El mundo entero opinó sobre la decisión de la plataforma de restringir el material explícito, a tal punto que, en menos de una semana, debió revertir la medida.
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Beltrán se quedó sin trabajo fijo no bien empezó el aislamiento. Es modelo, bailarín, performer de la noche gay porteña. Entonces decidió probar: se abrió una cuenta en esa plataforma de la que todo el mundo hablaba, la que permite subir contenido casero, tener suscriptores y cobrar en dólares. “Hago pornografía bastante explícita, pero autogestiva: yo puedo decidir qué sale en los videos”. Se convirtió en su principal trabajo durante los últimos meses.
19 de agosto de 2021. Un mail, dos millones de destinatarios alrededor del mundo. El remitente: OnlyFans. La plataforma digital, una especie de Instagram, pero con la posibilidad de pagarle al usuario por el contenido que les da a sus suscriptores (clientes), le avisó a su comunidad que a partir del 1 de octubre no iba a permitir más contenido sexual explícito. “Es para cumplir con las exigencias de nuestros socios bancarios y proveedores de pago”, aseguraron. Así, la empresa inglesa que se hizo multimillonaria por el contenido erótico y pornográfico que generaban sus actrices y actores ahora los dejaba sin su principal herramienta de trabajo.
OnlyFans anunció que no iba a permitir más contenido sexual explícito y atribuyó la decisión a la presión de los bancos a los sitios que comercializan pornografía.
“Me hice la cuenta a principios de año: en los últimos cuatro meses fue mi mayor ingreso”, dice Zzofih, trabajadora sexual argentina. Cuando no pudo trabajar más en el encuentro con sus clientes por el covid, hizo videos como youtuber con buenas métricas, pero OnlyFans le rinde más a pesar de no hacer contenido explícito y solo erótico.
20 de agosto. Los trabajadores sexuales se organizaron para defender su –en muchos casos– principal fuente de trabajo, y a medida que la conversación crecía en los medios y en las redes sociales, la empresa fue cambiando el discurso.
Radicada en el Reino Unido, OnlyFans tiene dos millones de creadores de contenido y 130 millones de usuarios, de los que al menos siete millones pagan cada mes, según el diario El País. Cada persona tiene que abonar para seguir a un creador con una suscripción mensual y después, si quiere, compra paquetes de contenidos específicos más explícitos. La plataforma se queda con el 20% de esa transacción que hace a través de los bancos. Tim Stokely, el CEO de la empresa, le dijo al Financial Times que cada mes OnlyFans les paga unos US$300 millones a más de un millón de creadores de contenido, y que lo hace a través de los bancos, pero que el Bank of New York Mellon “ha marcado y rechazado cada transacción de la compañía, haciendo muy dificultoso pagarles a los usuarios”. Lo mismo con el banco JP Morgan Chase. Culpó, además, a MasterCard por censurar las transacciones a cuentas de actrices o actores XXX. Seth Eisen, el vocero de la tarjeta de crédito, le dijo a CNN Business que no se involucraron en la medida de OnlyFans: “La decisión fue de ellos”.
No solo modelos y actrices o actores porno tienen cuenta en OnlyFans. Cardi B, la rapera estadounidense, es la tercera creadora de contenido más popular de la plataforma. Tiene 81,7 millones de suscriptores y se estima que gana US$9 millones mensuales. En Argentina, la trapera Cazzu también incursionó en la plataforma. “Supe que había dinero de por medio y me interesó: alrededor de mi imagen se crean leyendas divertidas como «la Cazzu es una descarada» o «¿qué habrá subido?». Entonces generé contenido sensual; no lo podría ni siquiera llamar “erótico”, y tuve una explosión de fans y gané mucho dinero. Tanto mi música como mi personaje siempre tuvieron un mensaje sensual, tal vez sexual, y darle contexto me divirtió”, cuenta.
21 de agosto. La cuenta oficial de OnlyFans en Twitter nombró por primera vez a los trabajadores sexuales y dijo que estaba haciendo lo posible por asegurar la bancarización de sus pagos. La decisión de OnlyFans de atribuirles el cambio de política de la plataforma a los bancos refleja un cambio en el sector financiero, que aumentó su presión en los sitios que comercializan pornografía.
“Yo creo que existe esta persecución a las plataformas cuando se vuelven mainstream y cuando, para seguir sosteniéndolas, empiezan a recibir financiamiento, y las propias organizaciones que financian y ponen el dinero también ponen requisitos”, dice Georgina Orellano, referenta de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar).
OnlyFans se hizo conocido en el mundo por Kaylen Ward, modelo que ofreció nudes a quienes donaran dinero para combatir los incendios de enero de 2020 en Australia: juntó US$300.000.
El lobby antiporno en Estados Unidos es grande y ya tuvo casos de éxito: logró que se quitara el contenido explícito de Tumblr y, en diciembre, consiguió que Pornhub borrara dos tercios de los videos de su plataforma. ¿Cómo lo hace? En el caso de OnlyFans, la BBC News publicó dos artículos donde mostró casos de supuesta pornografía infantil en la plataforma y reveló documentos que probarían que la empresa tenía criterios laxos antes de cerrar las cuentas denunciadas por contenidos ilegales.
A pesar de que las redes sociales más denunciadas por tráfico de contenido sexual de menores son Facebook e Instagram, hubo casos de irregularidades reportados en OnlyFans. La plataforma, sin embargo, es una de las que tiene más pasos de autenticación y chequeos de seguridad: te pide una cuenta bancaria internacional con una tarjeta de crédito con el mismo nombre que el pasaporte, identificación facial y, al inscribirse, se debe estar solo porque si la app detecta otra persona en la habitación da de baja el proceso.
25 de agosto. OnlyFans suspendió la prohibición. “Gracias a todos por hacer oír sus voces. Hemos obtenido las garantías necesarias para apoyar a nuestra diversa comunidad de creadores”, dijo la empresa por Twitter.
“Suspender no es lo mismo que cancelar”. María Riot, la actriz porno y trabajadora argentina radicada en Barcelona, cree que la empresa acordó con los bancos. “Creo que fue por el impacto económico tan repentino que sufrió en pocos días por la migración masiva de suscriptores y creadores, pero también por el backlash tan fuerte por parte de trabajadorxs sexuales y medios de comunicación de todo el mundo”. Sin embargo, lo que parece una victoria para toda su comunidad es, para ella, algo relativo. “La victoria será el día en que las instituciones bancarias dejen de discriminarnos y cuando los grupos conservadores dejen de perseguirnos”.