La combinación parece extraña, pero cobra sentido cuando el artista cuenta su historia.
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Nació y creció en Campana escuchando música punk, pero acaba de editar un disco de folclore acústico y apuntes electrónicos inspirado por la belleza del río Paraná. La combinación parece extraña, pero cobra sentido cuando Facundo Salgado cuenta su historia. “Empecé tocando el bajo en la época de la escuela secundaria. En bandas de punk rock y hardcore. Escuchábamos mucho Fun People, Ramones, 2 Minutos… A los 20 empecé a viajar por América del Sur: estaba estudiando Sociología en la UBA, me cebé mucho con la historia social latinoamericana y finalmente encontré un canal de expresión artística por ese lado”.
En aquellos años, Facundo buscó contagiarles a algunos amigos su entusiasmo para armar un proyecto folclórico, pero no hubo caso: “Estaban a puro punk y hardcore. Entonces me puse a grabar demos yo solo, con una portaestudio Tascam con casete. Eso fue en 2006… Ya tenía casi los mismos instrumentos que uso ahora: charango, cajón, semillas, algunos vientos y un bajo. Arranqué sin presiones, no era más que un juego privado. Ya en 2011, después de investigar mucho, pude comprarme una loopera. Y ahí nació Rumbo Tumba, que no tiene nada que ver con el punk en términos musicales, pero sí por el contenido de las letras y la parte ideológica, el famoso «hacelo vos mismo» que me marcó y está muy presente en mi oficio de músico autogestivo e independiente”.
Con Rumbo Tumba, Salgado ya lleva editados un EP –Cable Tierra (2015)– y dos discos –Madera Sur (2018) y el flamante Río Adentro, del que primero adelantó tres singles este año: “Cañaveral”, “Monte” y “Fuego”–. El nuevo álbum tendrá una presentación oficial el 6 de noviembre a las 20 en Roseti Espacio (Gallo 760), en una velada que, además, incluirá la exhibición de un cortometraje y una muestra de fotos sobre el río Paraná de Matías Barutta.
“Matías fue clave en mi relación con el Paraná. Fue él, que ahora está a cargo de toda la parte visual del proyecto, quien logró interesarme en el río, que pasa por Campana, el lugar donde vivo, pero está un poco desaprovechado porque la costa está copada por grandes fábricas. Es una zona industrial, entonces la gente ni se acerca. Pero Matías fue desde chiquito un pibe de río: remaba, navegaba, así que lo conoce muy bien. Y él me enseñó y me enseña las magias del Paraná, me contagió el amor por el río”.
Salgado encontró en la costa de Campana lo que él describe como un “paraíso natural” y es la sensación placentera de ese hallazgo un poco inesperado lo que pretende transmitir a través de los siete tracks de Río Adentro, un disco muy personal, pero con el aporte valioso de algunos invitados: Luiz Gabriel Lopes, un cantautor brasileño; El Búho, un productor de música electrónica de Inglaterra, y Eva de Marce, una cantante francomexicana.
En escena, Salgado suele convertirse en un hombre orquesta que aprovecha la tecnología para pintar todos los matices de su música. “Más que música electrónica, lo que incorporé son unas cuantas herramientas digitales. Todos los sonidos son orgánicos, puro instrumento acústico que voy loopeando. Grabo y mezclo en tiempo real varios instrumentos con una tecnología específica que me permite hacerlo en vivo”, explica. Con ese plan sonoro consigue traducir poéticamente la fascinación por el Paraná, cuyo paisaje parece vibrar en cada tema de Río Adentro.