La segunda temporada pone el foco en la pandemia y en las denuncias por abuso sexual.
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En el octavo capítulo de su primera temporada, The Morning Show muestra su carta más fuerte: el modus operandi de Mitch Kessler. El depredador sexual que interpreta Steve Carell, lobo bajo la piel de un comprensivo presentador de TV, aparece a sus anchas, sometiendo hasta la violación a una compañera de trabajo en una habitación de hotel. La escena, brutal y reveladora (no extraña que luego devenga en tragedia) es un flashback y justifica el disparador de la serie: el despido de Mitch del exitoso show matutino que conduce junto a Alex Levy (Jennifer Aniston, premiada con un SAG por el rol), otra megaestrella del formato, ante las denuncias de acoso. Alex queda devastada por el escarnio que sufre su colega y amigo, pero el estupor es general: juntos despertaron durante años a millones de televidentes cada mañana.
Mucho se ha hablado de las implicancias del movimiento #MeToo en la trama de TMS, estrenada el 1 de noviembre de 2019 como primera ficción de la programación de Apple TV+, y también del paralelismo con casos como el de Harvey Weinstein. Uno de los misterios que plantea la serie es análogo al que en la vida real rodea a estos grandes hombres del show business que no pueden verse a sí mismos como lo que realmente son: ¿Sus oscuros movimientos son conocidos y, por ende, consentidos por su entorno? Y, si es así, ¿hasta dónde sus atroces maniobras son un elemento de presión de ese entorno para sacar tajada y no un instrumento insoslayable de denuncia en búsqueda de justicia?
Los 10 capítulos de la primera temporada tuvieron como (vaga) fuente de inspiración el libro Top of the Morning, del periodista Brian Stelter. De su análisis feroz sobre la trastienda de los programas matutinos surgió la otra arista que explota la serie (el libro es de 2013 y, lógicamente, no incluye el #MeToo, surgido en 2017): el aprovechamiento de la situación del ejecutivo Cory Ellison (Billy Crudup), para introducir en el programa a Bradley Jackson (Reese Witherspoon), reportera de un canal de West Virginia a la que descubre cuando se viraliza un video de la reacción de la mujer contra un manifestante durante una protesta. Bradley es reactiva y de pocas pulgas y Cory, maquiavélico, la imagina reemplazando a Mitch. Al fin y al cabo, ella es ajena al ecosistema que el hombre vició con su comportamiento. Que Alex acepte la jugada, y en ese movimiento Cory quiera cargarse al presidente de la emisora, es otra de las puntas de la trama. El resto se cifra en la relación entre la estrella y la recién llegada: la tensión que produce su presencia entre los miembros del programa que aspiran a suceder a Mitch por derecho propio y la omnipresencia del exconductor, que pretende no quedarse de brazos cruzados viendo cómo su carrera se acaba.
Ahora llega por fin la segunda temporada, a casi dos años del lanzamiento original. Demorada por la pandemia, arranca el 17 de este mes con nuevas caras (Julianna Margulies, Hasan Minhaj, Holland Taylor y Valeria Golino, entre otros) y nuevos personajes. Kerry Ehrin, su guionista y showrunner, no ofreció otras pistas que las que pueden verse en el tráiler lanzado en junio pasado: Mitch sigue en busca de rehabilitar su imagen, Alex abandona el programa tras la catarsis del final de temporada –Cory la quiere de vuelta a como dé lugar– y Bradley encara su futuro con incertidumbre, en medio de una tormenta que no sabe cómo manejar. En el medio, otro baño de realidad: la pandemia, que será un elemento más de la trama. Porque, ante todo, el show debe seguir.
VENGANZA AMARGA. El covid-19 es, también, caldo de cultivo para la creatividad. Victoria, psicóloga vengadora es una serie filmada enteramente durante la cuarentena. Protagonizada por Cecilia Peckaitis y dirigida por Leo Damario, la ficción, de inminente estreno en Amazon Prime Video, cuenta la historia de una superheroína al rescate de mujeres atacadas por violencia machista. El elenco es un verdadero seleccionado: Inés Estévez, Flor Torrente, Benjamín Vicuña, Emilia Attias, Rafael Spregelburd, Alberto Ajaka y Favio Posca. Además, participa Andrés Calamaro.