso grabado en el que contó de su enfermedad, para ella y para William sus hijos son la gran prioridad. Por eso, nada como compartir con cada momentos de esparcimiento para que puedan sobrellevar mejor la delicada situación que viven. La semana pasada, por ejemplo, William llevó a su hijo mayor, el príncipe George (10), a la gran final de fútbol de la FA Cup y, desde el palco de honor, vibraron juntos con el partido entre el Manchester City y el United en el estadio de Wembley, que estaba repleto.
Según habían adelantado algunos medios ingleses, no se esperaba que George asistiera, así que su presencia allí –vestido con un look muy elegante de saco, camisa y corbata al igual que su padre– fue una sorpresa para todos. La última vez que habíamos visto al príncipe fue también en un partido de fútbol en el estadio de Aston Villa, hace un mes y medio. Además de la entrega de la copa para los campeones y las medallas para los subcampeones, George vivió otro gran momento de emoción cuando el entrenador del equipo vencedor –el alemán Erik ten Hag– lo saludó con un apretón de manos.
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