La jugadora de hockey y abogada habla sobre su camino y sus deseos más privados
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“Mi abuela siempre me decía antes de cada partido ‘Divertite y ganá, porque si no ganas, no te divertís’”, y hay algo de verdad en eso”, cuenta la Leona Delfina Merino (31), galardonada en 2018 por la Federación Internacional de Hockey como la Mejor Jugadora del Mundo. Fuera de las canchas, 2020 le permitió cumplir otro de sus objetivos y en diciembre se recibió de abogada especializada en Derecho Empresarial. En su departamento de Saavedra, Delfina se dispone a la charla con ¡HOLA! Argentina y nos permite entrar por un rato en su intimidad.
–¿Cuándo descubriste tu pasión por el hockey?
–Mi familia está muy arraigada al deporte, mis papás jugaban al hockey en el club Banco Provincia y a los 5 años me hicieron jugar por primera vez. Después hice natación y tenis, pero como iba al colegio San Nicolás, que era bilingüe y doble escolaridad, no me daban los tiempos para seguir haciendo todo y prioricé el hockey porque ya tenía mi grupo de amigas. A los 13 años era fanática de las Leonas y soñaba con formar parte. Me levantaba a cualquier hora para ver los Juegos Olímpicos y seguir cada partido. Tenía la ilusión y el anhelo de jugar con ellas.
–¿Cómo fue el día que te llamaron para que formaras parte del equipo?
–Estaba en clase, en el último año del colegio y me llegó un mensaje de texto de mi mamá diciéndome que la habían llamado. Desde que recibí ese mensaje no me pude concentrar más en la clase. Salí del aula, la llamé y me contó que le habían pedido autorización para que me fuera de gira por el país con el equipo. Por suerte, mi familia siempre apoyó mi ilusión y nunca me pusieron ningún freno. Además, veían que para mí formar parte de las Leonas era como estar en Disney porque me tocaba jugar con figuras que yo miraba por televisión. Soñaba con ser como ellas y de repente estar ahí era un disfrute pleno. Desde el primer día, supe prestar atención, entendí cómo era el manejo del Seleccionado, lo que se buscaba y cada oportunidad que me dieron la aproveché al máximo.
–¿Sacrificaste mucho por darle lugar a tu carrera deportiva?
–Sí, tuve que dejar cosas sin hacer, pero no me gusta hablar de sacrificio porque hice lo que elegí, nunca lo sentí como un peso. De más chica, mis amigas salían con una intensidad que para mí era imposible porque tenía que entrenar, pero no me molestaba. Eran decisiones que tomaba porque a mí me gustaban otras cosas.
–¿Cómo te imaginás después del hockey?
–Cuando terminé el colegio me puse a estudiar Abogacía porque siempre supe que el deporte de alto rendimiento no es para toda la vida y porque ir a la facultad también me ayudaba para bajar a tierra. En 2020 pude recibirme, pero creo que voy a estar ligada al hockey de por vida. Tengo 31 y sigo disfrutando de lo que hago como cuando tenía 18. Pero es verdad que a veces ir a entrenar al Cenard todos los días a la mañana se hace cuesta arriba y si yo no tuviera esta pasión, sería imposible. Gracias a Dios amo lo que hago y me apasiona jugar para las Leonas, pero soy consciente de que me quedan menos años que cuando empecé. Sin embargo, lo sigo viviendo con la misma alegría, plenitud y entusiasmo.
–¿Cómo te definirías?
–Soy luchadora, muy exigente conmigo misma y si hay algo que me apasiona voy hasta el fondo. También soy sociable, me gusta pasar tiempo con mi familia y con mis amigas. Me gusta tener todo bajo control, pero con la pandemia me di cuenta de que no siempre es posible.
–¿Seguís en pareja con el futbolista Lisandro Magallán?
–Tuvimos una relación muy linda durante un poco más de un año, nos conocimos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, nos llevábamos muy bien, pero con la pandemia y el paso de los meses, se hizo cuesta arriba continuar con nuestra relación. Él juega en Europa, yo en Argentina, no nos podíamos encontrar... Si hubieran estado los viajes de las Leonas habría sido más factible cruzarnos en algún momento, pero el coronavirus cambió los planes de muchas cosas. Llevábamos siete meses sin vernos, tratamos de ponerle la mejor energía mediante videollamadas, nos queríamos mucho, pero no nos podíamos ver. Lo más sano fue hacer una pausa, que cada uno se enfoque en lo suyo y más adelante veremos qué pasa.
–¿Te gustaría ser mamá?
–Sí, claro. Sueño con casarme, hacer una fiesta y tener una familia numerosa con cuatro hijos. Pero siendo mujer y deportista de alto rendimiento es un tema difícil, son dos cosas que no son compatibles. Hay un reloj biológico que te presiona, pero creo que son distintas etapas y lo mejor es vivir cada momento. Ahora quiero disfrutar del hockey, a corto plazo tengo los Juegos Olímpicos en Tokio y tengo la cabeza puesta ahí. Después de eso veremos qué viene, tanto a nivel deportivo como personal. Hay que vivir el día a día y aprovechar cada momento al máximo.
Producción: Tamara Tornello
Maquillaje y peinado: Lourdes Costa @luleramakeup
Agradecimientos: Prensa GP Sports, Las Pepas, Regina Margherita y Breclav
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