En su primera entrevista y posado juntos, comparten la emoción de la espera de su cuarto hijo y le revelan a ¡HOLA! por qué su amor es como ningún otro
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Es la primera vez que Michael Bublé y Luisana Lopilato se reúnen para una sesión de fotos y una entrevista, con lo que ofrecen a ¡HOLA! una visión única de cómo es su dinámica como pareja. La historia de amor del cantante y la actriz es de pasión, risas, emociones profundas y angustia. Aunque el calvario de la enfermedad de su hijo mayor ha sido bien documentado (Noah fue diagnosticado a los tres años y luego declarado totalmente libre de cáncer en 2018), el dolor de la experiencia es algo a lo que Michael todavía hace referencia porque en muchos sentidos marcó lo que son hoy como individuos y como familia.
Actualmente, sólo hay alegría en el hogar bilingüe de los Bublé, o mejor dicho, en los hogares (tienen casas en Canadá, Los Ángeles y Buenos Aires). Noah, que ahora tiene ocho años, incluso ayudó a su padre a escribir “Higher”, la canción que da título al nuevo álbum. “A mis hijos les encanta la música”, dice su orgulloso padre. En plena cuenta atrás para la llegada de su cuarto hijo (el niño o la niña tendrá cuatro años menos que la más pequeña de la casa, Vida), la pareja comparte con ¡HOLA! su mágica, divertida y también en ocasiones triste historia de amor.
–Pasaron juntos por algo que la mayoría de las parejas nunca tienen que atravesar, cuando Noah estaba tan enfermo. Ese tipo de estrés puede afectar a un matrimonio. ¿Cómo salieron del otro lado tan fortalecidos?
Michael: Dicen que el 93% de las parejas que pasan por algo tan traumático se rompen. Y lo entiendo perfectamente. Creo que ambos podemos entenderlo.
Luisana: No fue un buen momento. Estaba hecha un lío. Estaba perdida. Mike era mi roca. Era tan fuerte. Me dijo: “No importa lo que pase, vamos a salir adelante. Y tenemos que pensar en Eli”. Ese fue el día uno, y durante los siguientes seis meses estuve muerta. Era un muerto viviente.
Michael: Yo tenía 40 años, Lu, y tú 28. Todavía eras una niña.
Luisana: Y entonces, cambió. Cuando los tratamientos de Noah terminaron, me hice fuerte, y entonces Mike se asustó.
Michael: No tienes que ser amable con ello. Me derrumbé. Estaba destrozado... Creo que nunca lo dije públicamente, solo tú sabes esto sobre mí, Luisana, no creí que fuera a volver a la música. No quería volver a cantar nunca más. Simplemente ya no me importaba. No quería nada de eso. Y mi mujer, literalmente, me levantó y me devolvió a la vida, y de alguna manera me llevó hasta un punto en el que no solo pude estar bien, sino que volví mejor de lo que había sido antes.
—¿Cómo se logra establecer una conexión hablando idiomas completamente diferentes?
Michael: Pasé mucho tiempo con su familia. A todos los lugares a los que iba [en Argentina], llevaba una tablet. Y pulsaba F1 y traducíamos. Así hablábamos de un lado a otro, o [a Luisana] nos acompañaba su hermana en las citas dobles, o mi chico de seguridad, José, de Venezuela. Eso fue una gran ayuda, pero yo seguía diciéndole: “Vaya, tenemos tanto en común, venimos de la misma familia, una familia muy cálida y hermosa”. Y ella seguía diciendo [con escepticismo]: “Mmm”.
Luisana: Pero cuando conocí a su familia –conocí a su madre y a sus hermanas– enseguida me dije: “Esta es mi familia”. Me sentí muy cómoda.
Michael: La familia de Luisana es mi familia. No quiero decir que sean como mi familia; digo que su madre y su padre, son mi madre y mi padre, los quiero profundamente. Y Lu lo sabe. Es gracioso, hice que se mudaran conmigo. Ellos querían irse y yo decía [voz de niño] “Por favor, no te vayas”. Es que quiero mucho a su familia.
Luisana: [Sonríe] Recuerdo que la primera noche que vino a casa de mi mamá, yo no hablaba inglés, él no hablaba español, y mi mamá le dijo: “Podés dormir aquí, pero vos dormís aquí abajo y ella subirá a su habitación”. Así que tuvo que dormir abajo con todos los gatos, y él es alérgico a los gatos [risas]
Michael: Y no podía respirar. Estaba tan enfermo y estaba tan loco por ella que tenía ronchas por todas partes y yo iba [jadeando] y ella seguía diciendo en español: “Solo está en tu cabeza. No es real”.
Luisana: Así que se despertó con asma. ¡Eso es amor verdadero!
Michael: Todos estos años después, Luisana, dile cómo son nuestras familias juntas.
Luisana: Cuando estamos todos juntos somos ruidosos, nos reímos, gritamos. Mi mamá y mi papá aún no hablan inglés, y la familia de Mike no habla español. Pero se quieren. Sé que no es lo habitual. Tengo amigos que odian a su suegra. Yo quiero más a mi suegra que a Mike.
Michael: No es por volver a ponerme dramático, pero, ya sabes, cuando nos enteramos de la noticia de Noah, la familia de Luisana dejó sus trabajos y se mudó a Los Ángeles y se instaló con nosotros. Y cuando mi familia se enteró, dejaron sus trabajos y se mudaron con nosotros. Y todos vivimos en la misma casa cerca del hospital durante casi dos años. Y... ¡hum!, ¡oh!, es demasiado duro para mí hablar de esto… Pero fuimos a Hawaii de vacaciones esta Navidad, y mi padre no paraba de acercarse a mí [llorando]. Lo siento. Lo siento, cariño. Mi padre no paraba de acercarse a mí y no paraba de decir: “Vaya, esto es una locura, Mike. Dos familias de diferentes lados del mundo, y nos amamos”. Es la cosa más hermosa, hermosa. Sabes, esto podría haber resultado de otra manera. El día que nos casamos, creo que ambos teníamos grandes dudas. Ambos estábamos, como, “¡Oh guau!, realmente ¿quién es esta persona?” No creo que fuera diferente a cualquier otro matrimonio. Tal vez estábamos menos preparados que otros. Incluso en nuestra luna de miel, recuerdo que decías: “Creo que nos equivocamos”. Y yo decía: “Sabes, creo que tienes razón. Cometimos un error”.
Luisana: Esperaba que me dijera: “Oh, no, no te preocupes”, pero me dijo: “Yo también lo creo. Creo que cometemos un gran error”. Y yo estaba, como [toma aire] y luego me dijo ...
Michael: Entonces dije: “No es demasiado tarde para anular el matrimonio”.
Luisana: Sí. Dimos [un paso atrás], tomamos una decisión adulta y dijimos: “Tenemos que esforzarnos más”. Creo que lo quiero más ahora que cuando me casé, seguro. Creo que nuestra vida mejoró, y nuestra relación también. Puedo ser transparente con Mike todo el tiempo, y decirle todas las cosas que no me gustan, y decirle lo que me gusta. Siento que somos buenos el uno para el otro.
Entrevista: Alison Eastwood. Fotos: Christopher Morris. Estilismo y Maquillaje para Luisana: Samuele Miccoli Using L’Oréal Paris Products. Estilismo y Maquillaje para Michael: Samuele Miccoli & Melanie Neufeld. Publicidad: Liz Rosenberg
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