¿Quiénes son?
Un francés y un belga apasionados por la Argentina, la gastronomía y la tecnología.
¿Qué hicieron?
Crearon Kitchenita, un emprendimiento que combina comida de alta calidad, precios accesibles, entrega a domicilio y un laboratorio para definir los platos.
¿Cómo lo hicieron?
Por diferentes motivos, uno sentimental y otro laboral, Alex y Gaspard desembarcaron hace varios años en la Argentina. Kitchenita nació en septiembre de 2019, cuando Alex Boccara estuvo muy cerca de trabajar como gerente de Ventas en una plataforma de delivery y en la octava entrevista le pidieron que hiciera un caso de estudio. En ese momento se dio cuenta de que uno de los grandes desafíos de las plataformas era pasar de ser un servicio netamente transaccional a otro más relacional. Las marcas de esa categoría tenían un costo de adquisición de clientes muy alto y, del otro lado, los restaurantes estaban sin ofertas adaptadas al delivery. Es decir, la plataforma invertía mucho dinero en captar nuevos clientes que, a su vez, la iban a usar una sola vez porque el delivery les llegaba tarde, frío, o simplemente una pizza aplastada por el viaje. El nuevo negocio sería más disruptivo si las compañías podían generar una relación con su cliente a través de conceptos gastronómicos de alta calidad, pero adaptados al formato delivery. Así fue que desistió del puesto y decidió iniciar su primer emprendimiento. “El atractivo de Kitchenita es su laboratorio de cocina. De ahí nacen nuestras marcas, de un mix entre expertise de los chefs del equipo y de información que analizamos: a partir de la oferta del mercado y del comportamiento del cliente creamos experiencias que nos permiten saber qué comida hacer, para qué barrio y a qué precio cobrarlas”, señala Alex. Desde el punto de vista de armado del equipo de trabajo, Boccara aporta experiencia en e-commerce, el lanzamiento de marketplaces y optimización de las ventas online. Por su parte, Gaspard ofrece su conocimiento de finanzas y procesos para crecer sin sobresaltos.
“Somos innovadores en el uso de los datos en toda la cadena de valor de Kitchenita: tenemos tres activos tecnológicos que nos permiten manejar nuestros inventarios, el stock y la gestión cotidiana de nuestras cocinas. Además, otra herramienta tecnológica nos permite entender mejor cómo funcionan los algoritmos de las plataformas de delivery y posicionarnos mejor a la hora de elegir nuestra propuesta”, explica Gaspard. El negocio del emprendimiento es uno de los más viejos del mundo: vender comida, pero agregándole la parte innovadora a una industria que tuvo, desde el punto de vista de los emprendedores, muy poca innovación y que se basa en la toma de decisiones a partir de los datos. El concepto de Kitchenita se basa en contar con miniestaciones de cocina de 16 m2, la compra colectiva de insumos y la versatilidad de su estructura, con la que pueden desarrollar marcas de comida y platos a precios accesibles. El emprendimiento tiene dos sedes en la ciudad de Buenos Aires, 25 marcas propias, y se está proyectando en ciudades como Santiago de Chile, Lima y Bogotá.