Con el personaje más optimista que ha dado la comedia televisiva norteamericana en años
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“¿Sabés cuál es el animal más feliz de la Tierra? El pez dorado. ¿Y sabés por qué? Porque tiene una memoria de 10 segundos. Sé un pez dorado”. Este y muchos otros consejos edificantes salen de la boca de Ted Lasso, el personaje más optimista que ha dado la comedia televisiva norteamericana en años. Interpretado brillantemente por el ex Saturday Night Live Jason Sudeikis, su filosofía de vida llega envasada en este tipo de frases porque es el camino que ha elegido, aun siendo un entrenador de fútbol americano universitario trasplantado a un equipo mediocre de la hiperprofesional Premier League.
Ted Lasso, la serie, ha sido el gran éxito de la cuarentena en Estados Unidos y, por lejos, el show que más redituó a Apple TV+ en términos de audiencia, apreciación crítica y premios (Globos de Oro, SAG, WGA, People’s Choice), por lo que relegó a grandes apuestas de la plataforma streaming, como The Morning Show o Dickinson. El personaje fue creado en 2013 por la NBC como parte de una campaña promocional de transmisiones de fútbol inglés y, en 2017, Bill Lawrence (creador de Spin City y Scrubs, entre otras) fue el artífice junto a Sudeikis de revivirlo y desarrollar esta comedia signada por una época en la que parece ya no haber lugar para la oscuridad característica de las ficciones de la década 2010/2020. Antídoto para el cinismo, y medularmente empática, la serie regresa con una segunda temporada de 12 episodios el 23 de este mes, y ya está confirmada una tercera para 2022.
La premisa de Ted Lasso es, desde ya, fantasiosa: hay cero conexión entre el fútbol americano y lo que en Estados Unidos llaman association football o soccer, e incluso la serie se encarga de manifestarlo mostrando el juego y sus alrededores de un modo que renuncia explícitamente al realismo. Pero Lasso ahí va, proa al Reino Unido, acompañado de su ayudante de campo, Coach Beard (Brendan Hunt, lacónico y genial), con la frente en alto y la misión de inocular en sus dirigidos del AFC Richmond la noción de “creer”, como reza el cartel que pega en una de las paredes del vestuario. Por supuesto que es inmediatamente despreciado por jugadores y aficionados, que no dan crédito a la decisión de la dueña del equipo, Rebecca Welton (Hannah Waddingham), de contratarlo. ¿Por qué traer a un hombre sin experiencia y que desconoce todo del fútbol, alguien que ni siquiera entiende que haya empates o que a la liga de segunda división (a la que peligrosamente se acerca el Richmond) se la denomine Championship? Y si bien las razones de Rebecca pertenecen al mundo terrenal (arruinarle la vida a su exmarido, que ama los colores del club y osó dejarla por una jovencita, orquestando una venganza que comenzó el mismo día en que le birló la franquicia en el juicio de divorcio), las de Ted, en cambio, son luminosas. He ahí la sustancia de su personaje y de la serie: irradiar un clima de buena onda que se traduzca en resultados deportivos, y –más importante– cambie drásticamente la mala vibra del entorno. Así, la amargada Rebecca, el egoísta jugador estrella y su novia modelo, los hinchas (que lo fustigan), el player más veterano del plantel y el utilero caen bajo el influjo de este hombre irreductible, que cuestiona las costumbres del país que lo alberga y, gracias un guión graciosísimo, elabora metáforas desconcertantes basadas en la cultura popular del que dejó atrás.
Pero la serie es demasiado inteligente y se cuida de no empalagar: mientras el protagonista vive la aventura de su vida, también sufre por un divorcio que se pergeña a distancia y por el fracaso deportivo, siempre a la vuelta de la esquina. Suficiente para que Ted Lasso, por un lado, inspire y divierta y, por otro, sepa cuándo poner el freno y cortar con tanta dulzura.
Fe en la segunda
Si algo (más) puede atribuírsele a Ted Lasso, eso es el notable desarrollo de personajes. El de Rebecca, por ejemplo, mostró en la primera temporada un arco dramático delineado a la perfección. De cara a lo que viene, la actriz Hannah Waddingham aseguró que Jason Sudeikis “ha descrito la segunda temporada como El imperio contraataca; y me inclino a estar de acuerdo con él”. La novedad de esta nueva serie de capítulos es la incorporación de una psiquiatra deportiva al equipo, a cargo de Sarah Miles. ¿Problemas nuevos para nuestro héroe? Sin dudas sabrá enfrentarlos.